Fulcanelli, Aliens y la Cuarta Densidad de la Materia

Preparemos los ingredientes que mezclaremos en nuestro crisol: por un lado un grupo de alquimistas esclarecidos, por otro una realidad, o mejor dicho, un estado de la materia, que por determinadas razones de control se prefiere que permanezca oculta y en último lugar, nuestro actual concepto de extraterrestres o aliens; ahora intentemos aplicar nuestro arte, solve et coagula reiteradas veces, hasta lograr desprender las groserías y destilar nuestro elixir.

Fulcanelli -tal vez un alias grupal con el fin de abolir el ego- nos comenta en Las Moradas Filosofales (capítulo V: Química y Filosofía):
Decir, por ejemplo, que dos volúmenes de hidrógeno combinados con un volumen de oxígeno dan agua es anunciar una trivialidad química. Y, sin embargo, ¿quién nos enseñará por qué el resultado de esa combinación presenta, con un estado especial, caracteres que no poseen en absoluto los gases que la han producido? [...]
Por una parte, si el hecho es innegable y está rigurosamente controlado, ¿de dónde procede el que nos resulte imposible reproducirla por simple lectura de la fórmula encargada de explicar su mecanismo? Pues falta, en la notación H2O el agente esencial capaz de provocar la unión íntima de los elementos gaseosos, es decir, el fuego. Pero desafiamos al más hábil químico a que fabrique agua sintética mezclando el oxígeno con el hidrógeno en los volúmenes indicados: ambos gases rehusarán siempre combinarse. Para tener éxito en la experiencia, es indispensable hacer intervenir el fuego [...]
¿Qué nos desea comunicar Fulcanelli? ¿Acaso el agua no es H2O? El matématico John Nash respondería: no es incorrecto, pero sí incompleto: para combinar los átomos y formar la molécula de agua es necesario algo más; en cierta forma, si el cuerpo -la molécula- es la unión entre los átomos, el alma es el fuego. A todo esto, ¿qué es la Alquimia? La Alquimia es una disciplina filosófica, que si bien es confundida como la protociencia de la Química (por buscar la transmutación del Oro Filosófico -que no es el Oro Material-), tiene como objetivo la sublimación del alma o fuego de los filósofos; Louis Pauwels en Le Matin des Magiciens (El Retorno de los Brujos) nos aclara:
Sabemos lo que pasa en el laboratorio del alquimista. Ignoramos lo que pasa en el alquimista mismo, en su alma. Es posible que todo esté relacionado. Es posible que la energía espiritual desempeñe un papel en las manipulaciones físicas y químicas de la alquimia. Es posible que, para el éxito de la «obra alquímica», sea indispensable un cierto modo de adquirir, de concentrar y de orientar la energía espiritual. Esto no es seguro, pero, en tema tan delicado, hemos de atenernos a la frase del Dante: "Veo que crees estas cosas porque yo te las digo, pero no sabes el por qué; de modo que no por ser creídas permanecen menos ocultas."
En pocas palabras, para la Alquimia todo mineral, planta o animal posee un alma o energía ígnea; este fuego crece en complejidad a medida que avanza de lo inanimado hasta que llega al Hombre. Como menciona Carl Sagan, el fuego es un plasma ígneo. Fulcanelli y Sagan coinciden en un aspecto importante: agregar a los estados de la materia un cuarto estrato denominado plasma: así tenemos sólido, líquido, gaseoso y plasma. En realidad, los cuatro estados son sólo incrementos en la energía con que vibra la materia; consideremos que merced a la fórmula E=mc², la materia es tan solo energía congelada; rescatemos las palabras de John Ernest Worrell Keely quien en el año 1892 sostuvo:
No existe división de materia y fuerza en dos términos distintos, dado que ambos son lo mismo. La fuerza es materia liberada; y la materia es fuerza cautiva. La materia es energía retenida y la energía es materia libre.
La Gran Obra alquímica
Fulcanelli intenta exponer en Las Moradas Filosofales las diferencias entre la continuación de la Arquimia (o química arcaica, no confundir con la Alquimia) y la Espagiria, es decir, aquello que académicamente se conoció más tarde como las Ciencias Químicas y Medicinales. En ambas y hasta la aparición de la Psicología, se consideraba sólo la materia: los metales, el compuesto, el órgano y el cuerpo; pero no la psiquis: aquel componente vital que la anima y sustenta. Es fácil de ver que un organismo evolucionado como el Hombre, si su psiquis está deteriorada su vitalidad está en peligro.

