Síndrome de post-abducción (II)

Si existe un punto de vista óptimo para enfrentar el Síndrome de Post Abducción es considerar el problema como un desafío; de ser posible encarar la situación desprovista de cualquier sesgo subjetivo, se observará que se trata de la épica imagen del Caballero enfrentando al mítico Dragón.

Uno de los principales problemas que es abordado en los textos de Los Aliados de la Humanidad es la dificultad que enfrentan muchos abducidos, víctimas del programa de pacificación; este proyecto busca la sumisión de la voluntad ante los aliens y el anquilosamiento del pensamiento crítico; Marshall Vian Summers sostiene:
El discernimiento crítico de la gente está siendo destruido. Así que cuando les ocurre algo complicado dicen: “Bueno, no quisiera juzgar la situación.” ¡Pero, de qué están hablando! Es necesario evaluar lo que está sucediendo: estas personas piensan que no pueden ser críticos. “Bueno, en realidad no puedo ser crítico. Yo no quisiera ser negativo.” Es necesario contrastar, hablar claro y decir que algo no es realmente apropiado. Pero estas personas no pueden ni siquiera hacer eso. Las personas que han sido afectadas por este Programa de Pacificación están incapacitadas en tomar una decisión. No pueden mirar un suceso objetivamente y decir: “Bueno, esto es una buena cosa,” o “Esto no es realmente una buena cosa para mí.” Así que dan la bienvenida a todo, pensando que es como debe ser con la vida.
Es cierto que se debe estar dispuesto a mirar todo. Pero no es cierto que hay que aceptar todo, es decir, darle la bienvenida a todo. ¡Por supuesto que no! Tener una Conciencia Superior no significa que no se deban hacer evaluaciones críticas. Simplemente significa ver las cosas desde un punto de vista superior. Y esto no significa que todo se vuelve gris; más bien significa que todo se aclara: se ve claramente qué hacer y qué no hacer, lo que es bueno y lo que no es bueno. Si la objetividad no es el producto final de un camino espiritual, entonces sólo persigue incapacitar y anquilosar.
Intentemos observar la situación desde nuestra humilde escalinata de la creación pero alzados graciosamente en puntillas de pie: los abducidos sometidos al programa de pacificación son los seres almados que han retornado para ayudar; sus capacidades shamánicas innatas yacen quizá dormidas o semi-despiertas, su esencia de servicio al prójimo los ciega de ver la psicopatía en otros, pero a su vez, los hace pasivos de guardar una mirada atenta sobre su elan vital, la cual ofrecen en desviadas dosis de devoción teócrata, sectaria posternación o desproporcionados picos de ansiedad. Es importante destacar que las entidades parasitarias de consciencia superior, haciendo uso de la fisicalidad variable asequible en la cuarta densidad, se mostrarán con los “atuendos” que sean considerados sacrosantos por la víctima.

Un caso específico del programa de pacificación consiste en bloquear los objetivos y expectativas personales, pero renegociarlos si el Wanderer se transforma en un problema para el sistema de control; el pensamiento rosacruz de John Baines lo sintetiza bastante bien:
En forma muy sutil se le van presentando obstáculos que insensiblemente lo van desviando de su camino y es allí donde se prueba la autenticidad de su determinación y deseo de evolución espiritual, ya que este deseo puede haber sido motivado por causas puramente materiales o afectivas.
Un hombre puede querer renunciar a todo y seguir este camino porque siente que no puede esperar nada de la vida, porque ésta le ha negado los dones que le ha concedido a otros. Si emprende el camino iniciático y alcanza después aquellos dones de los cuales había sido privado, terminará bruscamente todo interés de superarse espiritualmente, anhelo que era solamente un pretexto para conseguir sus propios y personales deseos.

