La infraestructura edilicia del Cosmos (I)

Estamos sujetos a comprender nuestra realidad por aquello que percibimos sobre lo que nos rodea; los lectores habituados a esta colección comprenderán empero que esta percepción es miope y eventualmente ciega para todo lo que trasciende la realidad física. Hemos hecho nuestro esfuerzo al presentar un modelo expandido sobre la biología del alma, entendida como un organismo basado en materia no bariónica, el cual podría oficiar como una interfaz plásmica con el sistema nervioso central.

De ser este paradigma una aproximación válida, explicaría la existencia de los complejos autónomos psicológicos como entidades biológicas en un soporte diferente de materia —cuya denominación esotérica seria el sustrato etérico o materia astral— pero susceptibles de poseer niveles de consciencia semejantes o superiores al de los humanos. El libro War in Heaven (La Guerra en el Cielo) propone una disección del plano sutil negativo formado por dos facciones manipulando según sus intereses a la humanidad: los Teócratas (que hemos identificado con los directores de las egrégoras de las religiones organizadas) y el Colegio invisible (relacionados quizá con los grupos sectarios y movimientos sociales contraculturales); en el capítulo XI se hace una descripción de los Bandas de los Teócratas, que reviste grandes similitudes con los anillos que rodean el plano etérico terrestre descritos por Robert Monroe:
Muchos notables tiranos, conquistadores, supinos líderes religiosos, magos negros, y criminales se han convertido en Teócratas después de la muerte, pero también lo han hecho algunas personas que la historia llama santos o genios. El poder corrompe, y la perspectiva de alcanzar la inmortalidad corrompe aún más. Muchas personas con almas altamente desarrolladas, cuyas vidas terrenales fueron vividas con bastante ética optaron por convertirse en Teócratas después de la muerte.
Esto ha sido especialmente cierto en las personas que eran devotos religiosos, pero que luego se enteraron de la horrible verdad acerca de sus dioses después de la muerte. Cuando fueron demasiado poderosos para que los Teócratas los esclavizaran o devoraran, algunos se convirtieron en miembros del Colegio Invisible y lucharon contra la teocracia; pero otros se convirtieron ellos mismos en Teócratas. La tentación es muy fuerte, debido a que los Teócratas, como clase dirigente, han gobernado el plano físico de la Tierra y su plano astral durante la mayor parte de la historia humana. Por ejemplo, la mayoría de los Papas medievales y otros líderes religiosos notorios por ser cínicos y hambrientos de poder son ahora Teócratas.
Kyle Griffith, autor del mencionado libro, logró el contacto con el Colegio invisible a través de rituales claramente enfocados en un negociado energético de tipo sexual, y lo remarcamos pues entendemos que la información suministrada es por lo menos tendenciosa, no tanto por la descripción de los Teócratas, sino porque desestima la existencia del bando positivo de servicio al prójimo o las densidades espirituales; hemos de recordar que las entidades negativas debido a su compulsión al pensamiento ilusorio, sólo pueden ver lo que eligen ver. Por supuesto, el contacto con ciertas inteligencias exosomáticas superiores implica un diferencial de consciencia que dista exponencialmente de la visión humana, a veces con un giro radical aunque no carentes de cierto humor: (1)
P: (Laura) Bueno, ¿hay algún karma negativo en la sociedad, en el juez o el jurado, o en el verdugo, si un criminal es llevado a juicio, declarado culpable de un crimen atroz y luego condenado a muerte?
R: ¿Qué pasa con la guerra? ¿Qué es mejor? Esto es amplio porque todos [los seres humanos] son asesinos y suicidas. Es la suprema lección que todos deben aprender antes de poder pasar a la existencia etérea. Su pensamiento está demasiado simplificado.
¿Tal vez se dude que la orientación humana sea entrópica? ¿Su forma de procurarse alimento acaso no implica la destrucción de otro organismo viviente? ¿Refutaría por casualidad que el hado por encarnar y nacer no es otro que la muerte? Sin embargo, son hechos objetivos que por impotencia o por falta de un punto de vista no antropocéntrico, intentamos denodadamente huir o rechazar con palabras bonitas. Creemos no obstante, que la valentía de aceptarlos es la campana de largada para un cambio, tal vez de proporciones cósmicas.

