La Ilusión del Tiempo

Hemos recorrido un sinuoso camino a través de diferentes temas que parecen regir la confección del mosaico de la realidad humana. Si bien todavía quedan pendientes algunas aristas que conviene traer a la luz, estaría incompleto si dejásemos de mencionar una de las componentes que más nos condiciona por su extraña naturaleza: la Ilusión del Tiempo.

Suele comprenderse mejor el concepto si se ha estudiado informática, en especial, si se ha experimentado con la depuración de programas. En esencia, esto se debe a que el comportamiento interno de las computadoras, de varias formas, emulan la fábrica de la realidad sobre la que se desarrolla nuestra existencia física.

Básicamente, para aquellos que no han estudiado las artes binarias, las computadoras dividen su entorno en hardware y software; este último, posee diferentes capas de abstracción: perdiendo algo de generalidad encontramos el sistema operativo y las aplicaciones, entre las que podemos hallar los aplicativos de desarrollo, que son programas para diseñar y confeccionar nuevas aplicaciones. Estos aplicativos podríamos imaginarlos como el laboratorio donde el alquimista da ser a una nueva creación; como todo laboratorio posee herramientas especializadas para su trabajo: una fragua, una estantería o un crisol. Una de estas importantes herramientas es el entorno de depuración, la fragua donde las aplicaciones son limpiadas de sus groserías e impurezas; para poder lograr este objetivo, el embrión de la aplicación debe ejecutarse en sucesivas iteraciones dentro de un ambiente controlado que permita identificar y eliminar estas impurezas.

Como mencionamos, las iteraciones son realmente ejecuciones del programa embrión, pero están siendo controladas y pueden interrumpirse en cualquier momento a través de un ambiente controlado por el depurador; aquí suceden cosas interesantes: por ejemplo, la aplicación que se depura puede tomar un camino erróneo o desviación, en ese caso el entorno lo detectará e interrumpirá el flujo de ejecución avisando al depurador para que corrija el problema; pero el artesano puede elegir no hacerlo en dicho momento, quizá porque ha decidido reparar el error más tarde o tal vez porque el problema no se encuentre precisamente allí, sino en un paso previo. En cualquier caso, y aunque hayan pasado varias horas hasta la reparación del inconveniente, cuando el flujo del programa interrumpido se restablezca, para la aplicación en depuración no habrá transcurrido tiempo: todo habrá sido parte de la continua ejecución.

