Nada es gratis en la vida

Parece un título depresivo o hasta siniestro, pero hay bastante oculto a la mirada simple. No hay muchas dudas al respecto: en una realidad entrópica, todas las transacciones energéticas poseen una carga adicional (o payload); quizá algunos que vivan en la descarriada latinoamérica reconozcan algún patrón similar a las coimas y arreglos, lubricantes de un forzado y oxidado motor de intereses egoístas y del sálvese quien pueda.

Pero hay más: todos aquellos sistemas de creencias sostenidos con fe que intentan tapiar la triste realidad con promesas de salvación y amor, simbolizan el aspecto marketinero que se disimula detrás de un producto comercial: nos han vendido una ilusión, nos han preparado un contrato draconiano con el fin de obtener réditos ocultos de una mala decisión de compra. Ahora bien, la adquisición ya está hecha, ¿verdad? Pero no es suficiente, las autoridades (o sus secuaces) deben exprimir al máximo al consumidor mientras este permanezca ignorante, quizá esto lo quiebre definitivamente y lo convierta también en un parásito que se alimente de otros consumidores... ¡y allí está! la pirámide vampírica siempre amplía su base, pues su punta se deshace en materia exánime. Del libro Secrets of the SaucersOrfeo Angelucci nos comenta:
Durante un tiempo, él [un alien nórdico] permaneció en silencio y yo fui extremadamente consciente del tremendo campo vibracional que lo rodeaba; una tangible emanación de serenidad, amor fraternal y alegría indescriptible. Luego dijo: "Tu sientes y comprendes intuitivamente muchas cosas que no podría comentarte de manera directa, Orfeo. Te has dado cuenta que no somos como los terráqueos en el sentido que funcionamos bajo dimensiones desconocidas para tu mundo. La Tierra es un mundo de tres dimensiones y como tal, mayormente una ilusión. Te puedo decir que para entidades de ciertos mundos, la Tierra se considera como 'un planeta maldito,' la 'tierra de los condenados, de los caídos.' Otros llaman a tu Tierra 'la casa de los dolores.' Debido a que la evolución de la Tierra está basada en el dolor, pena, sufrimiento y en la ilusión de la muerte física. Créeme si te digo que no toda evolución son similares a la de la Tierra, más allá de lo que opinen tus científicos."
El Jardín de las Delicias obra del pintor Hieronymus Bosch
Bien, es un rompecabezas bastante Boschiano, ¿no? ¿Pero es que hay algo más? Es evidente que semejante al tríptico hay más de una posibilidad... acá comienzan a jugar dos conceptos: las polaridades y las orientaciones. La mayoría de las corrientes de pensamiento religioso aseguran la existencia de al menos dos realidades: la física y la espiritual. Hay quienes sostienen que en medio de ambas, en el gris del blanco y negro, en el mixtusorbis, podemos considerar una tercera: la realidad etérica.

Las tres densidades materiales: la tierra, agua y aire filosofales están separadas —o tal vez componen el fondo grosero— de densidades más sutiles que las permean. Estas tres densidades inmateriales o espirituales se encuentran separadas por una cuarta densidad que funciona de nexo entre estas dos realidades. En efecto, el Cosmos, la Creación, es el Todo: el tríptico completo, pero sólo podemos entenderlo encarnando o ascendiendo de una realidad a la vez.

Sin embargo, y conociendo nuestro desasosegado peldaño en la escalinata de la Creación ¿cómo ascender? Nada es gratis en la vida, esa es una importante consigna; es decir, la pasividad y la ignorancia sólo mantienen la situación.

El Libro de Oahspe nos brinda una jugosa información que convalidará cien años después el Material Ra: para ascender todo depende de la orientación con que se polarice una consciencia; los datos que se nos brindan son sencillos en términos matemáticos: cuando una consciencia supera el 50% el servicio al prójimo está en condiciones de ascender, en cambio la otra polaridad requiere del 95% de servicio al ego para el mismo fin.

Estos porcentajes tan disímiles convalidan una de nuestras hipótesis de trabajo: estamos en una realidad desbalanceada en pos del servicio egocéntrico; por eso sólo se necesitan valores por encima de la media en orientación de servicio al prójimo, y amplias acumulaciones para servicio a sí mismo.

Hay sin embargo unas migajas adicionales que han salpicado el camino: si bien nada es gratis y todo debe conseguirse con esfuerzo, las entidades creativas participan en el negocio pero con una postura diferente: cuánto más elevadas en consciencia se encuentran, menor es la diferencia que perciben con el resto de la Creación; esto se puede ver en que si bien no interfieren en el libre albedrío de los que aprendemos en esta densidad, podemos contar con ellos, para que, si lo solicitamos, de manera anónima nos provean de guía y asistencia creativa.

Es importante diferenciar una asistencia creativa de un asistencialismo patológico; en el primer caso, las encumbradas entidades positivas sólo proporcionan guía e información, pero no realizarán el trabajo por el ser humano, pues comprenden que el verdadero negocio está en aprender haciendo las cosas por uno mismo orientándose en la creatividad, en definitiva, en el actuar consciente; en palabras del profesor Tolkien para que seamos co-creadores junto al Creador.

Esto se diferencia del segundo caso, donde las entidades no tan elevadas proveen de asistencialismo a través de intervención que viola el libre albedrío pero que además somete al solicitante a convertirse en un títere de los intereses egocéntricos.

2 comentarios:

Martin D Cernadas dijo...

"...cuando una consciencia supera el 50% el servicio al prójimo está en condiciones de ascender, en cambio la otra polaridad requiere del 95% de servicio al ego para el mismo fin"

Hasta las estadisticas siempre a favor!

ranandîro dijo...

Hasta las estadisticas siempre a favor!

Sí, pero atención: está en condiciones de ascender, aunque es requisito también darse cuenta y comenzar a trabajar en su desarrollo personal. Acá se requiere cambiar el sistema de creencias estándar (el provisto por la cultura o "computador central" bainesiano) por uno más adecuado en optimizar el proceso de desiciones, en pocas palabras: que le permita trascender el sistema de control. Quizá oriente también este artículo.