Un incisivo acercamiento crítico a las canalizaciones —entendiendo que siempre serán tendenciosas y contendrán desinformación— puede ser uno de los pocos caminos para observar con mayor objetividad nuestros viciados conceptos de la realidad física. Pero del mismo modo, el hylerrealismo bungeano o la docilidad ciega y carente de cuestionamientos puede ser la peor prisión que anquilose y entorpezca el desarrollo y crecimiento interior.

Si agregamos el Seth Material provisto por Jane Roberts y Robert Butts junto a las antiguas Transcripciones Cassiopaea, tenemos tres fuentes diferentes que hacen mención a ciertos enlaces estructurales que facilitan el intercambio entre densidades; en War in Heaven, encontramos en el capítulo X una nimia exposición:
P: ¿Cómo funciona la psicokinesis entonces, o no existe en absoluto?
R: Existe, pero no es nada de lo que piensas ahora. De hecho, el concepto que tienen de la naturaleza de los poderes psíquicos es un revoltijo de simplificaciones y errores. La
psicokinesis no mueve ni cambia la materia física directamente, pero puede hacerlo trabajando a través de los vínculos entre la materia física y astral. Estos enlaces son el "secreto de la vida."
Si bien es la única mención que se efectúa en estas canalizaciones sobre los vínculos inter-materiales, en las siguientes páginas se los relaciona con la diferencia entre materia orgánica e inorgánica: la materia orgánica poseería una componente compleja en el plano astral donde el invisible cablerio energético enlazaría el sustrato corpuscular con el inmaterial; entonces la vida biológica sería una emergente sistémica de este intercambio entre diferentes densidades de la materia. Afortunadamente, el Seth Material se expone con mayor profundidad, y se afirma la capacidad de pasar de un camuflaje o sistema (densidad de la materia) a otro, pero denominándoles como Puntos Coordenados:
Existen puntos de coincidencia en los que, en ciertas condiciones, se puede pasar de uno de estos sistemas a otro. Por supuesto, no necesariamente están separados en el espacio que ustedes conocen. Estos son los llamados Puntos Coordenados, donde un camuflaje se fusiona con el otro. En su sistema, algunos de ellos son geográficos pero en todos los casos se necesita una sintonización preliminar de la conciencia. Tales pasajes sólo pueden hacerse en experiencias fuera del cuerpo. Todo individuo tiene acceso en sus sueños a la información que poseen Los que hablan [Wanderers, aquellos con capacidad de despertar a otros]. Existen estados adyacentes de conciencia que ocurren dentro de los patrones de sueño y que sus electroencefalogramas no pueden detectar, "corredores" adyacentes a través de los que viaja vuestra conciencia.
Ahora bien: estos Puntos Coordenados activan por sí mismos el comportamiento de los átomos y las moléculas al igual que, por ejemplo, el Sol ayuda al crecimiento de las plantas. Las coordenadas activan el comportamiento generador de átomos y moléculas, y amplían en gran manera su capacidad de cooperación, es decir, su tendencia a agruparse en organizaciones y grupos estructurales. Los Puntos Coordenados magnifican o intensifican el comportamiento, la espontaneidad latente inherente a la materia física. Actúan como generadores psíquicos, impulsando a la forma física lo que aún no es tal.
Callanish emplazado en una
zona "ventana."
Parece que hemos dado con algo sustancial: la infraestructura edilicia del Cosmos aparenta anclarse y sostenerse a través de estos extraños vínculos o puntos; la idea de que existan zonas geográficas donde estos puntos posean ciertas implicancias en sus alrededores nos relaciona con las Líneas de Ley y las Zonas Ventana; estas líneas explicarían la ubicación de los círculos de piedra como Stonehenge o Callanish, y las estructuras piramidales como la de Giza. Las Líneas de Ley fueron estudiadas por el prestigioso investigador Thomas Lethbridge y nuestro respetado Juan García Atienza cuando trazó la historia oculta del legado templario:
Si nos molestamos en escarbar hasta su estructura primigenia en estos caminos equívocos seguidos por los ocultistas de todos los tiempos, nos encontramos con que, en todos ellos, hay una meta específica que domina a todas las demás: la victoria sobre los conceptos aparentes del tiempo. Y esta victoria, cuando se consigue, se alcanza por medio de dos vías que, en el fondo, no son más que una: la experiencia directa y el conocimiento. En ambas, tendientes a un mismo fin, la elección depende del individuo, según dominen en él las capacidades psíquicas o la fuerza intelectual.
Al final de ambas vías está el encuentro definitivo con una realidad distinta de las apariencias percibidas por los sentidos. Una realidad en la que estamos todos inmersos, pero a la cual las percepciones sensoriales confieren una visión engañosa.
Ahora bien, Atienza nos facilita adicionar una idea llamativa: estos puntos coordenados no son exclusivamente geográficos sino que pueden ser también temporales: ¿acaso el trazo ominoso de épocas apocalípticas y de cambio de era estará relacionado? Perseguiremos esta idea en la siguiente entrega.

