Masificación latinoamericana

Los hechos de hoy tal vez sean las leyendas del mañana; en el lastimoso cierre de este Kali Yuga asistimos a un embrutecimiento exponencial de la calidad moral humana, y para el ojo entrenado no pasará inadvertido un patrón que está aplicando el pastor, demente pero sagaz: el rebaño marcha silencioso cuando es masificado y apartado del redil.

En América Latina asistimos a una extraña procesión: los Estados aniquilan cada vez más la iniciativa privada. La supresión de la información, o su distorsión, sólo denuncian con claridad los oscuros escenarios por donde hoy transita el poder político. La persecución de aquellos que informan y someten a escrutinio y análisis las injusticias cotidianas son acentuadas no sólo por los que detentan el poder, sino por la masa ignorante, que sometida o anestesiada marcha como sonámbula al compás de sus hábiles titiriteros. Del verdaderamente iluminado Salvador Freixedo de su libro La Granja Humana:
La liberación de la Humanidad no llegará mientras no haya muchos más hombres libres internamente que sean capaces de asumir sin corromperse la dirección de sus hermanos menores o menos evolucionados. Y la verdadera libertad del hombre está dentro de sí. Tiene que liberarse internamente de sus ambiciones, de sus miedos y de sus dependencias voluntarias y tiene que llegar a una adultez intelectual para no dejarse engañar y para que su mente se haga más creativa y se prepare para futuras etapas, fuera ya de este planeta rudimentario.
¿Nos encontraremos ante las puertas de un Estado Unico que lo controlará todo? ¿Quizá cruzando las aguas que separan ocurra tal vez lo mismo en el viejo mundo, al este del Mar? ¿Serán tan sólo tentáculos del Gran Kraken, de la Bestia del Fin? No lo sabemos con exactitud, pero lo exponemos para que otros Peregrinos que recorren en silencio las estepas áridas del Tiempo tomen noción ante tantos eventos sobre el tablero de la humanidad.

La masificación es un sinónimo de la supresión de la creatividad individual, apagando la chispa del espíritu humano al plegarse sobre las notas más repetitivas, disonantes y vanas; recordemos que así era la música de Melkor, el más poderoso de los Ainur: como no podía alcanzar la belleza y profundidad de la sinfonía de sus hermanos, decidió ahogar con tonos chillones y monótonos la Gran Canción de Iluvatar; no obstante, aun en sus esfuerzos más osados y violentos, el Ainulindalë adquiría mayor belleza al utilizar aquellas notas más salvajes y darles un cariz inimaginado para la consciencia oscura que las había entonado.

Las entidades negativas quizá hayan iniciado el movimiento despiadado de sus cartas más oscuras, comenzando a reunir desde las cuatro puntas del Mundo el ziggurat piramidal del servicio egótico: las persecuciones a profetas, investigadores objetivos y denunciantes de las atrocidades de la realidad humana comenzará a profundizarse. A las autoridades, y no hablamos de los títeres políticos humanos, les conviene un rebaño obediente y callado, pero sobre todo ignorante, que se dirija presto y sin cuestionamientos al matadero; en las proféticas palabras sobre el riesgo del posible contacto con alienígenas del prestigioso Stephen Hawking:
Si los extraterrestres nos visitaran, los resultados serían como cuando Colón llegó a América, que no salió bien para los nativos americanos.
¿Y esto es todo? No. Pero recordemos que las Potestades de la Creación nada harán si no se solicita su asistencia: si nuestros pensamientos no logran levantar vuelo de la tanática frecuencia que hoy sintoniza la humanidad, llena de la codicia en la búsqueda de la satisfacción mezquina, las posibilidades son pocas: al pensar y actuar de esta forma sólo nos esclavizamos más; aquellos peregrinos que han despertado y logren despertar a otros deben saber que su mensaje, por oscuro que se perciba en contraste con la realidad consensuada, no por ello deja de ser menos verdadero.

Avallöne, la entrada a las
Tierras Imperecederas del Oeste
Informar a otros, intercambiar respuestas y colaborar en equipo son las premisas: no dejar de tener una mente inquieta, como la de un niño; y recordar estar siempre atento, pues cuando se cierre el cerco, cuanto más se lo intente, será cuando aparezcan los senderos ocultos, aquellos que corren al oeste de la Luna, al este del Sol. Ha ocurrido antes y tal vez ocurra ahora; concluimos con este fragmento introductorio de Huston Smith al libro de Charles Upton, Cracks in the Great Wall:
El libro Grietas en la Gran Muralla analiza los hallazgos sobre ufología del investigador Jacques Vallée y otros colegas a la luz de las enseñanzas de René Guénon, particularmente detallado en su obra profética The Reign of Quantity and the Signs of the Times.
De acuerdo a Guénon, uno de los signos del Tiempo del Fin (1) es la erosión de la barrera energética o "Gran Muralla" entre el plano material y el mundo de las realidades sutiles - razón por la cual nuestro mundo parece ahora ser invadido por fuerzas del psíquismo inferior, de una naturaleza puramente destructiva.
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(1) Recomendamos a aquellos interesados la lectura del Tiempo del Fin y el Reino de la Imaginación.

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