Pero los alquimistas tratan un Arcano Secreto, que da inicio con el oculto primer régimen del mercurio de los sabios, por el cual todas sus obras son de cruel interpretación: la manera en que la psiquis puede desencarnar de la materia grosera y formar parte de una realidad superior: a este proceso se lo denomina La Gran Obra y se lo simboliza con la Lapis Exilis (la Piedra del Exilio y por cábala fonética la Piedra del Cielo). Y ¿cuál es esta realidad superior? La Cuarta Densidad, una realidad de fisicalidad variable, donde las ataduras físicas se liberan.

Llegados a esta posición ya no tenemos el modelo científico que nos avale, y es necesaria una cuota de fe pues entramos en territorio no cognoscible por medio de nuestros atrofiados órganos de percepción, y que por tanto, nos supera.

¿Pero es posible intentar interpretar esto racionalmente? Aparentemente sí, aunque no del todo... intentémoslo: supongamos un pez que izado en una red, saliendo de su ambiente líquido se enfrenta al estado gaseoso, donde unas manos lo someten, una luz lo ciega y la sequedad lo asfixia... en efecto ha abandonado su estado de segunda densidad y ha sido abducido en la tercera: la densidad de la Humanidad. Ahora supongamos que por un momento, en un espasmo de dolor, en una constricción de su cuerpo lograra un último salto que lo devolviese al Mar... ¿qué podría entender de su visión de nuestra realidad? ¿Acaso podría transmitirle algo a sus hermanos? No, le creerían loco... lo mirarían con un disimulo de risa y palmeándole las escamas de la espalda musitarían: "pobre, tragó mucha agua salada."

Cuando un abducido cuenta sus experiencias terribles en manos de aliens o extraterrestres en la cuarta densidad -la densidad del plasma- su cruel racconto resuena inverosímil a nuestros oídos mundanos... y al igual que los peces que nunca han sido pescados -o tal vez sí pero no lo recuerden y habiten en un estanque artificial-, piensen que desvaría o que es imposible otra realidad fuera de la pecera.

Orquestaciones amorosas (I)

Nos enfocaremos en una de las mayores fuentes de energía para las entidades parasitarias de consciencia superior: la turbulencia emotiva enmascarada en los procesos de enamoramiento y ruptura; debemos bajar a la temperatura helada de los tecnicismos y analizar con suma frialdad una realidad ardiente en deseos... bastante parecido a como el celebrado profesor Emmet Brown hablaba de los románticos bailes: rituales con ceremonia rítmica.

Pareciera que en la alborada adolescente, en pleno preludio del despertar sexual, ocurren una serie de eventos de alta marginalidad; si bien estos hechos no han pasado desapercibidos en el ocultismo, habiéndose etiquetado como manifestaciones poltergeist, en particular rodeando a niñas y jóvenes, ¿se ha cotejado que varios procesos iniciales de posesión demoníaca coinciden también con esta edad? Citemos por ejemplo los casos de Anneliese Michel (sobre el que se basa la película El exorcismo de Emily Rose) y de Ann Haywood (documentado en el libro The Demon Syndrome de la psicóloga Nancy Osborn).

¿Quizá la edad de la preadolescencia guarde una gran cantidad de recuerdos pantalla sobre procesos de abducción, cuyo objetivo sea el de programar al adolescente en la búsqueda de relaciones amorosas que desencadenen una gran cantidad de emociones negativas? El psiquiatra John E. Mack en su libro Contactos (Abduction: Human Encounters with Aliens) plantea un enriquecido paradigma sobre el encubrimiento de los recuerdos de abuso exógeno (cap. VI: La alienación de los afectos):
Los intrusivos procedimientos sexuales y reproductivos, que son un aspecto central del fenómeno de las abducciones, pueden afectar profundamente la vida íntima y el bienestar general de los abducidos. Si no se reconoce la fuente de la "alienación," y las explicaciones convencionales psicosexuales son perseguidas activamente, los problemas se profundizan, como así también el stress de los abducidos y el de sus seres queridos. Por otro lado, importantes beneficios terapéuticos son posibles cuando se descubre la fuente de la disfunción del experimentador.
Si la realidad a la que accedemos cuando dormimos es el reino psíquico sobre el que las entidades parasitarias de conciencia superior poseen total dominio para acomodar a sus designios, ¿podríamos entonces intentar hallar una connotación en los estados transitorios hipnopómpicos e hipnagógicos de la fenomenología de Visitantes de Dormitorio? En este sentido, James Bartley en su artículo Manipulación de los Sueños en el Astral comenta:
Al abducido no sólo puede imponérsele sueños con alta carga erótica o violenta con el objetivo de reprogramar la mente con los hechos que allí se desarrollen, sino que también recibirá imageniería mental de carácter sexual o de contenido tanático durante las horas de vigilia [cotéjese con el término free formal imaging].

