Reinterpretando la Realidad

Numerosas eminencias que han transitado y erigido los fundamentos de las matemáticas modernas y de la informática, mantenían una doble vida; por un lado, con sus claros esfuerzos racionales sostenidos bajo robustas elaboraciones lógicas que ampliaron el camino de las ciencias formales, pero por otro -y aquí la historia ha tratado de minimizarlo- fueron adeptos de escuelas místicas o se sumergían en las ciencias ocultas. Cabe preguntarse hasta qué punto cada disciplina habrá influenciado los resultados alcanzados en la otra.

Charles Babbage quien sembró la semilla de la computación mediante sus engendros diferenciales y analíticos tenía la costumbre de investigar hechos paranormales y se había interesado profundamente en el fenómeno poltergeist y la comunicación espiritual. Anteriormente, el gnóstico Rene Descartes postulaba su lucha contra las potestades demoníacas del Demiurgo que habitaban en los recintos de su mente, y que sólo Dios lo salvaría del engaño. Incluso Isaac Newton, un incansable buscador de la lapis exillis y estudioso avanzado de la Alquimia decidió encontrar los por qués ocultos que predecían el Apocalipsis.

Hará cuestión de pocas décadas atrás, dos científicos recluidos en una desolada biblioteca comenzaron el trabajo épico de construir un sistema operativo multitarea; para lograr esto, crearon un lenguaje de programación sumamente versátil y a su vez poderoso, conocido luego como lenguaje C. Una de las principales características fue su minimalidad y peculiar aproximación al lenguaje de máquina, que lo hacía rápido y conciso a la hora de aprender, y evitaba que los programadores tuviesen que conocer cada arquitectura en particular; es así que al lenguaje C se lo denomina lenguaje intermediario. La mayoría de los sistemas operativos de hoy en día, para computadores y celulares están escritos en este lenguaje, como así también la mayoría de los demás lenguajes de programación.

El iceberg como metáfora del
type casting de estructuras en C
El lenguaje C tiene una peculiaridad que lo separa de otros y se denomina casteo type casting (la mejor traducción al castellano sería reinterpretación), y se utiliza y mucho a la hora de trabajar con estructuras complejas. De hecho, lo bueno del casteo es que facilita la manipulación de estructuras de manera de ocultar complejidad en secciones del código donde no es necesario su procesamiento; podría decirse que la característica del encapsulamiento del paradigma de objetos nació de alguna forma en el casteo, y por supuesto es más que aprovechado por su hermano mayor: el lenguaje C++. Pauwels y Bergier pueden aportar algo significativo al respecto cuando escriben en El Retorno de los Brujos el siguiente párrafo visionario:
La conciencia humana es parecida al iceberg que flota en el océano: la parte mayor está debajo del agua. A veces, el iceberg oscila y pone de manifiesto una enorme masa desconocida; entonces decimos: he aquí un loco. Si fuese posible establecer una comunicación directa entre las masas sumergidas, en la pareja médico-enfermo, por medio de algún «amplificador psiónico», las enfermedades mentales podrían desaparecer completamente.
Bien, ¿pero qué tiene que ver el casteo con la Realidad? En artículos previos, se había comentado sobre las densidades de consciencia, habiendo definido la consciencia como la capacidad de procesar información para la toma de decisiones. Esto es lo mismo que decir que un individuo es incapaz de tomar una decisión óptima sobre algo que no conoce; aquí el ojo entrenado puede comprender donde el sistema de control hinca sus colmillos... de las Transcripciones Cassiopaea, sesión del 12 de Agosto de 1995:
Observen: este es uno de los muchos modos de ataque utilizados con gran éxito por aquellos que desean ver que los esfuerzos [conscientes: la Búsqueda de la Verdad] cesen, y el ataque es bien ingenioso porque se trata de jugar con la mente subconsciente, donde el 92% de todos los procesos de pensamiento se originan en [los seres de] la Tercera Densidad.
En programación es común que determinadas rutinas manipulen información como ristras de bytes, pero donde se desconoce su contenido o aun su estructura; esto es así pues no todos los programadores tienen consciencia de qué información efectivamente están manipulando (e.g. una función de compresión no necesita conocer la naturaleza de la porción de memoria que comprimirá, si allí hay un documento de texto, una imagen o una melodía).

Cuando una rutina puntual requiere conocer que hay dentro de una porción o bloque de memoria, es cuando surge la necesidad de convertir esa ristra de bytes en una estructura manipulable por un programador especializado mediante una operación de casteo. En ese momento, dicha porción es reinterpretada bajo la estructura adecuada y lo invisible se hace visible.

Este tipo de enfoque es el que utilizan las autómatas finitos de los Antivirus en el reconocimiento de patrones de una posible infección, al interpretar una porción de memoria con diferentes enfoques o estructuras, e intentar reconocer un tipo de virus, aunque su código sea mutante; incluso de esta forma es posible hallar virus nuevos de los que no se conoce una cepa testigo.