Sobre canalizaciones y espíritus hambrientos

El fenómeno de canalización es un ingrediente fundamental de la New Age, una usina de ideas para la Ufología y un área de estudio para la Parapsicología; numerosos canalizadores han ofrecido su material, en algunos casos sin editar (casos como Seth Speaks, Cosmic Awareness y Ra Material), para que los lectores elaboren sus propias conclusiones; otros, en cambio, realizan una exégesis junto a una investigación y aportes adicionales que respaldan el material (los libros de Allan Kardec sobre Espiritismo, la serie The Wave de Laura Knight-Jadczyk junto a ZetaTalk de Nancy Lieder son los ejemplos más notables).

En nuestra búsqueda, empero, no hemos encontrado oferentes que pongan en jaque -o al menos en duda- el material que ellos mismos producen, en especial cuando aparecen conflictos en las proposiciones entre las sesiones; las dificultades en estas competencias informacionales surgen cuando una respuesta discrepa total o parcialmente con otra sobre el mismo tema de una sesión previa (nótese que no estamos contando los casos en que un presagio o anuncio premonitorio no se cumple o cuando material de distintas fuentes no coinciden en un mismo tópico).

Desde un punto de vista objetivo, como el que nos proporciona la Teoría de la Información del matemático Claude Shannon,(1) cuando una fuente emite un mensaje sobre un elemento, se podría caratular como confiable cuando el valor informado en el mensaje coincide con la propiedad interrogada del elemento;(2) hemos visto algo semejante cuando hablamos sobre los experimentos del astrofísico Jacques Vallée con la visión remota. La teoría del doctor Shannon hace uso del Algebra de Boole, que utiliza técnicas algebraicas para tratar expresiones de lógica proposicional.(3) El valor de confiabilidad de la fuente podríamos resumirla en la probabilidad de certidumbre o certeza que nos informa sobre un hecho o elemento; cuanto más alta dicha probabilidad, mayor nivel de certeza. El físico teórico Arkadiusz Jadczyk postula en el prólogo de La Onda I una interesante reflexión:
En otras palabras: puede haber transmisiones del futuro hacia el pasado, pero habrá pocos "receptores," y de esos pocos, aun menos estarán apropiadamente sintonizados. E incluso aquellos que lo estén pueden estar sujetos a la "estática." Aun sin estática, aquellos receptores que puedan recibir información pura experimentarán la estática de la "incredulidad" y de la distorsión de la sociedad después del evento.

