Tu creas tu propia anestesia

El paradigma rutilante de las nuevas corrientes de pensamiento y sistema de creencias "New Age" despliegan un arsenal de formas de internalizar la realidad, donde las emociones positivas generan la ilusión que queremos vivir. YCYOR (You Create Your Own Reality) es la nueva trampa, la Pastilla Azul, una nueva forma de dormirse en la ilusión; en una ilusión que se adapta a nuestras necesidades; una realidad cómoda que no presente desafíos, sino más bien que se amolde a nuestros requerimientos, como un puff que se retuerce dócilmente y se ajuste perfectamente a la formas de nuestro anhelante cuerpo. Aquellos que tengan dificultades en percibir el solipsismo que subyace en este paradigma, pueden intentar analizar las siguientes propuestas del Material Seth, uno de los mayores exponentes de YCYOR:
[Sesión 613, 11 Set. 1973] Ustedes crean vuestra propia realidad. No hay otra regla. Conocerla es el secreto de la creatividad. He hablado de «ustedes,» aunque esto no debe confundirse con el «ustedes» que a menudo creéis ser, es decir, sólo el ego, ya que el ego es únicamente una parte del Yo; es esa parte experta de la personalidad que trata directamente con los contenidos de la mente consciente, y se ocupa más directamente de los fragmentos materiales de la experiencia.
[Sesión 614, 13 Set. 1973] Vuestro entorno es la imagen física de vuestros pensamientos, emociones y creencias hechos visibles. Puesto que vuestros pensamientos, emociones y creencias se mueven a través del espacio y del tiempo, influís en condiciones físicas externas a vosotros.
En primer lugar, desconocer que la realidad no es el producto de la mente consciente (ego) sino también de la mente subconsciente clama a gritos la necesidad de conocerse a sí mismo: existen vastas regiones del mundo interior que permanecen en las tinieblas de la ignorancia; por otro lado, la realidad no es creada por cada individuo de manera aislada: el entorno que se intenta manifestar puede ser influido, distorsionado e incluso impuesto por la cercanía física o psicológica de otro individuo o la egrégora grupal al cual el primero se somete (animamos a investigar el paradigma de los introyectos junto a la coerción parental infantil y la obediencia a religiones teócratas o gurúes de una secta); no desestimemos por lo tanto, que dicha capitulación del libre albedrío sea únicamente ante un ser humano: (1) el sometimiento a una entidad de consciencia superior establece una distorsión aun más detrimental sobre la realidad que se pretende manifestar; en Sabiduría de los Siete Rayos podemos leer:
Estas entidades demoníacas, si se les permite persistir, comenzarán a brindar a los individuos aquello que anhelan en términos materiales, fama, reconocimiento y cosas del estilo, por supuesto hay un precio y ése es convertirse en un títere bajo el control de tales entidades. Esto puede continuar hasta tal punto que, por todos las intenciones y propósitos, la entidad demoníaca se convierte en el ser humano.
Este tipo de manipulación ha ocurrido desde siglos y siglos en el planeta. Se debe reconocer y apreciar como mucho de esto encaja en el cuadro objetivo de la realidad, siendo un elemento de evaluación sobre el aprendizaje de las lecciones terrestres.
Ahora bien, en una realidad entrópica, el hecho de que a un conjunto de personas «las cosas le vayan bien» implica que a otros «las cosas le vayan no tan bien;» es decir, si un sistema se encuentra en desequilibrio entrópico (respetando la Ley de Conservación de la Energía), para provocar la abundancia de un conjunto acotado, es necesario desbalancear proporcionalmente a otro conjunto que supla dicho diferencial. El ojo entrenado quizá reconozca la estructura jerárquica con facilidad: la afilada e incisiva aguja superior y la extensa e ignorante base.

