Parásitos etéricos (I)

Comencemos por algo que cuadre con la definición académica y escalemos poco a poco; parásito: cualquier organismo que vive sobre o dentro de otro organismo vivo, del que obtiene parte o todos sus nutrientes, sin dar ninguna compensación a cambio al hospedador; en muchos casos, los parásitos dañan o causan enfermedades al organismo hospedante.

Hasta aquí nada raro... una persona se lastima; la lastimadura al exponer tejidos subcutáneos no ofrece una barrera a los microorganismos patógenos, ergo emerge la infección. Cualquiera que aprendió a andar en bicicleta sin rueditas conoce alguna historia parecida. Avancemos un poco e intentemos relacionarlo con otras cosas que conocemos; en informática ocurren cosas semejantes: si una máquina está expuesta, por ejemplo, si un firewall o un antivirus es vulnerado o desactualizado, un hacker o virus podría infiltrarse en el sistema; en este caso el firewall cumple un papel muy semejante a la piel, al alejar intrusos y oficiar como barrera filtrante.

Es interesante que un virus o un hacker tienen patrones de conducta similares a la de un parásito: en primer lugar la subrepción (algo parecido a pasar desapercibido); por otro lado y apoyándose en esto usará el sistema infectado para atacar o intentar vulnerar a otros. El ojo entrenado puede reconocer aquí la analogía con los portales orgánicos; de más está mencionar que el papel de parásito es una orientación egocéntrica por excelencia, donde el prójimo existe para suplir y enriquecer la fuente de alimento del predador (cualquier similitud con el concepto de ganado (1) no es pura coincidencia); del libro Moneda Cósmica del autor rosacruz Dario Salas Sommer:
¿Cuáles son nuestros íntimos deseos? Sin duda alguna los nacidos en el Ser y que, en aras de la verdad, pueden ser denominados como propios a diferencia de aquellos que provienen del simbionte informático que, con la mayor de las certezas, son estructuras alienantes, camufladas como algo propio del individuo, al estilo de algunos virus que para no ser detectados se las arreglan para engañar al sistema inmunológico.
Pero aquí debemos hacer un salto que nos deja sin herramientas científicas (hasta que el framework científico se extienda), pues introduciremos la realidad etérica; animamos a continuar a los lectores, aun aquellos que programen en lenguaje C (acaso la informática nos muestra lo mismo: el plano físico ocupado por la computadora material, y el plano virtual donde las direcciones de memoria alojan programas). Para resumir el asunto, diremos que la realidad etérica es un plano más sutil, donde se manifiestan las emociones y pensamientos.

Pensemos lo siguiente: una persona se lastima, pero su herida no es física, sino emocional, por ejemplo tiene una discusión acalorada con su pareja o es víctima de abuso u hostigamiento (bullying). Si bien esta persona no "sangra" fisiológicamente, sí ha sido vulnerada de manera psicológica; aun más, si este hostigamiento es frecuente o la víctima no logra salir de esta situación de tensión emocional, culminará en una depresión.

Aquí podemos ver que la persona pierde su firewall y su blando tejido emocional interno queda expuesto. Todos hemos tenido un compañero de escuela que era el blanco frecuente de chistes y bromas, donde todos encontraban algo hiriente que decirle o reprocharle; donde, confesemos, costaba bastante evitar hacerlo. Es evidente que la humanidad se ha enviciado con el loosh. Asimismo, en casi cualquier organización jerárquica surge un predador up sea level que elige a una víctima mental, social o emocionalmente inferior a la cual explota una y otra vez, humillándola y prendiendo los etéricos colmillos en la expuesta herida que más de una vez concluye en un llanto desconsolado.