Sugerencias telepáticas serán utilizadas para fomentar al abducido a mantener relaciones sexuales de tipo pasional o violento. Esta particular forma de acondicionamiento es sumamente eficaz en las mujeres: la mujer abducida que ha sido así acondicionada puede llegar a ser extremadamente promiscua durante un prolongado período de tiempo. Huelga decir que esto crea una situación en la que la mujer se puede configurar en una serie de relaciones negativas autodestructivas llenas de drama y conflicto.

Los Reptilianos no sólo se alimentan de la ansiedad y el estrés psicológico generado por estas situaciones, sino también a través de la energía sexual ordeñada durante las muchas experiencias sexuales con diferentes parejas.
Utilizando el término védico samskara, que podríamos traducir como condicionamiento mental negativo similar al concepto más orgánico de introyecto presentado por la psicóloga Elan Golomb nos permitimos arriesgar entonces una explicación sobre la inyección de estos patrones de pensamiento que orienten en la búsqueda de relaciones cuyo eje sean las emociones y no los sentimientos o tal vez, como el doctor Wilhelm Reich sostenía, en abolir toda búsqueda sentimental, que degeneraría en un desierto emocional (de su libro Contact with Space):
Los desiertos se basan en funciones naturales que operan en la dirección de la deshidratación de la atmósfera y el suelo, es decir, la muerte. Sin embargo, el hombre puede conquistar y detener el desarrollo del desierto mientras que su estructura emocional no haya sido sometida al proceso que designaremos como "desierto emocional."
De continuar este estoico análisis, casi cínico, podríamos segregar en dos grandes grupos las relaciones de pareja que de este cóctel se obtienen:
  • aquellas basadas en la actividad sufriente de una de las partes: estos casos responderían a lo que la terapeuta y bioquímica Eve Lorgen caratula como interferencia alienígena en las relaciones humanas;
  • aquellas en que la actividad sádica, violenta o pasional sea preponderante.(1)
La doctora Lorgen describe en su libro Alien Love Bite situaciones donde las personas pudieran haber sido programadas o condicionadas para casarse con la gente equivocada, y luego, debido a la programación religiosa o el condicionamiento social provisto desde la temprana infancia, continuen en relaciones que parecen haber sido orquestadas para retener o disminuir su potencial como seres creativos; este tipo de orquestación, donde la energía creativa de uno de los miembros pareciera volatilizarse en emociones negativas, había sido previamente estudiada por Elton Casey Turner, esposo de la desparecida ufóloga Karla Turner quien había comentado:
[...] yo no quería casarme con la persona que fue mi primera esposa; aunque en aquella ocasión no tenía control sobre la decisión. Antes de casarnos, fuimos abducidos juntos, y sujetos a una severa programación mental. Los resultados no fueron felices para ninguno de los dos: ambos estábamos famélicos por encontrar amor y comprensión en el otro, a pesar de que lo intentábamos con todas nuestras fuerzas.
En el libro Los Brujos Hablan (The Secret Science) del autor rosacruz John Baines (Dario Salas Sommer), se nos ilustra este aspecto desde el principio hermético pendular:
Lo más funesto que puede existir en las relaciones de una pareja es la oscilación pasional que se produce entre la unión sexual y los altercados. En un gran porcentaje sus relaciones íntimas se reducen a la siguiente secuencia: unión sexual-altercado, altercado-unión sexual.
Si supieran la forma en que limitan sus posibilidades al mantener esta situación, se abstendrían cuidadosamente de caer en esto. Cada riña conyugal es la simiente de ruina, escasez, desgracia y "mala suerte" que se materializarán fatalmente al cumplirse el período de fructificación de esta simiente.
La doctora Eve Lorgen propone relacionar con el término Carroñeros de la Pasión (Scavengers of Passion) a otro tipo de actividad exógena dentro de las relaciones románticas: el desenganche emocional de uno de los miembros que deja a su compañero renuente al ser su amor no correspondido.