¿Sería posible plantear una analogía con la clarividencia... como el caso de Nicolai Levashov con la capacidad de ver y diagnosticar órganos que han sido parasitados de manera etérica? ¿Está en nuestra mente y en el Conocimiento puesto en acción la capacidad de reinterpretar la realidad y comenzar a reconocer aquellos patrones que para la mayoría son invisibles? ¿Será posible comenzar a ver que la mayoría de las dificultades humanas tienen sus raíces en una realidad no visible, a la que necesitamos entender y comprender para empezar a sanarla?

7 comentarios:

Carro dijo...

Ante todo felicitaciones por tu excelente blog (me tomaré la confianza de tutearte, si te parece bien) que brilla como una de esas escasas perlas en el mar de la información. He comenzado a leerlo hace poco desde el principio y me apetece responder a la pregunta que dejas abierta.

Lo que propones se me antoja similar a descubrir la figura oculta en el estereograma, cuando se sabe "el truco" casi todo el mundo puede hacerlo. Si no se sabe es necesario que alguien que ya sabe lo explique. Es decir, tenemos la potencialidad pero nos falta un empujoncito.

La respuesta que frecuentemente escucho a porqué no se difunde este conocimiento es que la gente común se asusta y lo rechaza o bien no tiene la perseverancia suficiente, pero nunca me ha parecido que sea la respuesta verdadera, al menos para mí.

ranandiro dijo...

Gracias por comentar.

Efectivamente coincidimos en la analogía de la figura oculta. En informática, las herramientas sobre minería de datos descubren situaciones -quizá menos macabras que las que exponemos- que se manifestaban en el silencio del tumulto.

Pero como mencionas, tampoco deberían calificar como macabras estas situaciones; sucede que hemos sido adoctrinados a una visión antropocéntrica de la realidad, y algunos encontrarán dificultoso cambiar o extender su sistema de creencias.

Carro dijo...

Es un placer, y un privilegio para mi, poder intercambiar opiniones e ideas sobre estos temas.

El primer artículo que enlazas es una excelente ampliación sobre el tema (quizá debí leer el blog entero antes de comentar, pero eso nos habría evitado este pequeño intercambio). Al mencionar la minería de datos en un contexto humano me has recordado el planteamiento de Douglas Adams en "La guía del autoestopista galáctico" en la que presenta a La Tierra como un enorme sistema informático que usa a la vida sobre él como elemento de procesamiento. ¿Quizá sí que estamos minando datos en un sentido mucho más literal de lo que imaginamos?

Después de todo, si ya somos usados como generadores de energía (¿o disipadores?) ¿por qué no usarnos como elemento de procesamiento? Ciertos conceptos como los egrégores adquieren un matiz interesante bajo esta perspectiva de sistema de información. También me resulta interesante el aumento de la consciencia como una mejora en la capacidad de procesamiento al tener éxito en el minado de datos.

Quedaría pendiente dilucidar que resultados son los que se buscan...

ranandiro dijo...

Desde la perspectiva de Robert Monroe, la vida orgánica es utilizada para minar recursos energéticos que, de otra manera, se encontrarían de manera esparcida en la Realidad Física; si a esta visión le sumamos el punto de vista vertido en las Comunicaciones Cosmic Awareness, podríamos interpretar al loosh como la emisión etérica del sustrato orgánico del adrenocromo.

Pero comprendamos que el Cosmos tiene a su vez más estratos que el físico y el etérico. En las Transcripciones Cassiopaea se arroja bastante luz al respecto, cuando se menciona los ciclos cortos y los ciclos largos de aprendizaje; encarnar en el plano físico quizá implique convertirse en una especie de transductor al ceder energía desde el propio núcleo espiritual a las entidades entrópicas hasta que la curva de aprendizaje se amesete: de alguna forma esto lo convierte en un ciclo corto, dada la aceleración del aprendizaje motivado por los duros efectos detrimentales de la Realidad Física (3D); por otro lado, la Realidad Espiritual (5D) implica un ciclo largo dado que la entidad no se somete, poéticamente hablando, al arcano cincelador de sabios o de manera prosaica al Fuego de los Alquimistas (sufrimiento).

Si conectamos esta idea con el sistema de control hiperdimensional todo converge a una idea común: las entidades parasitarias se nutren de la energía disipada durante los procesos de depuración de las entidades creativas; en resumidas palabras: la falta de impecabilidad nos convierte en alimento.

Carro dijo...

Al margen del modelo en el que los habitantes de cada densidad (usaré la terminología del blog aunque no termino de ver claro la validez de este modelo pese a toda la bibliografía que lo referencia) sirven de procesadores de energía, sutilizándola, para los habitantes de la densidad superior a la suya, mi comentario se centraba en el tratamiento que se hace de la información que se genera durante la evolución de la consciencia al que te referías como "el proceso de depuración de las entidades creativas".