Representación urobórica del
parásito etérico o larva astral
¿Y dónde entran los parásitos etéricos? Los ocultos comensales en la mesa de las emociones negativas, aparecen con rapidez y se ocupan de que no se cierre la herida; en palabras de la psicóloga Elan Golomb el introyecto ha colonizado al huésped: cualquier víctima de abuso verá que su situación se repite incesantemente en un ciclo, aun habiendo pasado varios años entre suceso y suceso, donde cambian los nombres de los personajes más no el papel que representan; es evidente que el introyecto posee su propia voluntad y recursos, el psicólogo Jung los denominaba complejos psicológicos autónomos formados por "fragmentos mórbidos" de la personalidad; esotéricamente se podría arriesgar que el cuerpo de deseos posee un propio centro magnético con el cual distorsiona el del individuo hospedante, afectando negativamente los eventos que acontecen a su alrededor; del libro Beyond the Mind de Bernard De Montreal:
Los parásitos de la mente pueden empujar al ego subconsciente hacia acciones obsesivas o ejercer sobre él un poder restrictivo que lo retenga dentro de una forma de inercia que encuentre difícil de superar. Están presentes de una forma u otra en la vida subconsciente como parte de las fuerzas del alma que el ego debe aprender a superar a lo largo de su experiencia evolutiva. Ya sea que etiquetemos a los parásitos mentales como entidades o formas de pensamiento, o simplemente como "la psicología negativa," tiene poca diferencia en el corto plazo. Pero en el largo plazo del desarrollo evolutivo, la diferencia debe ser tomada muy en serio, ya que permite al ego socavar en los misterios de la conciencia para aislar los elementos que le infligen sufrimiento kármico.
Si consideramos a estos elementos parasitarios como entidades, es más fácil tratar con ellos de una manera más objetiva. En cambio, si optamos por subestimarlos como formas de pensamiento, quizá nos falte el coraje intelectual y el beneficio de liberar los recursos internos necesarios con el fin de neutralizar sus influencias y poner fin a su nefasta presencia. Las palabras tienen el significado que elijamos darles. De acuerdo con el grado de objetividad que podamos reunir en el aspecto trascendente de la realidad psíquica, irradiamos más o menos luz. No cualquier hombre puede hacer frente a la idea de que entidades puedan infectar su mente. Sin embargo, sus posibilidades de hacer frente de manera objetiva a la realidad parasitaria se incrementan en la medida de su capacidad de percibir la realidad psíquica como parte de un todo multidimensional.
Es de importancia que los especialistas en las artes de la mente entiendan este tema con la debida profundidad, que trasciende la realidad humana. No obstante y aun sin conocer el fondo de la situación, una víctima puede hallar sosiego y herramientas que ayuden a cicatrizar estas úlceras emocionales; es sumamente importante no dejar de tratar una herida emocional, ya que el tiempo no las cura;(2) es cierto que es incómodo volver a revivir la situación pero ha de doler si ha de sanar. Colin Wilson en Los Parásitos de la Mente (The Mind Parasites) nos comenta:
Nosotros ahora tenemos una importante pista acerca del origen de los parásitos… Ellos no podrían existir aparte de la humanidad, porque ellos eran la humanidad. Y fue esto lo que trajo un nuevo nivel de conocimiento.
Cuando yo le dije a ellos: ‘El Hombre no está solo,’ yo había entendido lo que esto significaba, pero todas sus implicaciones no eran claras para mi; yo estaba hablando acerca de la fuente del poder, significado y propósito.
Este último comentario puede alertarnos de algo por lo menos curioso: quizá estemos acompañados aun estando solos; el difunto investigador de lo paranormal Joseph Fisher coincidió con algunas de las visiones del notable Robert Monroe cuando escribió The Siren Call of Hungry Ghosts (El Canto de Sirena de los Fantasmas Hambrientos, cap. XIX):
Todas las referencias que descubrí en lo que respecta a los espíritus descarnados parecían corresponder con el fenómeno de la canalización en general. Y cuanto más aprendía, más me parecía que los mediums estaban arriesgándose enormemente, al convertirse en los inadvertidos cómplices de cuestionables atenciones por parte de los descarnados. Antiguas enseñanzas espirituales de una gran variedad de culturas hablan de una hueste de seres descarnados que habitan una dimensión cercana a la Tierra.