Quid faciam, video, nec me
ignorantia veri decipiet,
sed amor (*)
Para tener una noción completa del fenómeno, debemos reflexionar sobre la posibilidad de que nuestros sentidos no capten la realidad de manera completa (esto científicamente es así ya que la percepción humana barre tan solo una diminuta porción del espectro electromagnético), y existan realidades sutiles —denominadas etéricas— sobre las que las relaciones amorosas proyecten cordones ligados al apego —en la jerga del doctor Samuel Sagan, los denominados cordones etéricos—. Cuando ocurre un proceso de interferencia exógena en la cual uno de los miembros de la pareja es apagado emocionalmente, el cordón se quiebra produciéndose una úlcera etérica la cual es aprovechada por entidades parasitarias que absorben la energía emocional, drenando al individuo, y que muchas veces culmina en un episodio de depresión romántica.

Es necesario considerar que las entidades parasitarias de consciencia superior basan la programación del preadolescente bajo una cuidada evaluación del costo/beneficio energético; en la gran mayoría de los casos, la energía sexual del coito será de mayor provecho que una orquestación romántica; si bien, pareciera que la energía sexual no es tan destilada como la proveniente de emociones debido a una ruptura o aislamiento sentimental, son igual de aprovechables; para delinear mejor esto, el psiquiatra Samuel Sagan comenta en su libro Regresión, Terapia de Vidas Pasadas (cap. III):
Una buena manera de saber si su amor pertenece a las emociones o a los sentimientos es preguntarse qué sucedería si fuese rechazado o traicionado. Un amor que es una emoción puede fácilmente volverse en su contrario. En un instante, "usted ve a su amigo como un cerdo cubierto de suciedad, como una carroza llena de demonios."
Si su amor es resultado de los sentimientos, entonces este amor no terminará si su ser amado responde negativamente. Este criterio es amargo, pero si se aplica con sinceridad usted puede ahorrarse muchas desilusiones y extravíos.
Para concluir este primer análisis, quizá debamos considerar un tercer caso que emerge de los múltiples relatos de abducción de adolescentes entre los 12 a 15 años: (2) cuando la persona es puesta en hipnosis revela un patrón consistente de concepción forzada y retiro de feto antes de cumplir los 4 meses de gestación; (3) en el segundo volumen de The Universal Seduction, el capítulo The meaning behind alien abductions, Thomas Minderle sostiene:
[...] la víctima es generalmente sujeta al proceso invasivo de recolección de óvulos y esperma, que provee la materia prima para el programa de ingeniería genética alienígena; luego el esperma es genéticamente alterado y se combina con el óvulo femenino, y posteriormente es implantado en la abducida para su gestación (aunque puedan existir variaciones de este proceso). En una abducción posterior, el feto híbrido es removido y gestado in vitro hasta su completa maduración.
Las características del programa de hibridación alienígena son sencillas, bastante similar a los procedimientos que se pueden desarrollar en un laboratorio médico de fertilización asistida.
Pero el problema yace en los aspectos metafísicos: implantar un alma consciente a un cuerpo genéticamente alterado es problemático. Muchos híbridos entre Humanos y Grises, con un alto porcentaje de genes manipulados, decanta en un ser débil y frágil. Aparentemente requieren de loosh con la firma energética humana para crecer saludables. Y este es el motivo por el cual durante las abducciones las víctimas femeninas son obligadas a contener y acariciar bebés híbridos; y es también la razón por la cual los óvulos fecundados son implantados en la primer fase en el vientre humano.
Generalmente estos casos llevan a que la partícipe sea examinada y abducida desde pequeña (por cierta configuración genética valiosa en la agenda del factor exógeno), para que luego manifieste problemas de concepción natural, quizá debido al abuso en edad adolescente de su aparato reproductor, o la imposibilidad de mantener una pareja estable, motivado por el daño psicológico, los recuerdos subconscientes o tal vez porque decidan segregarla del resto; al respecto, James Bartley concluye:
Otro punto a considerar es que los Reptilianos y sus vasallos Grises pueden asegurarse que un abducido permanezca aislado y célibe por extensos períodos de tiempo. Se sabe que los Reptilianos pueden alterar los receptores olfatorios de las abducidas hasta tal punto que estas reaccionen negativamente y sientan de inmediato repulsión al olor de las feromonas masculinas.
De la misma forma, a los abducidos masculinos se le altera el sistema endocrino de manera que emitan feromonas que literalmente repelan a las mujeres; y esto no es ni conjetura ni especulación. Es así que los abducidos puedan tener su líbido manipulada por Reptilianos a su antojo y, sin embargo, ser forzados a someterse a largos periodos de involuntario celibato.
Si tal mapa de la realidad nos parece subjetivamente aberrante, debemos considerar que la humanidad procede de la misma forma a la hora de buscar su conveniencia en el entrecruzamiento de la fauna y flora.

