Fulcanelli, Aliens y la Cuarta Densidad de la Materia

Preparemos los ingredientes que mezclaremos en nuestro crisol: por un lado un grupo de alquimistas esclarecidos, por otro una realidad, o mejor dicho, un estado de la materia, que por determinadas razones de control se prefiere que permanezca oculta y en último lugar, nuestro actual concepto de extraterrestres o aliens; ahora intentemos aplicar nuestro arte, solve et coagula reiteradas veces, hasta lograr desprender las groserías y destilar nuestro elixir.

Fulcanelli -tal vez un alias grupal con el fin de abolir el ego- nos comenta en Las Moradas Filosofales (capítulo V: Química y Filosofía):
Decir, por ejemplo, que dos volúmenes de hidrógeno combinados con un volumen de oxígeno dan agua es anunciar una trivialidad química. Y, sin embargo, ¿quién nos enseñará por qué el resultado de esa combinación presenta, con un estado especial, caracteres que no poseen en absoluto los gases que la han producido? [...]
Por una parte, si el hecho es innegable y está rigurosamente controlado, ¿de dónde procede el que nos resulte imposible reproducirla por simple lectura de la fórmula encargada de explicar su mecanismo? Pues falta, en la notación H2O el agente esencial capaz de provocar la unión íntima de los elementos gaseosos, es decir, el fuego. Pero desafiamos al más hábil químico a que fabrique agua sintética mezclando el oxígeno con el hidrógeno en los volúmenes indicados: ambos gases rehusarán siempre combinarse. Para tener éxito en la experiencia, es indispensable hacer intervenir el fuego [...]
¿Qué nos desea comunicar Fulcanelli? ¿Acaso el agua no es H2O? El matématico John Nash respondería: no es incorrecto, pero sí incompleto: para combinar los átomos y formar la molécula de agua es necesario algo más; en cierta forma, si el cuerpo -la molécula- es la unión entre los átomos, el alma es el fuego. A todo esto, ¿qué es la Alquimia? La Alquimia es una disciplina filosófica, que si bien es confundida como la protociencia de la Química (por buscar la transmutación del Oro Filosófico -que no es el Oro Material-), tiene como objetivo la sublimación del alma o fuego de los filósofos; Louis Pauwels en Le Matin des Magiciens (El Retorno de los Brujos) nos aclara:
Sabemos lo que pasa en el laboratorio del alquimista. Ignoramos lo que pasa en el alquimista mismo, en su alma. Es posible que todo esté relacionado. Es posible que la energía espiritual desempeñe un papel en las manipulaciones físicas y químicas de la alquimia. Es posible que, para el éxito de la «obra alquímica», sea indispensable un cierto modo de adquirir, de concentrar y de orientar la energía espiritual. Esto no es seguro, pero, en tema tan delicado, hemos de atenernos a la frase del Dante: "Veo que crees estas cosas porque yo te las digo, pero no sabes el por qué; de modo que no por ser creídas permanecen menos ocultas."
En pocas palabras, para la Alquimia todo mineral, planta o animal posee un alma o energía ígnea; este fuego crece en complejidad a medida que avanza de lo inanimado hasta que llega al Hombre. Como menciona Carl Sagan, el fuego es un plasma ígneo. Fulcanelli y Sagan coinciden en un aspecto importante: agregar a los estados de la materia un cuarto estrato denominado plasma: así tenemos sólido, líquido, gaseoso y plasma. En realidad, los cuatro estados son sólo incrementos en la energía con que vibra la materia; consideremos que merced a la fórmula E=mc², la materia es tan solo energía congelada; rescatemos las palabras de John Ernest Worrell Keely quien en el año 1892 sostuvo:
No existe división de materia y fuerza en dos términos distintos, dado que ambos son lo mismo. La fuerza es materia liberada; y la materia es fuerza cautiva. La materia es energía retenida y la energía es materia libre.
La Gran Obra alquímica
Fulcanelli intenta exponer en Las Moradas Filosofales las diferencias entre la continuación de la Arquimia (o química arcaica, no confundir con la Alquimia) y la Espagiria, es decir, aquello que académicamente se conoció más tarde como las Ciencias Químicas y Medicinales. En ambas y hasta la aparición de la Psicología, se consideraba sólo la materia: los metales, el compuesto, el órgano y el cuerpo; pero no la psiquis: aquel componente vital que la anima y sustenta. Es fácil de ver que un organismo evolucionado como el Hombre, si su psiquis está deteriorada su vitalidad está en peligro.

Pero los alquimistas tratan un Arcano Secreto, que da inicio con el oculto primer régimen del mercurio de los sabios, por el cual todas sus obras son de cruel interpretación: la manera en que la psiquis puede desencarnar de la materia grosera y formar parte de una realidad superior: a este proceso se lo denomina La Gran Obra y se lo simboliza con la Lapis Exilis (la Piedra del Exilio y por cábala fonética la Piedra del Cielo). Y ¿cuál es esta realidad superior? La Cuarta Densidad, una realidad de fisicalidad variable, donde las ataduras físicas se liberan.

