¿A qué nos referimos? Desde una visión más amplia y objetiva, nuestra realidad resulta ser sólo el piso inferior donde se cuece el destilado emocional humano, alimento de entidades parasitarias cuyo único objetivo es la perpetuación en el poder. En esta realidad entrópica, se nos condiciona desde la tierna infancia para desfigurar la cara del prójimo, o la propia, al avanzar los escalones del estratificado ziggurat social, asumiendo como natural el servicio a sí mismo y anquilosando nuestra evolución hacia los planos espirituales.
El instructor en astronomía y analista en ufología Val Germann ha hilvanado una interesante hipótesis sobre la presencia alienígena en la Tierra, que la detalla en nueve puntos:
- hay una inteligencia que opera en el planeta, desconocida para la gran mayoría de seres humanos;
- esta inteligencia conduce "operaciones" a un nivel de enorme escala, a través de tecnología de un poder descomunal combinado con soporte de recursos locales;
- existen seres humanos que cooperan en la campaña de estos "aliens;" algunos, sospechamos, lo hacen por convicción, otros por ganancias, y tal vez otros porque no tienen alternativa; la élite gobernante (económica, cultural y militar) está envuelta en el programa, cuya existencia y objetivos es un secreto mortal;
- la civilización occidental está basada en una relación "predatoria" con el resto del planeta; la élite gobernante establece las regulaciones para las interrelaciones de la gran masa de seres humanos, estas regulaciones no consideran su bienestar último, sino que están encaminadas en fomentar cierto condicionamiento social para que los "aliens" preden a la humanidad de formas no reveladas;
- existe la posibilidad que estos "aliens" o "super predadores" hayan creado el vehículo físico de los humanos, con sus características predatorias, a su imagen y semejanza, por así decir; en este caso, los "aliens" serían los dueños del "ganado humano" y la élite gobernante sus "guardianes locales;" hemos de considerar que humanamente vemos de manera natural el aprovechamiento de los recursos del planeta como su fauna y flora; ¿qué habría de diferente si un nivel superior tuviera la misma conducta sobre la humanidad?
- existe la posibilidad que la actual humanidad sólo esté acondicionando el planeta para una nueva humanidad; esta preparación culminará en cambios climáticos que beneficiará a la nueva humanidad pero terminará por eliminar a la actual;
- estos seres no son todo poderosos: requieren de la subrepción y el secreto para lograr su trabajo; en cierta forma, nuestra ignorancia del fenómeno es su principal herramienta para obtener nuestra asistencia pasiva;
- el mejor mecanismo con el que cuenta la humanidad es la información; por supuesto, todo acto informativo tendrá un control de daños que culminará con montañas de desinformación;
- si esta hipótesis es correcta, los "platillos voladores" son tan sólo la punta del iceberg, manteniendo nuestra atención en "los cielos" cuando en realidad, correspondería atender el trasfondo político y social.
Sólo aquellas almas que han comprendido las reglas del juego, tratando de respetarlas al orientarse al servicio al prójimo o han sobrepasado de manera consciente las medidas de un pasivo servicio egótico, son descartadas como alimento por no cumplir con las expectativas calóricas deseadas por el ingenioso pastor, o para poder engrosar las filas de aquellos que fermentan el caldo aurífero de la humanidad. Aunque sólo la vía de servicio al prójimo exonera al alma del plano Entrópico permitiéndole retornar al Creativo; de las transcripciones de Cosmic Awareness (79-25):
Las fuerzas de Celestria y las fuerzas del Hades no están compitiendo una contra otra sobre el alma humana; más bien tienen un acuerdo: aquellas que estén una vibración más elevada (quienes buscan que no se les dé todo lo que gratificaría sus deseos y codicias personales, aquellos que se orienten en servir a otros) son las cosechadas para ingresar en los reinos superiores conocidos como Celestria [plano Espiritual].
En cambio, aquellas almas que buscan preservarse ellos mismos a toda costa, al precio de involucrar el daño a otros, aquellas que buscan la seguridad y comodidad y prefieren volverse esclavos de la autoridad con el fin de sobrevivir, éstas son las entidades que cosecha la oscuridad, y se convertirán en ciudadanos del rango vibratorio del reino del Hades [plano Etérico o bajo Astral].No obstante, desde el plano Creativo queda abierta la invitación para reingresar al Entrópico, ayudando a otros a reorientarse y a trabajar sobre la propia impecabilidad. Pero cuando esto ocurre, la interferencia exógena es implacable; los que vuelven a ayudar son identificados antes de poder poner un pie en el escarpín.
No hemos de olvidar que los pastores cuidan su fuente alimenticia con recelo y no permitirán que la certidumbre bañe la conciencia humana. ¿Cuántos sembradíos se perderían si la Humanidad reconociera masivamente la realidad de su esclavitud? ¿Cuántos escaparían del Cerco del Mago Astuto si trabajaran activamente en la limpieza de su psiquis? ¿Dónde encontrarían anfitrión los córtices parasitarios que anidan en las mentes debilitadas y sumisas?
El lento método de la evolución natural consiste en la sapiencia de lo ignorado y el reconocimiento de las propias debilidades.
¿Pero cuál es la raiz que subyace en la ignorancia? De la esencia predatoria de la Humanidad surgen dos caminos: aquel que acentúa los pulsos egóticos o crecimiento lateral que concluye en la psicopatía, o aquel que busca el Balance o crecimiento global. Quizá por ello, Olin Levi Warner esculpió a La Verdad sosteniendo en su mano izquierda una serpiente, y en la derecha un espejo, pues es la introspección y el reflexivo trabajo interior el que nos lleva a depurar las conductas del cerebro reptil.
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