Es curioso que podamos aplicar una analogía similar con nuestra realidad, aunque para el ojo entrenado deberíamos oscurecer el escenario pues no estamos hablando de artesanos dispuestos a depurar errores para su correcto funcionamiento, sino todo lo contrario: hablamos de vigilantes e infiltrados cuyo objetivo es el de crear mayor caos emocional; en la introducción sobre Dinámicas de las Egrégoras, (1) Thomas Minderle nos comenta:
En cada momento en el tiempo nuestra percepción del Universo, inmutable y eterno, no es más que una rebanada de una compleja red de infinitas posibilidades. Técnicamente este multiverso podría denominarse como "vector de estado" o "función de onda" de la realidad. Es un holograma fractal que se despliega infinitamente en el futuro. El fractal en sí no cambia, es sólo nuestra mente que se "desplaza" y por lo tanto genera por sí mismo la ilusión de espacio y tiempo. [...]
Naturalmente, el futuro es un subconjunto de todos los futuros posibles anteriores, aunque en realidad, el tiempo es una ilusión porque, en efecto, existen de manera simultánea todos los niveles en el fractal. Una vez más, este fractal es holográfico; iluminamos con nuestra mente porciones del mismo, de acuerdo con nuestra naturaleza emocional, pensamientos, y sobre todo, con nuestra intención.
[...] Las Egrégoras son los mundos personales que habitamos, la esfera de influencia, rango de percepción y dominio de actividad. Se trata de aquellas áreas del holograma que iluminamos de acuerdo a nuestro espectro vibratorio, nuestro ser, nuestra esencia.
La vida es sueño
La vida es sueño diría Calderón de la Barca,
dado el extraño comportamiento del totem,
¿a quién le pertencerá este sueño?
Es dentro de la ilusión de nuestra subjetiva percepción de la realidad -de la misma forma en que la aplicación embrionaria presume estar ejecutándonse en su hebra independiente y autónoma de tiempo y recursos- cuando efectivamente intrusos modifican el estado pasado y presente condicionando así el futuro, infiltrándose por aquellas tramas que de lejos se aprecian como un entretejido continuo, pero que al acercarse y enfocar la mirada es posible captar los intersticios por donde densidades más sutiles pueden traspasar sin resistencia; al respecto, Minderle postula como la aplicación de conocimiento, tanto en la realidad externa como en la interna, es el factor determinante que condiciona las experiencias de tercera densidad:
Cuando estamos en la necesidad de una lección, nuestro espectro vibratorio carece de ciertas frecuencias: el aura necesita de un patrón particular. Si a nuestro espectro vibratorio le falta un componente, no hay nada dentro de nosotros que pueda repeler por medio de la disonancia, el correspondiente componente exógeno en el holograma; por tanto, en esencia, permitimos la manifestación de lo que más necesitamos experimentar.
Dicho de otra forma, en equilibrio nuestra Frontera de Dominio contiene áreas faltantes en las que encajan los futuros probables correspondientes. Estos futuros probables contienen experiencias significativas, cuyo componente emocional es suficiente para alimentar la expansión de nuestra Frontera de Dominio y llenar así el vacío. Una vez que la lección se aprende, el nuevo estado de equilibrio ya no facilita ese tipo de experiencias porque la brecha se satura, pero el hecho de no aprender la lección deja la brecha más pronunciada que antes; esta es la razón por la cual no aprender una lección a tiempo, hace que se repita en varias formas de creciente severidad.
¿Pero entonces, será posible evitar tal manipulación? En los inicios, tal vez no podremos evitarla, pero sí compensarla; quizá todo comience por internalizar la posibilidad de que dedos invisibles nos manipulen detrás de un velo sutil; entonces, es menester reconocer la ilusión, y comprender que sencillamente aquellos problemas que parecen insalvables o recurrentes sólo se nos han impuesto o implantado sin nuestra autorización; leemos de Neville Goddard en The Law and The Promise (cap. III):
Haciendo el esfuerzo intelectual de reconocer la ilusión en los hechos de la vida, el hombre se mueve de una reacción pasiva y automática a una creación activa; esto rompe con la rueda de recurrencia y construye una acumulativa expansión de su futuro. Si el hombre no lograra crear en el pleno sentido de la palabra, es porque no está siendo fiel a su visión, o también porque sólo piensa en lo que anhela en vez de pensar en su deseo cumplido.
El Hombre es una extraordinaria síntesis, en parte atado a sus sentidos y en parte libre para soñar que sus conflictos internos durarán indefinidamente. [...] No hay nada inevitablemente permanente. Tanto el pasado como el presente existen porque son sostenidos por la Imaginación en algún u otro nivel; y una transformación radical siempre es posible para aquel que se tome el trabajo de re-visionar la parte no deseada de su vida.
Entraremos en más detalle en los próximos artículos, donde se brindarán pistas para establecer procesos creativos o correctivos dentro de la fábrica de la realidad; quizá un potencial objetivo de los procesos de abducción esté relacionado con la implantación de imaginería orientada a la limitación; Alex Proyas hace decir al Dr. Shrieber en la famosa película Dark City:
[Los Extraños] eran una raza de seres tan antigua como el tiempo mismo. Ellos habían dominado la última tecnología, la capacidad de alterar la realidad física a voluntad. Llamaron a esta habilidad "sintonización."
* * *
*
(1) Del original Realm (Reino, Campo, Dominio o Esfera de Influencia), tal vez en relación al concepto shamánico/tolteca de capullo de consciencia o el estrato del mundo personal que comenta Vadim Zeland en el tomo IV de Reality Transurfing; Thomas Minderle agrega:
Todo individuo proyecta y ocupa un único pero no necesariamente autárquico dominio de influencia; algunas frecuencias son compartidas en mayor o menor medida y dan cuenta de las realidades consensuales y experiencias que se comparten. Por lo tanto, los dominios pueden intersecar, suplantar o ser un subconjunto de otra esfera de influencia mayor.
Visto esto a la luz de ciertas enseñanzas rosacruces, en particular aquellas que relacionan la "suerte" del individuo con la presencia de entidades que distorsionan las experiencias, no podemos descartar la idea de los parásitos etéricos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Ranandiro,

Me gustaría saber si puedes ayudarme a comprender mejor este Post.