Existe también otro aspecto que caracteriza dicha transferencia de información: las probabilidades que ésta incluye se relacionan con un
evento elegido; con la elección de uno entre muchos futuros posibles.
Por supuesto, el problema al que nos enfrentamos con las canalizaciones es que no siempre podemos aplicar la experimentación para concluir sobre su valor de certidumbre (y esta es una de las razones por la cual científicamente se descartan como fuente válida); propóngase como ejemplo cualquier enunciado canalizado que pretenda informar sobre las densidades superiores;(4) para un interesante paréntesis literario invitamos este extracto del relato Revelación Mesmérica de Edgar Allan Poe cuando se le pregunta al protagonista en trance ¿Qué es Dios?:
(Después de una larga pausa, entre dientes.) Lo veo... pero es una cosa difícil de decir. (Otra larga pausa.) No es espíritu, pues existe. Tampoco es materia, como usted la entiende. Pero hay gradaciones de la materia de las que el hombre nada sabe, en que la más basta impulsa a la más sutil, la más sutil invade la más basta. La atmósfera, por ejemplo, impulsa el principio eléctrico, mientras el principio eléctrico penetra la atmósfera. Estas gradaciones de la materia crecen en tenuidad o sutileza hasta que llegamos a una materia indivisa -sin partículas-, indivisible -una-, y aquí la ley de la impulsión y de la penetración se modifica. La materia última o indivisa no sólo penetra todas las cosas, sino que las impulsa, y de esta manera es todas las cosas en sí misma. Esta materia es Dios. Lo que el hombre intenta formular con la palabra «pensamiento» es esta materia en movimiento.
Y aunque podamos relacionar la materia última o indivisa con la Gravedad, carecemos de herramientas para poder evaluar la curva de certidumbre dado que las gradaciones de la materia -la cuarta densidad y las superiores- no son perceptibles en términos humanos; al menos no durante el estado de vigilia. Pero este ejemplo nos facilita introducir otro ingrediente en nuestro análisis: la forma en que se canaliza. La canalización entendida como la traducción de información proveniente de un interlocutor exógeno se puede llevar a cabo cuando el medium se encuentra en trance hipnótico (caso del Ra Material), o bien, cuando éste se encuentra en estado de vigilia (como ocurre con Cassiopaea); en este último caso, otro elemento a considerar es que la traducción puede ser llevada a cabo por más de una persona de manera simultánea: todos los participantes ofician de medium.(5) En el libro El Canto de Sirena de los Fantasmas Hambrientos se brinda esta atractiva descripción:
Se describe el proceso de canalización como la unión de las energías mentales de los participantes. Estas energías se perciben y traducen por el Guía y por el medium respectivamente.
Joseph Fisher, autor de la obra precedente, un libro sumamente informativo para cualquier ferviente interesado en material originado por procesos de canalización, propone como reflexión final el más encumbrado acercamiento crítico a cualquier información producida por mediums. El caso de Fisher reviste de una combinación de engaños, mentiras y manipulaciones que concluyen con el suicidio del autor. Curiosamente en sus exequias se menciona un claro episodio de targetting del sistema de control similar al ocurrido con Mac Tonnies, James E. McDonald o Don Elkins:
Fisher murió el miércoles 9 de mayo de 2001, saltando de un acantilado en Elora Gorge, cerca de su ciudad natal de Fergus, Ontario, Canadá. Una variedad de problemas personales, incluyendo una creciente lista de dificultades económicas, pareció haberlo empujado al límite. En una de sus últimas comunicaciones con su editor en jefe, Patrick Huyghe, señaló que las entidades estaban atacándolo por haber escrito este libro.
Para aquellos interesados en un resumen, se trata de una investigación de varios años en que Fisher asiste a sesiones donde una paciente (6) en estado de hipnosis comienza a oficiar como medium para diferentes entidades; Fisher graba regularmente las sesiones donde las distintas "voces" que se identifican como "guías" efectúan consultas y presagios, actuando como consejeros de los participantes. Luego de una serie de imprecisiones y contradicciones, Fisher comienza a dudar y pone a prueba las afirmaciones de estas entidades; en particular, y gracias a las desgrabaciones recolecta la información sobre los relatos de las anteriores vidas de los guías y viaja a distintos países para buscar datos que convaliden sus pasadas existencias; pero después de una concienzuda búsqueda encuentra graves discrepancias y resuelve retornar para enfrentar las mentiras de los guías e intentar quitar del trance a los demás participantes.

