Consideramos que la ponerogénesis bien puede ser interpretada como el preproceso digestivo de una civilización menor por una superior, entendiendo la degradación de la raza humana como su sustento primario: debe prepararse el bolo alimenticio en una masificación y polarización suficiente para que por sí misma inicie el proceso de desintegración y facilite así su apocalíptica deglución final; el askokin: la sustancia cósmica sagrada, será obtenida en abundancia como los polisacáridos y ácidos grasos lo hacen en el vientre del convidado.
Nuestra visión empero, incorpora unas sazonadas especias encapsuladas en humildes vestimentas, que de lograr romper su envoltura, resultan en substancias antitónicas con eventuales consecuencias purgantes y vomitivas para el parasitario comensal. Estos curiosos condimentos una vez que inician su progresivo esclarecimiento resultan en aderezos poco apetecibles; hemos de reconocer, sin embargo, que el refinado olfato del sistema de control los detecta rápidamente, etiquetándolos como sustancias insurgentes y desagradables, utilizando toda su artillería hiperdimensional en busca de una rápida eliminación. Aunque este constante ataque resulta en un inesperado pero inevitable efecto: la fractura de la crisálida y el eventual proceso iniciático de un sanador.
A lo largo de esta colección, hemos reconocido numerosos shamanes que han recorrido con pie decidido o fatigado las asperezas del tiempo; algunos nos han brindado fantásticas pistas sobre lo que se esconde tras el velo, mientras que otros han diagnosticado las vedadas enfermedades de la civilización o han establecido encumbradas escuelas de pensamiento que preparan al buscador en sus primeros intentos de acercarse a la verdad; pero queriendo exponer un ejemplo de reconocimiento universal, tal vez a algunos les sonará algo distópica nuestra visión del Jesús gnóstico como el arquetipo del shamán sanador; de las Transcripciones Cassiopaea del 30/09/1994:
P: (Laura) ¿De dónde recibió [Jesús] su enseñanza o entrenamiento?La singular idea que el Jesús histórico sea tan sólo otro exponente de lo que entendemos como Wanderer o Bodhisattva, puede sonar alentador para aquellos que no se han sometido al dogma eclesiástico; en cierto sentido nos da pie a reconocer el trabajo de otras entidades de servicio al prójimo que en remotos parajes y desolados tiempos han encarnado para servir en silencio a la humanidad.
R: Fue canalizado hacia él.
P: Cuéntennos lo que Jesús realmente hizo.
R: Él enseñó verdades espirituales a los que estaban famélicos por ellas.
P: ¿Y cuál fue la base de estas verdades espirituales?
R: Canalización de información de fuentes más altas.
P: ¿Cuál es la verdad que Jesús enseñó?
R: Que todos los humanos son amados por el Creador y son uno con el mismo.
P: ¿Acaso hizo milagros?
R: Algunos.
P: ¿Pueden hablarnos de uno o dos de ellos?
R: La curación.
P: ¿Era capaz de sanar, literalmente, con el toque de su mano?
R: Sí.
P: ¿Realizó exorcismos?
R: Algo parecido.
P: Entonces no hubo crucifixión, no hubo resurrección después de los tres días, es correcto?
R: Bastante.
P: Bien, ¿cuál es la verdad sobre este asunto?
R: Abandonó la Tierra en una nave luego de un estado de sueño extendido.
P: ¿Cuándo fue que entró en este estado de sueño? ¿Se fue un día a la cama a dormir y luego una nave vino y lo recogió?
R: Algo así.
P: ¿Así que le pareció a sus seguidores que había muerto?
R: Ellos pensaron eso.
P: ¿Se levantó en algún momento y dijo algo a alguien antes de irse en la nave?
R: Sí.
P: ¿O sea volvió de la muerte...
R: Sí.
P: ... y luego les dijo cosas que había visto en su sueño meditativo extendido, fue eso lo que sucedió?
R: Algo parecido.
P: Bien, ¿qué pasó?
R: Profetizó y proclamó entonces su eventual retorno.
P: ¿Fue esta información la que obtuvo durante este período de sueño prolongado?
R: Sí.
P: ¿Cuánto tiempo estuvo dormido, o en este estado de semi-muerte?