Destaco esta parte:
"Minderle continúa:
Cuando estamos en la necesidad de una lección, nuestro espectro vibratorio carece de ciertas frecuencias: el aura necesita de un patrón particular. Si a nuestro espectro vibratorio le falta un componente, no hay nada dentro de nosotros que pueda repeler, por medio de la disonancia, el correspondiente componente exógeno en el holograma; por tanto, en esencia, permitimos la manifestación de lo que más necesitamos experimentar."

Por un lado, es necesario experimentar determinado componente exógeno del holograma?
Es necesario una lección?

Y por otro lado, a modo de ejemplo, tu podrías indicarnos cuál podría ser el componente que faltase en nuestro espectro vibratorio y que por lo tanto no pudiera repeler por medio de la disonancia al componente exógeno del holograma?

Gracias por si pudieras responder, te envío mis saludos.

ranandiro dijo...

Gracias por comentar.

> Por un lado, es necesario experimentar
> determinado componente exógeno del holograma?
> Es necesario una lección?


Quizá esta analogía pueda ayudar: intente pensar en el capullo de consciencia como si de una célula biológica se tratara; se encuentra protegida por la membrana de fosfolípidos que actúa de barrera e interfaz con el medio externo; dicha barrera posee permeabilidad selectiva, dado que si fuese totalmente impermeable la célula moriría por inanición, pero por otro lado, de no ser selectiva, facilitaría que entes patógenos la invadiesen.

Mucho de lo que experimentará la célula, a nivel nutritivo, insustancial o enfermizo estará en función de la selectividad o, en nuestra palabras, del discernimiento de la barrera.

Esta imagen que le proponemos es una analogía palpable, si bien invisible a los ojos humanos, en la realidad de la psiquis: si existe un grave desbalance interno (carencia de homeástasis), la psiquis podría "fagocitar" situaciones dañinas y, en vez de alimentarse con las emociones positivas de situaciones "nutritivas" para el alma, producir la ambrosia de los dioses o loosh a través de emociones negativas.

En definitiva, si la psiquis se encuentra en balance respecto a la situación exógena detrimental, ya sea por haber aprendido la lección en otra vida o por medio del conocimiento obtenido y aplicado, no tendrá permeabilidad alguna; en cambio, si le falta dicha experiencia o conocimiento aplicado, carecerá del discernimiento suficiente como para bloquear el avance.

Al parecer, existe una excepción a esto, cuando la psiquis está invadida o hackeada desde su interior; hemos profundizado sobre esto cuando hablamos de los introyectos o parásitos etéricos; entendemos que determinados procesos de abducción pueden estar relacionados con la interposición de implantes de energías sutiles que afectan el balance o homéostasis del peregrino en tierras profanas.

Anónimo dijo...

Estimado Ranandiro,

Muchísimas gracias por responderme.

Ha sido muy claro y agradezco por los links en su respuesta, que me facilitaron dirigirme a
los otros artículos, cuya lectura ha ayudado en la comprensión de lo que me esta diciendo.

Ahora comprendo mejor el punto, y me resuena más decir " o por medio del conocimiento
obtenido y aplicado" que decir por lecciones aprendidas.

Y no solo comprendo mejor este punto, sino que leyendo los otros artículos de referencia,
concuerdo con todo lo dicho, y especialmente que es al "peregrino en tierras profanas" a
quienes más se asedia.

Nuevamente mis saludos y agradecimiento.

P.Arcani

ranandiro dijo...

Es recíproco el agradecimiento: su inquietud nos ha ayudado a redactar mejor el artículo y aportar un punto de vista adicional desde la eterna sabiduría de la Biología.