La Señora (1) quiere lo que todos sus semejantes pretenden: eligen a personas hastiadas o sometidas, enfermas o debilitadas por vicios como las drogas o el alcohol. Las acechan, buscando sus momentos de mayor debilidad para sugerirles palabras de desaliento y perdición: “Adelante, suicídate. Así estarás en un mundo mejor.”Pero, ¡alto! quizá nos estemos anticipando y tomando el camino errado que tanto critican los científicos ortodoxos y dueños del tema... al fin y al cabo, SPM y TID son siglas impuestas por sus escuelas y asociaciones. Vayamos por otro camino que no desafíe al arcontado académico y hablemos de la tarea del shaman, el hombre santo similar al sacerdote exorcista, que con su capacidad innata de unir ambos mundos, el de los presuntos muertos y el de los supuestos vivos, logra desprender las entidades exógenas que pueblan el alma de la víctima.
Cuando estas entidades logran su objetivo, se aprovechan de la energía emocional de la víctima, la que utilizan como alimento. Pero aquellos que terminan suicidándose, se dirigen a lo más bajo de los planos sutiles, y allí deben aguardar hasta que su tiempo se complete.
Sin embargo sucede que algunos escapan de esta situación queriendo retornar de inmediato a un cuerpo físico, y no escatiman en elegir cualquiera, aun los más enfermos e insanos. Es por ello que los médicos a veces sospechan que los enfermos parecen tener más de una personalidad. (2)
Pero ¿quiénes son estas entidades exógenas? La psiquiatra Shakuntala Modi ha estado lidiando con sus colegas la posibilidad que las enfermedades mentales tengan su verdadero origen en entidades que parasitan la mente del enfermo; pero esto no es nada nuevo, una gran cantidad de doctores de la mente han propuesto esta hipótesis de trabajo basados en los resultados prácticos que encierra actuar con este modelo, al liberar almas errantes o complejos psicológicos autónomos que se han anclado en la psiquis del paciente. Por supuesto, esto quiebra de alguna forma los axiomas del materialismo: los muertos son cuerpos en descomposición bajo tierra, ¿no? ¿Acaso esto daría la posibilidad que vampiros incorpóreos reptaran en busca de arterias emocionales que perforar, buscando la saciedad de sus impulsos egocéntricos en humanos que resuenen con su bajo estado emocional?
La doctora Modi en su libro Remarkable Healings coincide graciosamente con los puntos de vista de un enfermo, o en términos más laxos, un padeciente del síndrome de parálisis del sueño: Louis Proud; en su libro Dark Intrusions, Proud elabora sus experiencias durante duermevelas desasosegados en que comulga con extraños seres de fisicalidad variable pero con un único propósito que, para poner paños fríos, abreviaríamos en alimentarse. Pero sobre todo, Modi y Proud coinciden en algo sustancial: nuestras mentes se encuentran expuestas a unas entidades desconocidas u ocultadas por la ciencia ortodoxa. Modi comenta: (3)
Los demonios en mis pacientes usualmente se mofan sobre su tremendo éxito en hacernos creer que ellos no existen. Dicen trabajar muy duro para mantenernos alejados de la verdad respecto a su intromisión en los asuntos humanos, porque si supiéramos de su existencia, entonces podríamos resistir sus influencias y encontrar diferentes caminos para liberarnos de ellos.Intentemos echar algo de luz a todo esto e invitemos a los brillantes conceptos encerrados en el Sepher Ha-Gilgulim (El Libro de la Revolución de las Almas) de los escritos de Isaac Louria (traducción al español realizada a partir de la edición incluida en la Kabbala Denudata de Knorr von Rosenroth):
[...] debido a nuestro miedo innato a la hueste infernal, y por la razón que no podemos percibirlos con los cinco sentidos físicos, tendemos a no creer en su existencia. Durante el tratamiento, lo que me impresionó mucho fue que, bajo hipnosis, mis pacientes reportaron de manera consciente que con la ayuda de Dios y sus ángeles, podemos ser más poderosos que los demonios.
