- el pensamiento teócrata, representado en las religiones dogmáticas, orientadas en un régimen energético de tipo asistencialismo vs. devoción (con la meta de convertir la devoción en mortificación o loosh), y cuyo objetivo es mantener el status quo e ignorancia;
- las sectas herméticas, (1) con rígidas estructuras jerárquicas, y un régimen ritual donde la moneda cósmica del acólito nutre a los iniciados, y éstos al maestro —el gurú o líder de la orden— con un objetivo de liberación parcial del hombre y el inmediato reclutamiento dentro de sus filas;
- las fraternidades de servicio al prójimo, donde no hay intercambio energético sino de información; el conocimiento es libre y se honra la libertad propia y ajena.
Se debe considerar la posibilidad de una secta cuando existe un líder carismático al que se le rinde culto incondicional, cuando se ejerce presión psicológica para la asistencia a reuniones donde se efectúan rituales en los que se debe participar (e.g. el neófito es compulsivamente invitado a acatar un ritual en la ceremonia del que nada se le informa: esto es análogo a firmar un contrato en blanco del que más tarde se sabrán sus consecuencias legales), o bien, cuando no es posible el análisis crítico de las enseñanzas brindadas. Para reforzar este punto de vista y develar el objeto macabro en el tráfico energético, Kyle Griffith relata en War in Heaven (cap. I, pág. 12):
Un guía espiritual se trata sencillamente de un espíritu en el plano astral con suficiente estabilidad mental y poder psíquico para comunicarse con facilidad con un medium particular, deseoso de establecer un vínculo personal. Un asunto para subrayar dentro de la literatura: este vínculo frecuentemente tiene características sexuales. El guía espiritual de un medium por lo general recibe algo a cambio a través de la actividad sexual física. Solamente los magos tántricos orientales y los estudiantes occidentales de magia sexual escriben y comentan esto de manera abierta, ya que la mayoría de los mediums lo practican en secreto.Y es aquí donde debemos utilizar las gafas de las densidades para echar luz a todo esto: la realidad física está formada por los cuatro estados de la materia, todos ellos sometidos a la Ley de Conservación de la Energía, y esto es que todas las entidades deben sustentar sus procesos biológicos incorporando nueva energía a sus organismos. En el caso de nuestra realidad de tercera densidad, los humanos hacemos esto al ingerir alimentos que atesoran la energía en los enlaces químicos; las entidades en cuarta densidad hacen lo propio pero de manera más sutil a través de materia no bariónica, alimentándose del destilado energético derivado de la devoción, emociones y, sobre todo, las liberadas durante el orgasmo. Es por eso que a la realidad física se la denomina entrópica, en contraposición a la realidad creativa o espiritual; en tal clase de realidad, denominada quinta densidad, y en las superiores, no se cobra un canon de existencia o moneda cósmica. Al respecto, una esclarecida Jessy Hoffman expone en los Gurúes de la Nueva Era:
La meditación con mantras no sólo convierte a las personas en baterías para los dioses, sino que los convierten en una extensión de ellos y su voluntad. Bajo el pretexto de entregarse a una conciencia más elevada, los gurúes consiguen que su rebaño se rinda a las deidades bajo la invocación de sus mantras. Aquel que medita, en lugar de convertirse en una forma de realización del Infinito, termina poseído por una entidad a cuyo nombre rinde su mente durante varias horas del día. Sus ojos se vuelven ventanas cósmicas; su carisma irresistible; se transforma así en un recipiente de aquello a lo que se ha brindado a sí mismo. Al igual que un diapasón que entra en resonancia, "el iluminado" arrastra la voluntad de las entidades a las que se ha postrado. A través de ellos, la voluntad "divina" fluye al mundo, sin trabas de los pensamientos, deseos o voluntad del meditador, ya que hace tiempo que han sido sacrificados.Cualquier guía o maestro que se haga llamar ascendido o espiritual pero exija algo a cambio seguramente pertenecerá a la cuarta densidad, tratándose de un simple representante de las entidades egóticas de consciencia superior, y la información que de allí se obtendrá buscará confundir y desorientar; ejemplos de estas manipulaciones encontramos en las diferentes canalizaciones citadas en el libro de Joseph Fisher: The Siren Call of Hungry Ghosts (El Canto de Sirena de los Fantasmas Hambrientos) donde el desaparecido autor, además de cronista, sufre también una aparente manipulación romántica con una entidad no humana; otro notable ejemplo lo encontramos en algunas de las respuestas canalizadas del Material Ra, cuando se incita al intercambio sexual para fortalecer a la medium; peor aun son las invocaciones que se les enseña a los acólitos de las escuelas neognósticas, donde se exige la posternación ante maestros, y se promueve a la invocación de adeptos ya desaparecidos previo a las horas de reposo: (2) no olvidemos que la energía proveniente de la devoción es otra forma de alimento para los seres sutiles.
Odiseo y la ninfa Calypso |
Entendemos como válido entonces que no existe una organización física de la orden rosacruz, y la iluminación del espíritu no puede provenir de ningún maestro humano, sino únicamente de la naturaleza misma.
Curiosa similitud entre las elfas como Galadriel y las ninfas |
Un juramento es tomado por los neófitos durante su admisión a los secretos de la Orden, por el cual se preservan castos a perpetuidad de mujer humana alguna. A través de este sacrificio serán recompensados con la unión con una silfo, una gnomo, una salamandra o una ninfa, cualesquiera de las cuales será mucho más encantadora que la más glamorosa de las mujeres humanas y que además no perderá su belleza por el pasar del tiempo.
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