Este es el plano astral inferior, un triste pozo negro de los muertos, habitado por aquellos que han vivido vidas deshonestas, ignorantes o egoístas. Afligidos por el ansia de toda clase de placeres terrestres, su existencia decadente se enriquece gracias a su apego a ingenuos y necesitados individuos terrestres. Y así, se disfrazan de guías o maestros provocando el apego emocional en los seres humanos y reciclando la erudición disponible a todos los que habitan el universo inmaterial. Sus procesos mentales son tan rápidos como maquiavélicos; sus ansias vampíricas de energía humana no tienen límites.

Estos espíritus descarnados o, en términos Tibetano-Budistas, los "pretas" o "fantasmas hambrientos," son individuos cuyas mentes, en el momento de la muerte física, han sido incapaces de desembarazarse del deseo. Esclavizados de esta forma, la personalidad queda atrapada en los planos inferiores aunque retiene, por un tiempo, su memoria y su individualidad. He aquí el término alma perdida, una entidad residual que no es más que un cuerpo astral en espera; se condena a sí mismo a morir; ha elegido "una segunda muerte."
En el Universo nada se desperdicia, y la energía emocional es un excelente alimento/combustible en las realidades más sublimes que nos están vedadas por el momento. Sin embargo, no podemos negar que son energía (la palabra emoción tiene su raíz en mover, es decir, nos pone en movimiento) y donde aparece la fuente, como el modelo biológico nos indica, tarde o temprano aparece el predador: hoy, la Tierra produce excelentes cosechas de stress, hostigamiento, dolor y desenfreno; antes lo hizo de manera parecida a través de las guerras y las torturas, y en el futuro quizá tome tintes apocalípticos. Colin Wilson concluye:
Tengo otra teoría, que es tan absurda que apenas me atrevo a mencionarla: que los vampiros de la mente son, sin pretenderlo, instrumentos de una fuerza superior. Puede que logren éxito en destruir cualquier raza que infecten. Pero de alguna forma, si dicha raza se percatara del peligro, el resultado sería exactamente el contrario; uno de los principales obstáculos en la evolución de la humanidad no es otro que el aburrimiento y la ignorancia: su tendencia al olvido y a la postergación indefinida de hacerse cargo de uno mismo.

De alguna forma, este es el principal peligro en la evolución -o al menos, un obstáculo- que los vampiros de por sí. Una vez que una raza es consciente de la existencia de los vampiros, la batalla está parcialmente ganada. Una vez que el hombre tiene un propósito y conocimiento, es casi invencible. Por lo tanto, los vampiros tal vez sirvan para inocular al ser humano contra su propia indiferencia y pereza. Aunque, claro, esto no es más que simple especulación...
Para aquellos interesados en el tema, hemos añadido un artículo sobre parasitología etérica que expande e incluye el modelo de las densidades de consciencia. La realidad física es sólo una de las capas de la que está compuesto el Cosmos; algunas teorías, en especial aquellas con ribetes gnósticos, sostienen que la humanidad fue cegada de las restantes realidades con el fin de predarla; como se puede apreciar, tan solo hemos copiado de nuestros hermanos mayores la costumbre de criar ganado.

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(1) En Reality Transurfing de Vadim Zeland, el tomo IV (El control de la realidad), describe de forma esclarecedora la analogía del Pastor de Gurdjieff y la Granja Humana en que se ha convertido la Tierra:
La vida de un rebaño de vacas en la estructura [jerarquía] de una granja es mucho más pobre [que si estuviesen en estado salvaje]. El ser humano evitó a estos animales una gran cantidad de problemas al suministrarles cobijo y comida. Pero a cambio, estos animales tuvieron que entregar a su dueño todos sus objetivos, ahora es él el que determina cómo, para qué y cuánto van a vivir. ¿No crees que esto recuerda a alguien que "hubiera vendido su alma al diablo?"
(2) En el libro Obras Completas del austríaco Sigmund Freud, el capítulo referente a La Etiología de la Histeria, leemos:
Recuérdese la frecuente susceptibilidad psíquica de los histéricos, que ante la menor desatención reaccionan como si de una mortal ofensa se tratase [...] No es la última molestia la que produce el llanto compulsivo, el ataque de desesperación o el intento de suicidio, contradiciendo el principio de la proporcionalidad entre el efecto y la causa. Lo que pasa es que dicha mínima mortificación actual ha despertado los recuerdos de múltiples e intensas ofensas anteriores, detrás de las cuales se esconde aun el recuerdo de una grave ofensa jamás cicatrizada, recibia en la infancia.