R: 98 horas.
En el Material Seth se profundiza en la sospecha que más de una persona subyace tras el personaje del Jesús bíblico y que por medio de un cierto estado de trance meditativo sobre el que los iatromantis acceden a un sistema de realidad extendida (¿tal vez la cuarta densidad no limitada por el tiempo lineal en la cual se observa el enfoque selectivo de la humanidad sobre el espacio de variantes?), es como obtienen información que más tarde utilizarán para profetizar en la realidad física humana:
Su figura de Cristo representa, simbólicamente, su idea de Dios y de sus relaciones. Había tres individuos separados cuya historia se mezcla y se hicieron conocidos colectivamente como Cristo: de ahí las muchas discrepancias en sus registros. Estos fueron todos hombres, porque en ese momento de su desarrollo no habrían aceptado una contraparte femenina. [...]
Las tres personalidades Cristo nacieron en su planeta, y de hecho se hicieron carne entre vosotros. Ninguno de ellos fue crucificado. Los doce discípulos eran materializaciones de las energías de estas tres personalidades: sus energías combinadas. Luego fueron totalmente dotados de individualidad, sin embargo, su tarea principal era claramente poner de manifiesto dentro de sí mismos ciertas habilidades inherentes a todos los hombres.
Sea que la crucifixión ocurrió físicamente o no, fue un acontecimiento netamente psíquico, pero que existe al igual que todos los demás actos relacionados con el drama. Muchos fueron hechos físicos pero otros no. El evento psíquico afectó su mundo tanto como el físico, como es obvio. Todo el drama se produjo como resultado de la necesidad humana. Fue creado como resultado de esa necesidad, surgió a partir de la misma, pero no se originó en su sistema de la realidad.Los shamanes nacen como seres humanos (esto distinguiría al Jesús hombre del Cristo divino: el shamán en potencia del sanador esclarecido), pero se distinguen por su refinado y a veces estrafalario sistema nervioso; sus propios iguales reconocen que algo no está del todo bien con ellos, mientras que el shamán percibe algo diferente: el mundo es el que está al revés, pero es la mayoría de la humanidad la que permanece tristemente ciega. De todo este cóctel de sentimientos encontrados y conductas individuales -muchas veces doblegadas por tutores enfermizos-, comienza su lenta fermentación psíquica que se desarrolla en las postrimerías de la infancia y se acrecienta en el transcurrir de una atribulada adolescencia.
Tal vez en la base profunda de estos sentimientos, algún recuerdo epifánico logre emerger y germinar en la memoria conciente; no obstante y en la sociedad moderna, el sistema de control ha diseñado estándares en la psiquiatría moderna para diagnosticar y aplicar una anestésica dósis de psicofármacos para amputar cualquier vestigio conspiranoico de la realidad. Peter Kingsley lo resume con excelencia académica en su libro En los oscuros lugares del saber, los orígenes olvidados del mundo occidental:
Un iatros es un sanador; un iatromantis es un sanador de una clase muy especial: es un sanador que, al mismo tiempo, es profeta, un hombre que cura a través de la profecía. [Ser profeta] significa dar voz a lo que no la tiene, actuar como portavoz de lo divino. Todo tenía que ver con ser capaz de ponerse en contacto -y después hablar- desde otro nivel de conciencia.
En ese otro nivel, la libertad del individuo respecto del espacio y del tiempo es un hecho. La duda no le afecta en lo más mínimo, igual que la creencia: las creencias o dudas no tienen influencia. Para transmitir esta sensación de libertad, uno de los nombres que se daba a esos sacerdotes de Apolo era "caminante celeste," término empleado en el mismo sentido en zonas tan orientales como el Tíbet y Mongolia.
El sentimiento de unidad que experimentaba el iatromantis en otro nivel de conciencia dejó su marca en el mundo físico. Incluso hablar de influencia es limitar la realidad de lo que era una vasta red de nómadas, viajeros e individuos que vivían en el tiempo, pero, al mismo tiempo, estaban en contacto con algo más.
Muchas de las historias y prácticas asociadas con el iatromantis en Grecia tienen su paralelo exacto entre los chamanes, y el modo en que se manifiestan en las tradiciones del yoga indio es más que una coincidencia.