Pese a todas las explicaciones leídas, quizá por tozudez por mi parte, no he llegado a entender la necesidad del sufrimiento, en particular cuando viene aparejado de la falta de consciencia que permitiría "cincelar al sabio". ¿Podemos exigirle impecabilidad a alguien que nazca en condiciones tan desfavorables como la mayoría de la población del planeta? Pareciera que el sistema estuviese desbalanceado en la proporción coste (energía invertida por el núcleo espiritual) / beneficio (aprendizaje obtenido) muy a favor de las entidades entrópicas. Y pienso esto desde la experiencia de que una educación que deja de lado el sufrimiento (al menos el que no se comprende) produce mejores personas y creo que es algo extrapolable al mundo en que vivimos, tan castigado por el enaltecimiento del sufrimiento, en particular por el catolicismo lo que nos llevaría de nuevo al factor exógeno. Entiendo que la pirámide alimenticia que nos incluye es algo natural, pero no me parece que el mundo en que vivo sea como debiera (pese a que es como debe ser).

Pensaba que quizá enfocando la cuestión desde otro enfoque diferente al del sistema energético (aunque necesariamente conectado a este) podría quizá reducir un poco mi ignorancia.

ranandiro dijo...

Cuestionamientos profundos, y tal vez lo difícil del caso sea que para esgrimir una respuesta adecuada debamos hacer uso de la fe, entendida como el sesgo positivo sobre aquello incognoscible.

> Pese a todas las explicaciones leídas, quizá por tozudez
> por mi parte, no he llegado a entender la necesidad del
> sufrimiento, en particular cuando viene aparejado de la
> falta de consciencia que permitiría "cincelar al sabio".
> ¿Podemos exigirle impecabilidad a alguien que nazca
> en condiciones tan desfavorables como la mayoría de
> la población del planeta? Pareciera que el sistema
> estuviese desbalanceado
[...]

El cuento del Biólogo y la Mariposa es una buena analogía para lo que mencionas.

Compréndase que si nosotros estamos denunciando las artimañas y mecanismos del sistema de control, es evidente que entendemos estar en una realidad desbalanceada, pero hacemos la distinción que sería un error desconsiderarla o ignorarla por tal motivo: a nuestro humilde entender, la Creación (Cosmos) admite las realidades entrópicas dado que su entendimiento y consideración nos encamina a la Sabiduría.

Una frase que ameniza nuestro entender es la Creación es tan perfecta que admite la imperfección.

Ahora bien, respecto a la inquietud puntual que propones, nosotros entendemos que determinadas entidades que encarnan en la tercera densidad sufren (y nunca mejor usado el término) de una marca personal: hemos hablado en profundidad al referirnos a la manipulacion hiperdimensional, y en esto coincidimos con Thomas Minderle y Carissa Conti y muchos otros peregrinos, en que superarla y trascenderla es el objetivo de un guerrero espiritual.

De todas formas, no pretendemos que se coincida con nuestras meditaciones; aquello que mencionas como "tozudez" puede ser su propio camino o una forma de insurrección gnóstica, la cual animamos a continuar.

No obstante, recomendamos que se investigue el documento The 33 Arks of Soul Resonance (si llegas a investigar a los autores: Nexus Seven, nos agradaría conocer tus conclusiones), otro ensayo interesante al respecto es el borrador sobre Realm Dynamics, entendemos que Thomas está por concluir una nueva revisión en breve.

Carro dijo...

Conocía ese cuento, es un buen ejemplo de la necesidad del esfuerzo pero ¿donde está la frontera entre esfuerzo y sufrimiento? En mi humilde opinión es la consciencia la que la marca, como apuntaba anteriormente. He de señalar también que no sabemos si el gusano realmente sufre, aunque lamentablemente he de reconocer que ese mismo pensamiento puede hallarse en los inhumanos ejecutores que convierten en carne de cañón a muchos inocentes hoy en día. Ojalá que su sacrificio tenga un sentido.

Coincido con tu indicación sobre el entendimiento y apreciación de las realidades entrópicas, pero aún disto mucho de la sabiduría necesaria para entender, sólo me queda la fe, como mencionas, en que esto es una escuela y no una cárcel.

Comprendo cuando expones a través de los artículos enlazados tu visión de la vía del guerrero pero el nacer en un medio que alienta la mediocridad en una forma casi antinatural es también un obstáculo a superar tan difícil como un entorno hostil. Es una jaula también, aunque sea dorada.

No siempre se coincide, pero entiendo que suele ser más por una falta de entendimiento que de verdad por las partes implicadas. Si coincidiéramos en todo este intercambio de ideas no sería necesario.

Leeré con detenimiento los textos que me propones y te daré mi opinión al respecto, aunque me llevará algo de tiempo. Gracias por tu atención.