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La Ilusión del Tiempo

Hemos recorrido un sinuoso camino a través de diferentes temas que parecen regir la confección del mosaico de la realidad humana. Si bien todavía quedan pendientes algunas aristas que conviene traer a la luz, estaría incompleto si dejásemos de mencionar una de las componentes que más nos condiciona por su extraña naturaleza: la Ilusión del Tiempo.

Suele comprenderse mejor el concepto si se ha estudiado informática, en especial, si se ha experimentado con la depuración de programas. En esencia, esto se debe a que el comportamiento interno de las computadoras, de varias formas, emulan la fábrica de la realidad sobre la que se desarrolla nuestra existencia física.

Básicamente, para aquellos que no han estudiado las artes binarias, las computadoras dividen su entorno en hardware y software; este último, posee diferentes capas de abstracción: perdiendo algo de generalidad encontramos el sistema operativo y las aplicaciones, entre las que podemos hallar los aplicativos de desarrollo, que son programas para diseñar y confeccionar nuevas aplicaciones. Estos aplicativos podríamos imaginarlos como el laboratorio donde el alquimista da ser a una nueva creación; como todo laboratorio posee herramientas especializadas para su trabajo: una fragua, una estantería o un crisol. Una de estas importantes herramientas es el entorno de depuración, la fragua donde las aplicaciones son limpiadas de sus groserías e impurezas; para poder lograr este objetivo, el embrión de la aplicación debe ejecutarse en sucesivas iteraciones dentro de un ambiente controlado que permita identificar y eliminar estas impurezas.

Como mencionamos, las iteraciones son realmente ejecuciones del programa embrión, pero están siendo controladas y pueden interrumpirse en cualquier momento a través de un ambiente controlado por el depurador; aquí suceden cosas interesantes: por ejemplo, la aplicación que se depura puede tomar un camino erróneo o desviación, en ese caso el entorno lo detectará e interrumpirá el flujo de ejecución avisando al depurador para que corrija el problema; pero el artesano puede elegir no hacerlo en dicho momento, quizá porque ha decidido reparar el error más tarde o tal vez porque el problema no se encuentre precisamente allí, sino en un paso previo. En cualquier caso, y aunque hayan pasado varias horas hasta la reparación del inconveniente, cuando el flujo del programa interrumpido se restablezca, para la aplicación en depuración no habrá transcurrido tiempo: todo habrá sido parte de la continua ejecución.