Esta estructura piramidal invita a pensar que un estratificado piso superior de la sociedad parece no ser atacado por entidades parasitarias o, tal vez incluso sea beneficiado por ellas en la concresión de los medios y sincronismos para escalar rápidamente hacia el ápice estratégico; en el primer volumen de Reality Transurfing, Vadim Zeland comenta:
Como regla general, las fuerzas equiponderantes no afectan a quienes no sienten remordimientos de conciencia. Aun así, todos querríamos que Dios castigase a los canallas. Podría pensarse que la justicia debe triunfar y el mal, ser castigado. Sin embargo, la naturaleza no conoce la sensación de justicia por muy lamentable que sea. Al contrario, a las personas honradas con un innato sentimiento de culpa se les lanzan continuamente nuevas desdichas, y a los malvados desvergonzados y cínicos frecuentemente les acompaña no sólo la impunidad, sino también el éxito [hemos profundizado esta perspectiva cuando analizamos la conducta de individuos agresivos vs. sumisos]. El sentimiento de culpa siempre crea el guión de castigo, sin que seas consciente de ello.
Como la cumbre de cualquier organización jerárquica facilita y promueve el ejercicio del poder sobre los demás, será el momento cuando comience la manipulación hiperdimensional que articule la predación del sistema de control sobre el basamento ignorante de la granja humana; las reglas con las que juega el sistema de control parecen ser las siguientes:
  1. cualquier cosa que se le brinde será recuperado después: los individuos pueden recibir recompensas (efectivo, regalos u oportunidades laborales) a cambio de su cooperación con el sistema. Mediante la aceptación de esta recompensa, se ha endeudado con el sistema, y este tendrá el derecho a recuperar el pago en una fecha posterior;
  2. las deudas jamás son perdonadas: si se ha ofrecido clemencia o indulgencia, es sólo una artimaña para que libremente sirva al sistema de manera más eficaz; la deuda no ha sido cancelada; sólo se ha pospuesto el cobro total a través suyo o de su descendencia;
  3. las deudas y obligaciones son intergeneracionales: si sus antepasados obtuvieron favores del sistema y nunca pagaron por ellos, deberá pagar entonces la totalidad no pudiendo endeudarse.
La forma de organización en las realidades
entrópicas son las  jerarquías con
la forma de una clásica pirámide
Y si bien estas premisas no parecen ser nada más que lógica mafiosa, son invocadas para servir a los intereses de los más poderosos, articulando los deseos de los estratos inferiores mientras que estos no quieran romper las reglas. El carácter intergeneracional e incluso familiar de las "deudas" con el sistema es una justificación para amenazar al núcleo familiar, forzando así el cumplimiento de las demandas, y asimismo proporciona la justificación moral para ir tras un objetivo a la vez elegido por el sistema; casi siempre será posible hallar una deuda propia y eventualmente si esto no es así, una de sus ancestros. Thomas Minderle comenta al respecto:
Si se intenta manifestar algo a través de la ayuda de las fuerzas superiores negativas, dos factores deberán ser tomados en cuenta:
  • primero, estas entidades no le proveerán su apoyo salvo que su deseo sea de una orientación negativa, tal como deseo de poder, elitismo financiero o proezas sexuales;
  • segundo, se pagará a estas fuerzas superiores negativas el precio máximo a cambio de un camino ilusorio, la reducción de la frecuencia vibratoria de su alma [también conocido como FRV, freile o pulsación vibratoria interna], junto a un retraso en la evolución espiritual, donde la energía del alma se verá comprometida.
En definitiva, se pierde libertad, voluntad, responsabilidad y creatividad a cambio de una ilusión de poder, dinero o sexo. Este pacto faustiano no es una negociación, sino que es un engaño o estafa metafísica.
¿Hay alternativas? Sí, por supuesto y comienzan por entender la médula de nuestra realidad, como un sistema de símbolos donde se expresan las lecciones que, desde un punto de vista de una consciencia superior, hemos elegido aprender. La creación está para conocerla y establecer procesos creativos orientados al balance, pero se debe evitar forzarla a cumplimentar antojos y caprichos: esa es una actitud claramente egocéntrica. En la medida que se logre conocimiento y entendimiento podremos cocrear realidades y participar activamente en su enriquecimiento: para conocer la realidad lo mejor es encontrar un punto de vista objetivo, donde no prime desviación positiva o negativa; una vez logrado esto, es posible sostener una actitud optimista.

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(1) Vadim Zeland en el primer tomo de Transurfing sostiene:
Si tú, en tu interior, has decidido que el destino es algo predeterminado que eres incapaz de cambiar, así será. En este caso tú, por voluntad propia, te entregas a las manos ajenas, de quienesquiera que sean, y te conviertes en un barquito que está a merced de las olas.

En cambio, si consideras que tú mismo creas tu destino, en este caso asumes conscientemente la responsabilidad de todo lo que te ocurre en la vida. Luchas contra las olas intentando manejar tu barquito. Presta atención a lo que está ocurriendo: tu elección siempre se realiza. Lo que eliges es lo que obtienes.
Quizá antes de intentar establecer procesos creativos en la realidad consensuada sea prudente reconsiderar los propios sistemas de creencias, los rituales acatados y mantras recitados, y asimismo los votos internos o mandatos preexistentes en el subsconciente; invitamos a meditar en que tal vez, sin conocimiento interior, el subconsciente sea efectivamente propiedad ajena.

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