Ya hemos dicho que la iniciación es un camino de renunciación y sacrificio, y que no se justifica alcanzar el poder que brinda el dominio de las fuerzas de la naturaleza a menos que este poder se utilice exclusivamente en beneficio de la Humanidad.
El gran dragón rojo y la
mujer vestida de Sol (Blake)
Pero el programa de pacificación también posee aristas marcadas por la coerción infantil, dado que el factor exógeno se presenta como todo poderoso, con el objeto de desempoderar al individuo y lograr su eventual sometimiento: ocurre que el programa de control mental comienza a edad muy temprana, y no existiendo la posibilidad de intervención parental que pueda detener la situación, el patrón de sumisión del infante se agrava debido a la total dependencia a los agresores. En varias opotunidades se reporta que el abuso se desarrolla en presencia de los familiares -que se encuentran en un estado cataléptico- como forzados expectadores del macabro evento; la situación acarrea profundas heridas psicológicas y en muchas regresiones el abducido ha conectado desacertadamente el abuso con los tutores involucrados, mientras que del otro lado brotan encubiertas sensaciones de vergüenza y remordimiento frente a la impotencia del velado acontecimiento; ambas traumáticas acequias emocionales nutren al efluente de loosh resultante; en el libro Matrix II se sostiene (cap. The Abduction of Children):
Los Grises son capaces de detectar y percibir las respuestas emocionales de los seres humanos. Pero algunas de estas respuestas (o las frecuencias involucradas) son rechazadas por los aliens. Con el fin de minimizar su exposición a longitudes de onda emocionales indeseables, los Grises pondrán a prueba a los seres humanos y aplicarán técnicas de modificación de comportamiento para bloquear estados emocionales específicos. Asimismo, se fomentarán los estados emocionales en el niño (o adultos) que darán lugar a longitudes de onda emocionales que pueden utilizar. Los Grises tienen la capacidad de “alimentarse” de esta energía. Pero además tienen la capacidad para confinar esta energía emocional en contenedores que poseen campos internos que “embotellan” la energía, al igual que un contenedor magnético retiene un plasma. El uso de esta energía en los Grises es semejante a un “elixir.” Les da un impulso en su vitalidad.
El ojo entrenado quizá considere la analogía con la agalla del roble: hay evidencia que sugiere que el desarrollo psíquico en algunos individuos puede ser inversamente proporcional a su tolerancia al abuso encubierto; así que quizá no todo esté perdido; muy en lo profundo, yacen todavía las raices profundas a la que no llega la escarcha.

El bloqueo de la memoria es otro tema recurrente cuya consecuencia directa son los picos de ansiedad y ataques de pánico debido al oculto trauma subyacente. Pareciera que tanto abducidos como perpetradores obtendrían un cierto beneficio, al menos en el corto plazo: para los primeros, el bloqueo de recuerdos traumáticos podría estar vinculado con una respuesta basada en la supervivencia y en recuperar un cierto control aparente sobre su vida consciente, mientras que los aliens sacarían provecho al reducir la respuesta emocional defensiva; esto nos indicaría que la recuperación consciente de los recuerdos junto a una ponderación objetiva de la conducta de los perpretadores es el primer paso para morigerar el fenómeno; el Material Matrix propone varios métodos para la recuperación progresiva de la memoria sobre estos velados acontecimientos:
  1. regresión hipnótica;
  2. trabajo sobre el área onírica: rememoración, exploración y desgrabación (por medio de un diario);
  3. elaboración escrita de ideas y recuerdos con objeto de establecer un flujo de asociaciones;
  4. fármacos que incrementen las áreas de la memoria;
  5. representación visual a través de la expresión artística;
  6. uso de técnicas imaginativas para esquivar las distintas clases de bloqueo;
  7. trabajar en desarrollar la consciencia y las funciones psíquicas.
En las investigaciones de Valdamar Valerian estos bloqueos coinciden con ciertas técnicas que utilizan las fuerzas de choque del Gobierno Secreto (control mental basado en RHIC-EDOM), (1) en particular los procesos de hipnosis anidada (nested hypnosis) y de bloqueo múltiple (double-block); estos últimos fueron estudiados en los trabajos originales de Dianética de L. Ronald Hubbard, (2) y años más tarde, redescubiertos por el psicólogo Corydon Hammond durante la Disertación Greenbaum sobre personalidades múltiples, en la que se expuso el flagelo del abuso infantil a nivel mundial, (3) como la oculta causa para la aparición de una constelación de personalidades que actuarían como espía, delator o asesino con total desconocimiento de la personalidad anfitrión. En el capítulo La Célula y el Organismo, Hubbard asocia con el término engrama (semejante al concepto samskara del doctor Sagan o introyecto negativo de la doctora Golomb) al programa “gatillo,” que actuaría desde las tinieblas del inconsciente: (4)
El engrama se introduce cuando la consciencia está ausente. A partir de entonces actúa directamente en el organismo. Sólo mediante la terapia de Dianética puede el analizador entrar en posesión de estos datos. [...] El engrama lo recibe el cuerpo celular. La mente reactiva podría ser el nivel más bajo de poder analítico, por supuesto, pero esto no altera el hecho científico de que el engrama actúa como si fuera una conexión soldada al regulador de las funciones vitales y a la coordinación orgánica y al nivel básico de la mente analítica en sí. Por “soldado” se entiende “en conexión permanentemente.” Este key-in es la conexión del engrama como parte de la maquinaria operativa del cuerpo. Un proceso de pensamiento analítico no está conectado permanentemente, sino que puede ser conectado y desconectado a voluntad del analizador. Esto no ocurre con el engrama. De ahí el término “soldado.”
Los síntomas de abuso infantil que los adultos pueden fácilmente reconocer incluyen desde tiempo perdido, miedos infundados y pesadillas junto a heridas inexplicables o cicatrices de origen desconocido. Un reciente documental que vincula estos síntomas junto a la programación post hipnótica y la conexión ufológica es The Nightmare del director Rodney Ascher.

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