Es curioso que podamos aplicar una analogía similar con nuestra realidad, aunque para el ojo entrenado deberíamos oscurecer el escenario pues no estamos hablando de artesanos dispuestos a depurar errores para su correcto funcionamiento, sino todo lo contrario: hablamos de vigilantes e infiltrados cuyo objetivo es el de crear mayor caos emocional; en la introducción sobre Dinámicas de las Egrégoras, (1) Thomas Minderle nos comenta:
En cada momento en el tiempo nuestra percepción del Universo, inmutable y eterno, no es más que una rebanada de una compleja red de infinitas posibilidades. Técnicamente este multiverso podría denominarse como "vector de estado" o "función de onda" de la realidad. Es un holograma fractal que se despliega infinitamente en el futuro. El fractal en sí no cambia, es sólo nuestra mente que se "desplaza" y por lo tanto genera por sí mismo la ilusión de espacio y tiempo. [...]
Naturalmente, el futuro es un subconjunto de todos los futuros posibles anteriores, aunque en realidad, el tiempo es una ilusión porque, en efecto, existen de manera simultánea todos los niveles en el fractal. Una vez más, este fractal es holográfico; iluminamos con nuestra mente porciones del mismo, de acuerdo con nuestra naturaleza emocional, pensamientos, y sobre todo, con nuestra intención.
[...] Las Egrégoras son los mundos personales que habitamos, la esfera de influencia, rango de percepción y dominio de actividad. Se trata de aquellas áreas del holograma que iluminamos de acuerdo a nuestro espectro vibratorio, nuestro ser, nuestra esencia.
La vida es sueño
La vida es sueño diría Calderón de la Barca,
dado el extraño comportamiento del totem,
¿a quién le pertencerá este sueño?
Es dentro de la ilusión de nuestra subjetiva percepción de la realidad -de la misma forma en que la aplicación embrionaria presume estar ejecutándonse en su hebra independiente y autónoma de tiempo y recursos- cuando efectivamente intrusos modifican el estado pasado y presente condicionando así el futuro, infiltrándose por aquellas tramas que de lejos se aprecian como un entretejido continuo, pero que al acercarse y enfocar la mirada es posible captar los intersticios por donde densidades más sutiles pueden traspasar sin resistencia; al respecto, Minderle postula como la aplicación de conocimiento, tanto en la realidad externa como en la interna, es el factor determinante que condiciona las experiencias de tercera densidad:
Cuando estamos en la necesidad de una lección, nuestro espectro vibratorio carece de ciertas frecuencias: el aura necesita de un patrón particular. Si a nuestro espectro vibratorio le falta un componente, no hay nada dentro de nosotros que pueda repeler por medio de la disonancia, el correspondiente componente exógeno en el holograma; por tanto, en esencia, permitimos la manifestación de lo que más necesitamos experimentar.
Dicho de otra forma, en equilibrio nuestra Frontera de Dominio contiene áreas faltantes en las que encajan los futuros probables correspondientes. Estos futuros probables contienen experiencias significativas, cuyo componente emocional es suficiente para alimentar la expansión de nuestra Frontera de Dominio y llenar así el vacío. Una vez que la lección se aprende, el nuevo estado de equilibrio ya no facilita ese tipo de experiencias porque la brecha se satura, pero el hecho de no aprender la lección deja la brecha más pronunciada que antes; esta es la razón por la cual no aprender una lección a tiempo, hace que se repita en varias formas de creciente severidad.
¿Pero entonces, será posible evitar tal manipulación? En los inicios, tal vez no podremos evitarla, pero sí compensarla; quizá todo comience por internalizar la posibilidad de que dedos invisibles nos manipulen detrás de un velo sutil; entonces, es menester reconocer la ilusión, y comprender que sencillamente aquellos problemas que parecen insalvables o recurrentes sólo se nos han impuesto o implantado sin nuestra autorización; leemos de Neville Goddard en The Law and The Promise (cap. III):
Haciendo el esfuerzo intelectual de reconocer la ilusión en los hechos de la vida, el hombre se mueve de una reacción pasiva y automática a una creación activa; esto rompe con la rueda de recurrencia y construye una acumulativa expansión de su futuro. Si el hombre no lograra crear en el pleno sentido de la palabra, es porque no está siendo fiel a su visión, o también porque sólo piensa en lo que anhela en vez de pensar en su deseo cumplido.
El Hombre es una extraordinaria síntesis, en parte atado a sus sentidos y en parte libre para soñar que sus conflictos internos durarán indefinidamente. [...] No hay nada inevitablemente permanente. Tanto el pasado como el presente existen porque son sostenidos por la Imaginación en algún u otro nivel; y una transformación radical siempre es posible para aquel que se tome el trabajo de re-visionar la parte no deseada de su vida.
Entraremos en más detalle en los próximos artículos, donde se brindarán pistas para establecer procesos creativos o correctivos dentro de la fábrica de la realidad; quizá un potencial objetivo de los procesos de abducción esté relacionado con la implantación de imaginería orientada a la limitación; Alex Proyas hace decir al Dr. Shrieber en la famosa película Dark City:
[Los Extraños] eran una raza de seres tan antigua como el tiempo mismo. Ellos habían dominado la última tecnología, la capacidad de alterar la realidad física a voluntad. Llamaron a esta habilidad "sintonización."
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