Al confrontar los hechos contra las maquinaciones de los guías sin lograr la más mínima retractación de sus engaños, el investigador resuelve retirarse definitivamente de las sesiones mientras que los demás asistentes deciden desestimar sus advertencias, considerando a las entidades como seres sublimes que buscan lo mejor para ellos y consultándolos sobre qué camino tomar en cada situación personal; la medium ha formado a su alrededor un séquito numeroso, que como participantes de una secta, ciegos y carentes de individualidad, consideran que Fisher no había profundizado lo suficiente en sus indagaciones para coincidir con los datos provistos por los guías. Sólo mucho tiempo después, Fisher logra contactar con algunos que han abandonado frustrados las sesiones, cuando su vida o sus afectos entraron en crisis. El libro concluye con una extraña enfermedad que afecta al autor en el momento de la redacción del borrador final.

Fisher efectúa unas concluyentes reflexiones sobre los mediums y el proceso de canalización; algunas de ellas fueron plasmadas en nuestro artículo inicial sobre parásitos etéricos, haciendo cierto énfasis en intentar conocer la naturaleza, propósito y origen de estas entidades parasitarias que asolan veladamente a la humanidad; hemos elegido las dos siguientes como corolario a nuestro primer análisis:
Con el beneficio de la retrospectiva, es difícil para mí entender que los mediums y canalizadores eligen conscientemente un camino tan peculiar que, por lo común, uno evitaría. Ninguna persona en su sano juicio correría el riesgo de asociarse, por no hablar de entregarse, a otra persona o a un grupo de personas sin primero asegurarse razonablemente de su carácter e intenciones. Sin embargo, para llevar a cabo el proceso mediúmnico, es requisito enviar una invitación al otro mundo y tener la disposición de ser controlado por cualquier descarnado que se quiera expresar. Quizá existirán inteligencias superiores que serán conscientes de la receptividad del medium pero quien contesta está en resonancia con el carácter del medium. En consecuencia, lo más probable es que el medium sólo atraiga al tipo de individuo desagradable que en la vida cotidiana sería rechazado o deliberadamente evitado.
En mi caso, después de haber sido cautivado por entidades que demandan ser guardianes del "desarrollo evolutivo," es fácil de ver, en retrospectiva, que su objetivo no era el crecimiento personal, sino la subversión psíquica. Sólo después de mi desilusión desperté al hecho de que las influencias que exterminan la propia individualidad sólo pueden obstruir el crecimiento personal. El verdadero desarrollo espiritual se logra no por dependencia ni por caer en la inconsciencia. El verdadero desarrollo espiritual se ejerce en el desafío cotidiano consciente, en la exigencia de la auto-disciplina, en el esfuerzo de la voluntad y de la conciencia tanto como sea posible. Cuando todo esté dicho y hecho, habrá un acceso directo al Nirvana. Pero en esta era narcisista de gratificación instantánea y soluciones rápidas, la gran decepción de la canalización es que podamos deslizarse sin esfuerzo a la Divinidad. Todo lo que tenemos que hacer es pagar el dinero, tomar nuestros asientos y soñar sobre como descarnados amorosos nos llevan a la iluminación.
* * *
*

Entre senderos que resuenan y se bifurcan

Una importante cuestión que podría estar ligeramente asociada a la tecnología psíquica es que las emociones parecen trascender el tiempo lineal; requeriremos de cierta munición pesada para marchar con algún éxito en nuestra campaña, así que comenzaremos invitando los silogismos literarios del notable Jorge Luis Borges:
La explicación es obvia: El jardín de los senderos que se bifurcan es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts'ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, su antepasado no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos.
Esta compleja idea de series infinitas de tiempo puede conducirnos a una inquietante presunción: la Creación como tal ya existe de forma acabada y completa, con todas sus tramas y desenlaces, y la consciencia funcionaría como un selector entre las distintas ramificaciones posibles. Si por un momento el lector se anima a atravesar el pétreo dintel de nuestro aparente desvarío,(1) apreciará una construcción infinita dimensional —si lo prefiere, en un principio de sólo tres dimensiones— en donde todas las posibilidades del plano físico, con sus subjetivos éxitos y fracasos, coexisten de manera fraternal; para explicar mejor esto, Borges introduce los conceptos de John William Dunne, autor del libro An Experiment with Time (2) donde explica su teoría sobre la naturaleza del tiempo y la consciencia que denominó “serialismo:”
Este [libro] razona que un sujeto consciente no sólo es consciente de lo que observa, sino de un sujeto A que observa y, por lo tanto, de otro sujeto B que es consciente de A y, por lo tanto, de otro sujeto C, consciente de B... No sin misterio agrega que esos innumerables sujetos íntimos no caben en las tres dimensiones del espacio, pero sí en las no menos innumerables dimensiones del tiempo.

