Entre abducciones y virtualización: una posible analogía

Cualquier pensador científico o aquel que busque activamente la verdad, coincidirán en que ningún tema puede exponerse a un análisis y escrutinio si se sostienen prejuicios y presunciones; como así tampoco, se deberían elaborar terminantes conclusiones si un tema no se ha sometido a suficiente consideración: teorías como la Heliocéntrica o la Relatividad emergen luego de sostener un punto de vista no consensuado, del que se desprenden nuevas apreciaciones y del que surgen herramientas prácticas por lo que cambiar de paradigma nos reporta una ventaja: el camino a la objetividad es útil en sí mismo.

Durante las primeras décadas de la informática, los componentes electrónicos eran poco económicos: el precio del hardware era un verdadero cuello de botella que impedía la computadora personal. Fue entonces cuando surgieron elementos de software que permitían obtener el mejor provecho de un componente: así nació la virtualización. Hay varias definiciones para este término, básicamente se trata de aprovechar un recurso físico (por ejemplo un disco duro), de manera que, artificiosamente, parezca más de uno: como aquella famosa multiplicación de los panes.

Cada uno de los usuarios creen tener entonces un disco propio, se dice entonces que el recurso se "virtualizó;" físicamente sigue siendo uno y el software apropiado realiza las operaciones correspondientes, manteniendo las propiedades A.C.I.D. (Atomicidad, Consistencia, aIslamiento y Durabilidad). Actualmente hay arquitecturas más complejas, que facilitan la virtualización de un servidor en múltiples máquinas artificiales más simples; nuevamente cada usuario cree tener una máquina propia, sin embargo, a bajo nivel, el software base que corre en el servidor gestiona imágenes binarias de cada máquina virtual y estipula un tiempo de uso predeterminado de los recursos reales (como el procesador, la memoria, etc.); todo esto, por supuesto, es transparente para el usuario e incluso para sus aplicaciones.

¿Qué es una imagen binaria? Básicamente es una ristra o secuencia de bytes que encierra el estado de una máquina virtual; por estado nos referimos a la memoria ablocada, a los recursos de canal (entrada/salida), y al estado interno del procesador. Esta imagen puede aislarse y guardarse en otro medio (e.g. una cinta o medio óptico) para recupero o análisis posterior; al proceso de aislamiento y persistencia de la imagen se conoce comúnmente como marshalling o serializado. Thomas Minderle en su informe sobre Dinámicas de las Egrégoras comenta:
Durante los procesos de abducción se emplea tecnología de teletransportación hiperdimensional que elimina momentáneamente la consciencia del individuo del plano físico. Esto presenta algunos problemas para los perpetradores, dado que el camino más viable para el bloqueo de fase debe ser abandonado momentáneamente.(1) Con lo cual, se corta el hilo de la causalidad, que de otro modo proporcionaría una clara línea de continuidad entre la elección del individuo de encarnar y someterse a las leyes de la fisicalidad y su consecuencia final en manos de los secuestradores.
Si se intenta abordar la problemática de los procesos abducción restringiéndose al plano material sería similar a observar los circuitos y componentes electrónicos de una computadora al recuperar o almacenar una imagen binaria serializada... no habrá cambios relevantes pues ¡ciertamente el problema no está en el plano físico! Podemos realizar un análisis detallado de los voltajes discretos presentes en las terminales del CPU pero no entenderemos que es lo que ocurre dentro (salvo aquellos que conozcan Assembler, pero aun así es complicado entender líneas de ejecución paralelas contando tan sólo con los registros y estados de los buses del procesador). Análogamente, lo mismo ocurre con el estudio de la bioquímica o la intensidad y concentración de corriente eléctrica en determinadas áreas del cerebro durante un episodio de Parálisis del Sueño.