Ellos tienen tanto poder como les dejamos tener; el tema entonces es: ¿debemos sentirnos satisfechos con nuestras creencias y limitado conocimiento, o deberíamos abrir nuestras mentes y buscar la verdad?
Sabemos bastante, y más de lo que hace falta, por qué las envolturas externas se desencadenan en este mundo de manera que empujan al hombre al pecado, y sacuden toda piedra, de modo que excite la cólera de su santo Creador, y que su gloria cohabitante sea enviada al exilio y que el lugar de su santuario sea devastado. Todo esto no es sino el resultado de los pecados de Israel. En cuanto a la manera en que esto sucede, vamos a decirla: Los Exteriores o cortezas son las escorias, los excrementos; la impureza de los siete reyes de Edom, sus nombres, es la muerte; mientras que al contrario, lo que se separa de ellos se llama la vida. Durante tanto tiempo pues como alguna cosa santa permanece en el medio de los exteriores, les mantiene lugar de vida, y les suministra la vitalidad, la nutrición, el aliento; privados de esta santidad, perecen. Se esfuerzan pues para arrastrar al hombre al pecado, para guardar bajo su sujeción, encadenada en su medio, al alma que les asegurará la vida y les alimentará en la tranquilidad. Como los otros, ellos trabajan con miras a su conservación; y como está escrito en Prov. 6, v. 29: “no se puede cubrir de oprobio al ladrón que ha robado para colmar su alma, cuando tenía hambre.”
Los córtices o envolturas, vampiros que cohabitan en la mente y se nutren de sus emociones negativas |
Con esta visión expandida de la biología, que tan sólo implica un peldaño adicional en el ziggurat alimenticio, es como las larvas astrales obtienen energía para su sustento. Pero tenemos un dato de color adicional, que el filósofo rosacruz John Baines lo atribuiría al desbalance del centro magnético debido a la presencia de entidades impuras que afectan la suerte del encarnado: tal es así que en la Tierra, los blancos más habituales no son los estudiantes, sino los que se han recibido pero retornan para ayudar:
Cuanto mayor es la santidad del alma, más abundante es el aflujo que ellas sacan de ella gracias a ella. De donde se desprende, que ellas se esfuerzan sobre todo en hacer pecar a las almas mejores, para enterrarlas en las profundidades corticales, y que los discípulos de los sabios están asediados por mayor número de cortezas que los otros hombres. Esto es lo que hace decir a nuestros venerados maestros: “El discípulo del sabio debe guardarse de salir solo a la noche.” Al mismo tema se refiere igualmente una palabra que ya hemos citado en el capítulo primero: “aquel que es mayor que su vecino, contiene también mayor cantidad de malos deseos.” Tal es la razón por la que vemos a hombres ilustres y superiores a los otros, abandonarse a los más grandes y detestables pecados: con la ayuda de Dios, daremos más amplia explicación de este hecho en este mismo capítulo.Desde la óptica gnóstica y cátara, es posible de ver esto más objetivamente si entendemos que las Potestades de la Creación no suministran jamás energía a un entidad parasitaria: ¿no darle perlas a los chanchos? ¿que el manantial no afluya a un sumidero? Sin embargo, cuando un Guacho, Brujo o Bodhisattva (en la jerga del material de las canalizaciones modernas: un Wanderer) encarna, posee una enorme energía creativa a su disposición; esto, por supuesto, es detectado rápidamente y evaluado cuidadosamente de forma de maximizar su aprovechamiento por parte de los Arcontes: las entidades parasitarias de consciencia superior. (4)
El Wanderer durante su estadía terrenal es puesto a prueba de manera más intensa, restringiéndole de oportunidades y opciones por un afinado sistema de control; lograr resolver creativamente estos inconvenientes y superar las restricciones impuestas, debiera ser su principal dedicación.
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