[Dunne] postula que ya existe el porvenir, con sus vicisitudes y pormenores. Hacia el porvenir preexistente (o desde el porvenir preexistente, como Bradley prefiere) fluye el río absoluto del tiempo cósmico, o los ríos mortales de nuestras vidas. Esa traslación, ese fluir, exige como todos los movimientos un tiempo determinado; tendremos, pues, un tiempo segundo para que se traslade el primero; un tercero para que se traslade el segundo, y así hasta lo infinito.
Podríamos entender a estos otros sujetos —que no caben en el espacio tridimensional— como entidades que han trascendido el nivel de consciencia humano. De existir estas entidades de consciencia superior, gozarían no sólo de una vista más objetiva del extraño laberinto del tiempo, sino también una capacidad de selectividad no secuencial y de acceso directo (pues experimentarían la cuarta densidad con una libertad tetradimensional); y si estas entidades tuviesen una desconsideración supina o intencionalidad espuria tal vez basadas en algún oscuro provecho de los crueles bucles y callejuelas sin salida, quizá hasta promoviesen el desconcierto y el extravío por los senderos de la depravación y la degeneración humana. El físico teórico Michio Kaku propone en su libro Hyperspace: A Scientific Odyssey Through Parallel Universes, Time Warps, and the Tenth Dimension una idea semejante:
Imagine un ser capaz de caminar por las paredes. No tendría que molestarse en abrir puertas; las atravesaría directamente. [...] Su automóvil nunca quedaría cerrado accidentalmente desde adentro; podría simplemente entrar atravesando la puerta del automóvil. Imagine un ser capaz de desaparecer o reaparecer a voluntad. [...] Imagine tener la visión de Rayos-X. [...] Sería capaz de ver accidentes ocurriendo a la distancia. [...] Imagine un ser capaz de alcanzar el interior de un objeto sin necesidad de abrirlo. [...] Sería aclamado como maestro cirujano por poseer la habilidad de reparar los órganos internos de sus pacientes sin nunca realizar cortes en la piel, reduciendo así muchísimo el dolor y el riesgo de infección. [...]

Imagine lo que haría un criminal con estos poderes. Podría entrar en el banco mejor vigilado. Podría ver los objetos valiosos a través de las enormes puertas de la bóveda, llegar a ellos y sacarlos de ahí. Después podría salir caminando mientras las balas de los guardias lo atravesaran. Con estos poderes, ninguna prisión podría detener a ningún criminal. No se nos podría ocultar ningún secreto. [...] seríamos omnipotentes.

¿Qué ser podría poseer tal poder digno de un dios? Un ser de un mundo de dimensiones superiores. Por supuesto, estas dotes están más allá de la capacidad de cualquier persona tridimensional. Para nosotros, las paredes son sólidas y las rejas de una prisión son irrompibles. Al tratar de atravesar las paredes sólo terminaríamos con una nariz lastimada. Pero para un ser de cuatro dimensiones, estas hazañas serían un juego de niños.
Tenemos entonces una idea de las posibles entidades que se pasean en las invisibles densidades superiores, y esta vez, no se menosprecie, informado casi en términos esotéricos por un integrante del bando cientificista; devolvamos el báculo a Borges quien tiene algo más con que persuadirnos:
Después reflexioné que todas las cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí [...]