Llegados a esta posición ya no tenemos el modelo científico que nos avale, y es necesaria una cuota de fe pues entramos en territorio no cognoscible por medio de nuestros atrofiados órganos de percepción, y que por tanto, nos supera.

¿Pero es posible intentar interpretar esto racionalmente? Aparentemente sí, aunque no del todo... intentémoslo: supongamos un pez que izado en una red, saliendo de su ambiente líquido se enfrenta al estado gaseoso, donde unas manos lo someten, una luz lo ciega y la sequedad lo asfixia... en efecto ha abandonado su estado de segunda densidad y ha sido abducido en la tercera: la densidad de la Humanidad. Ahora supongamos que por un momento, en un espasmo de dolor, en una constricción de su cuerpo lograra un último salto que lo devolviese al Mar... ¿qué podría entender de su visión de nuestra realidad? ¿Acaso podría transmitirle algo a sus hermanos? No, le creerían loco... lo mirarían con un disimulo de risa y palmeándole las escamas de la espalda musitarían: "pobre, tragó mucha agua salada."

Cuando un abducido cuenta sus experiencias terribles en manos de aliens o extraterrestres en la cuarta densidad -la densidad del plasma- su cruel racconto resuena inverosímil a nuestros oídos mundanos... y al igual que los peces que nunca han sido pescados -o tal vez sí pero no lo recuerden y habiten en un estanque artificial-, piensen que desvaría o que es imposible otra realidad fuera de la pecera.

6 comentarios:

Anonymous dijo...

Hola. En un momento hablando de las realidades superiores usted habla de una cuota de Fe... pero tambien habría que demostrar que esas realidades superiores lograron atravesar las pruebas de la ciencia, o sea quienes la practican llevan a cabo las preescripciones de las distintas corrientes, la experimentan y luego la corroboran a travez de un maestro. Y eso tipo de realidad solo puedo ser experimentada, tanto como la lluvia solo puede ser experimentada. Y abundan muchos datos de que esas realidades si existen.

ranandîro dijo...

Hola, gracias por compartir.

Creo que hay dos formas de tener Fe: una es la Pasiva, en donde si bien es posible experimentar se prefiere la comodidad de asumir como cierto un paquete de creencias exógeno (acá no hay Conocimiento ni Entendimiento y mucho menos Sabiduría); es este tipo de Fe la de las religiones teócratas. La contracara Activa es descartar la Fe para todo aquello Cognosible, y tomarse el trabajo de analizar y someter a escrutinio cada hebra de razonamiento.

Llegados a un punto comenzará a vislumbrarse un horizonte que se lo puede distinguir pero no Conocer; al menos no por el momento (¿quizá ayude si le digo que nuestra ferretería o hardware mental no estaría preparado para interpretarlo? como si a nuestro perro le intentáramos explicar Algebra o Cálculo Diferencial).

Por otro lado, la Ciencia de hoy es quizá semejante al Dogma de ayer. Y entiendo que hay muchos intereses creados en que se mantenga así... salvo pensadores marginales que la liberen de su anquilosamiento academicista con una idea revolucionaria; pero aun con investigaciones sobre formas de vida en el Plasma Oscuro (Cuarta Densidad) con un tinte bastante riguroso, todavía continúan siendo desestimadas. Este mismo sitio ha publicado unos papers científicos (en inglés): www.dapla.org/scientific_papers.htm que le animo a su lectura.

Anónimo dijo...

Hola! Que interesante! Me surgio una duda.....nuestro hardware mental se podria modificar o actualizar? De ser posible cual seria la forma de hacerlo?

ranandiro dijo...

Si entendemos al cerebro como el hardware mental, no nos cabe duda que es posible modificarlo, tanto con efectos positivos como negativos; en cualquier literatura médica se encontrará que el uso de estupefacientes modifica tanto la química sino también la estructura cerebral, y no sería difícil vincular los procesos de adicción a esto (incluida la adicción a la propia química cerebral, considere investigar: Cupid's Posioned Arrow y Dark Side of Cupid e intente vincularlo al intercambio previo sobre las substancias).

De hecho, la comprensión moderna de la Alquimia la entiende como la ciencia para actualizar el cerebro; nuevamente, y tenga a bien no considerarnos mercaderes de Pilule Rouge, en la La Historia Secreta del Mundo se expone en el capítulo 2 (La Química de la Alquimia) como potencialmente se desarrolla esto a nivel neurológico.

Este tema conlleva asimismo la migración o expansión del sistema de creencias; si nos permite, y siguiendo la analogía con ordenadores, los contextos de realidad: los componentes fundacionales de los procesos de raciocinio, serían congruentes con los sistemas operativos informáticos. No es posible software flexible, efectivo y eficiente con un anquilosado sistema operativo monotarea y desactualizado.

Quizá agregue un poco de luz cuando hablamos de la biología de los cuerpos sutiles.

Anónimo dijo...

Gracias por responder de forma tan completa , estoy leyendo el material recomendado, al menos lo que encuentro en español

ranandiro dijo...

Te invitamos a que nos contactes al correo de Datos de perfil, así podremos recomendarte algunos enlaces con material bibliográfico.