Colin Wilson en su Estudio sobre el Necronomicon, un ensayo sobre la mitopoeia lovecraftiana, nos recuerda un curioso párrafo:
[El relato] The Wisperer in Darkness contiene la inquietante sugerencia de que estos alienígenas extraen cerebros humanos, los encierran en cilindros metálicos y los envían por todo el universo.
Una explicación marginal para un proceso de abducción consiste en suponer que nuestro estado mental (la imagen binaria de nuestros pensamientos, emociones y sentimientos, en terminología esotérica: nuestro cuerpo etérico, o en la jerga académica: nuestro psiquismo), mediante una tecnología avanzada, puede ser serializado e inmerso en un cuerpo virtual o artificial; esta reveladora posibilidad es perseguida en la novedosa Teoría de la Distorsión que coincide con una sesión anterior de las canalizaciones Cassiopaea (17/06/1995):
Ahora, es muy importante que entiendan que esto no es una experiencia física de tercera densidad completamente. Está la huella del alma que todos los seres de la primera, segunda, tercera y cuarta densidad poseen, como ya lo saben, es extraída. De esa huella del alma una copia o clon, si así la prefieren llamar, aparece en la cuarta densidad, entonces puede hacerse y estudiarse y la huella del alma es reemplazada dentro del cuerpo original en cualquier densidad de donde haya sido tomada.
En la mayoría de los casos, si el ser de tercera densidad es extraído físicamente en su totalidad, no regresará más a la tercera densidad. Son extraídos permanentemente a la cuarta densidad. Esto es lo que sucede casi siempre, aunque en casos excepcionales pueden ser regresados. Sin embargo, no hay necesidad de una duplicación completa para todos los propósitos de análisis, alteración de los sentidos, e implantación; no se necesita hacer en la tercera densidad; se puede hacer completamente con el proceso de duplicación de la cuarta densidad.
Los ojos del ave Strix nebulosa
icono de los Grises (o Grays) en
la película The Fourth Kind
Dicha imagen es luego procesada: sometida a una serie de tratamientos, que la mayoría de los abducidos concuerda en que son dolorosos, casi mórbidos o que decantan en la simple tortura (una curiosa semejanza a cómo los relatos árabes refieren a los secuestros por jinns) o de clara violación sexual: es entonces cuando se experimenta una extracción u ordeñe de tipo energético, debido a la gran cantidad de estrés y emociones de tinte negativo, también conocido como loosh: esta energía emanada del instinto de supervivencia, como así también la proveniente de la libido-sexual, parece ser el objetivo primordial, aunque no se descarta el apuntalamiento de procesos psíquicos exógenos, que se conoce en la literatura ufológica reciente como diferentes programas de control mental o implantes inmateriales.

En los procesos de abducción lo importante es entender el patrón, y si existe un patrón entonces hay algo o alguien detrás que lo reproduce; si eso que lo reproduce no es visible en términos perceptibles, podemos analizarlo desde sus efectos cognoscibles; del capítulo IV del libro The Watchers: the secret design behind UFO abduction, un esclarecido Raymond Fowler escribe:
Si la recuperación de la memoria de aquellos que han experimentado casos de abducción efectivamente reflejan genuinos eventos físicos, entonces nuestra comprensión de la realidad es verdaderamente limitada. 
Se nos podría comparar con animales que experimentan la vida dentro de las limitaciones físicas y las impuestas por su capacidad mental. Estos animales serían completamente ajenos al mundo coexistente de los humanos y su tecnología.
Análogamente, las entidades detrás del fenómeno OVNI parecen estar operando en un plano de existencia infinitamente más alto que la consciencia humana, donde los vestigios de las memorias de abducción son la mera consciencia que es posible tener de ellos.
Y aquí otro peculiar razonamiento: ¿acaso las enfermedades mentales, aquellos quiebres de personalidad, se deban acaso a un archivo mental mal cerrado durante un proceso de abducción de la imagen binaria mental? Recordemos cuántas veces se han perdido documentos debido a un malhadado corte del suministro eléctrico, donde es imposible recuperar el archivo sobre el que se había trabajado.(2)

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(1) Minderle en los párrafos previos profundiza sobre el bloqueo de fase:
El aura es un campo de resonancia que codifica qué región del holograma es accesible para el bloqueo de fase y, por tanto, qué clase experiencias son atraídas. Hasta cierto punto el aura asigna la propia función de onda y el dominio. [...] Esta es la razón por la vibración de una persona o lugar se nota sólo cuando uno está lo suficientemente cerca.
(2) Para aquellos que deseen profundizar sobre los patrones comunes presentes en la mayoría de los procesos de abducción, algunos autores recomendados son Bárbara Bartholic, Karla Turner, Thomas Minderle y Laura Knight-Jadczyk; mientras que sobre el tópico de Parálisis del Sueño Louis Proud y su libro Dark Intrusions.

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