El ejecutor de una empresa atroz debe imaginar que ya la ha cumplido, debe imponerse un porvenir que sea irrevocable como el pasado.
¿Lo creerás, Ariadna?—dijo Teseo—
El Minotauro apenas se defendió.(4)
Ahora bien, analicemos la otra cara de la moneda y veamos entonces que aquel sendero atroz debe poseer una bifurcación piadosa. ¿Cómo imponerse ese porvenir que pretendemos? (3) Si las emociones se desentienden del tiempo lineal entonces un marcado patrón emocional en el presente que resuene con el mismo patrón en aquella bifurcación del futuro es la clave; luego, si ambos concuerdan, surge un bucle de realimentación entre la situación actual y la futura que fomenta la licuefacción de ese futuro probable hasta su consolidación en el presente; en las Sesiones Cassiopaea se sostiene:
Si no hay final y tampoco hay principio, ¿qué cosa tenemos? El aquí y ahora que son también el futuro y el pasado. Todo lo que fue, es y será, sucediendo simultáneamente. Esta es la razón por la cual muy pocas personas en la tercera densidad son capaces de entender el verdadero concepto del viaje espacial, porque aun si el viajar por el espacio a través de su tercera densidad es una actividad tan imbuida de características espaciales propias de la tercera densidad como lo sería acostarse en la cama por la noche, en la comodidad de su propio hogar, la coordenada temporal es sustraída de la ecuación. Esta coordenada temporal es algo por lo que sienten tanto cariño como por su propia madre, no obstante, es la mayor ilusión que opera en su densidad. En forma repetida hemos dicho que no existe el tiempo, a pesar de lo cual, en razón de haber sido tan eficientemente programados para aceptar este concepto, no hay manera de que puedan liberarse del mismo, sin importar qué tan fuertemente lo intenten, ¿no es así? Imagínense viajando al espacio exterior. Estarían totalmente perdidos cuando se enfrentaran con la realidad de que todo es todo al mismo tiempo, ¿no lo creen?
Erróneamente se puede inferir entonces que es fácil la “creación de la propia realidad;” postulamos anteriormente que la resonancia emocional acentúa determinados escenarios en la esfera personal; pero ciertamente no es fácil y no viene sin esfuerzos concentrados de nuestra parte. En cierto modo, recibimos lo que brindamos a la vida, y sólo el sincero esfuerzo consciente provoca cambios en nuestro entorno que serán ciertamente positivos. Evitar poner empeño en ello, a través de ese malhadado instinto de rapiña humano, buscando de forma gratuita o por medio del oportunismo lo que debe obtenerse con esfuerzo, es decir, obrar sin impecabilidad, nos convierte en alimento.

Remarquemos entonces que nuestra idea de fondo no es “hacer algo específico para obtener algo específico” como se indica en la mayoría de los textos sobre Creación de la Propia Realidad: esto no se diferenciaría demasiado de un ritual: una conducta mecánica orientada a producir un cambio forzado en la naturaleza a cambio de un negociado energético; deseamos remarcar la idea de la necesidad de estar alerta de cómo la realidad externa refleja parcialmente (dado que es compartida) el paisaje interno y la fuerte necesidad de higiene emocional para mantener un sincronismo positivo sobre nuestra porción de realidad; en este sentido, Thomas Minderle nos advierte sobre las estacas del determinismo en las que se apuntala cualquier desenlace: (5)
Téngase en cuenta que la resonancia emocional sólo se ocupa de la parte sincrónica y probabilística de la vida: lo que todavía está abierto al cambio. También existe la causalidad y el lado determinista que incluye todos los efectos físicos de las causas físicas que, no importa cuánto intente curvar la probabilidad, no pueden ser anulados o deshechos.

Si usted choca su coche, y luego intenta sostener una sensación de alivio, no espere que el accidente se revierta mágicamente, porque lo hecho hecho está; en el mejor de los casos, podrá atraer una recuperación médica fácil junto a una rápida solución legal y financiera del accidente. Cualquiera que sea el futuro probable que usted intente atraer debe incorporar el presente y el pasado preexistente.

Los pensadores de la Nueva Era se equivocan cuando tratan de ignorar los problemas existentes en la actualidad y piensan que por cerrar sus mentes desaparecerá de su realidad. No es así, la ley no funciona de esa manera. Puede configurar el futuro, pero realmente no se puede cambiar el pasado.
* * *
*