8 comentarios:

adepto dijo...

No puedo creer que alguien este escribiendo sobre esto en la web...

Los espacios sutiles y los diferentes estratos de realidad y/o conciencia tienen sus propias especies de flora y fauna.

adepto dijo...

Escuche de la cuarta dencidad y al señor Salvador Freixedo pero siempre trate de basarme en mis experiencias personales con estos temas, fuera de que lei muchisima bibliografia.
Por algunas de esas cosa de la vida, leíste la teosofia de H.P. Blavatsky

adepto dijo...

Es verdad no tiene una orientación única, pero a lo largo de toda la obre toca los conceptos que estas tratando en el blog lo cual es muy interesante.
Ademas esta muy bueno el paralelismo que hace entre estos temas y la informática ;)

ranandîro dijo...

Hola adepto,

es probable que estés al tanto por la calidad de tu mensaje; no obstante te animo a que investigues sobre la Cuarta Densidad, también denominada de Fisicalidad Variable, habitada por lo que se conoce como shapeshifters o cambiadores de forma.

Parte del material investigado para elaborar los artículos surge de autores como Bartholic, Knight-Jadczyk, Jacques Vallee, Mouravieff y el prestigioso Salvador Freixedo.

De la autora que mencionas, conozco Isis sin Velo, pero entiendo que el material no tiene una orientación única.

Martin D Cernadas dijo...

Maravillosa la frase "Ellos no podrían existir aparte de la humanidad, porque ellos eran la humanidad" .
Tengo que leer urgente a Freixedo. Gracias Ranandiro.

Martin D Cernadas dijo...

Me queda una observacion :
Al decir chamanico, la implantacion foranea se ubica en una grieta entre el inconciente colectivo, y el propio inconciente, lugar que es utilizado por los parásitos para "vivir" de las emociones. Y sustraer energia.
Colin Wilson dice que ellos eran la pre-humanidad. Entiendo que heredamos ADN de muchos, de todos, pero, ademas de la pre-humanidad parasitaria, hay algo que NO es humano.
Podrias comentar : ¿Cual es la diferencia entre estos parasitos, y Ente colectivo, o lo diabolico, que NO es humano, pero utiliza a los humanos?
Gracias.

ranandîro dijo...

Podrias comentar : ¿Cual es la diferencia entre estos parasitos, y Ente colectivo, o lo diabolico, que NO es humano, pero utiliza a los humanos?

La mayoría de las lecturas señalan que se trataría del nivel de consciencia de la entidad. En una interpretación subjetiva se podría considerar que los parásitos etéricos tienen un nivel poco mayor al humano (en el sentido que el ser humano no se percata por lo general de ellos).

Ahora bien, pareciera haber una brecha con otras entidades que poseen un mayor Conocimiento, Dominio y Poder, y en cierta forma han tomado una decisión de orientarse hacia la predación, cosa que los parásitos (córtices, almas perdidas o fauna etérica) no ha hecho y sólo sobrevive o experimenta su lugar en la Creación. En este artículo se intenta mostrar un poco esto en una realidad cotidiana.

Estas entidades predatorias pareciera utilizan a los parásitos menores para que efectúen su trabajo, una vez que ellos han detectado la "falla del alma" o "error espiritual" sobre un determinado individuo (como focalizar la lupa en un determinado defecto). En cierto sentido, esto forma una jerarquía, donde las entidades demoníacas ocupan los estratos superiores y se nutren del trabajo de los parásitos, por debajo de ellos, con un menor nivel de Consciencia se encuentra el humano promedio, aquel que ejecuta el programa estándar del computador central o inconsciente colectivo que menciona Baines en el Hombre Estelar.

Es evidente que estas entidades, además de poseer un nivel de consciencia elevado manipulan tecnología que nos supera, surgiendo casi de inmediato la asociación con la ufología, visitantes de dormitorio y proceso de abducción.

Unknown dijo...

Excelente