Parásitos, percepciones y densidades

Posaremos nuestros ojos en un drama más simple, buscando la forma de explicar lo que de otra forma nos es invisible a nuestros sentidos físicos. Quizá Sam Gamyi, el jardinero y escudero del Portador del Anillo, nos podría brindar sus consejos ya que se habrá enfrentado más de una vez a una plaga parecida.

La Cretona es una planta originaria de la India de hojas coloridas, conocida entre sus variedades como Arc en Ciel; posee hojas dentadas en forma de cardiode con distintivas áreas de diferentes tonalidades de colores (rojos, amarillos, verdes y violáceos); florece en función de la luz que recibe con diminutas inflorescencias en forma de espiga de colores violetas, azules y blancos.

Hay diferentes variedades de esta planta, en general cuanto más coloridas, claras y finas sus hojas, más azúcar contiene su clorofila, y por lo tanto, más susceptible a los parásitos. Quizá, el principal parásito de esta planta sean las hormigas, sin embargo no lo es de manera directa dado que la hormiga no puede ingerir y procesar directamente el néctar de los tallos.

Es común ver hormigas ocupadas
en su ganado de cochinillas a lo
largo del tallo de la planta
Ocurre entonces que las hormigas crían un ganado de cochinillas algodoneras; las cochinillas poseen un sistema digestivo con enzimas especializadas en suprimir los cristales presentes en las células vegetales de la Cretona que son tóxicas para otras variedades de parásitos, y secretan un especie de miel para las hormigas; y estas a cambio, utilizan sus mandíbulas para realizar pequeñas incisiones en el tallo de la planta (de otra forma, la cochinilla sólo podría parasitar las hojas de la Cretona).

La forma de defensa de la planta ante una infección de cochinillas es secando y eliminando las hojas afectadas, previamente enrollándolas de manera de aislar físicamente las nuevas larvas del parásito. Sin embargo, la planta no tiene un esquema de defensa al ser atacada por hormigas que perforen su tallo para que las cochinillas armen allí sus nidos. Sin la presencia de un jardinero que elimine los parásitos, la planta muere.

En términos sencillos, la planta no concibe un ataque que pudiese ser perpretado por un insecto que no asimile su clorofila. El ojo entrenado quizá comprenda la analogía que estamos revelando: un parásito más inteligente hace uso de otro para realizar el trabajo sucio, obteniendo grandes beneficios energéticos con una mínima inversión.

Debemos comprender que la planta tampoco percibe los parásitos y agresores de la misma forma que nosotros; en su visión unidimensional de la realidad, procesa información en la extensión de su cuerpo vegetal y asocia la pérdida de azúcares y líquidos como un potencial predador, lo que hace que sintetice una mayor cantidad de cristales de arsénico para disuadir al agresor.

Llevado a nuestra realidad humana, ¿podríamos realizar una brava analogía? Tal vez podríamos atrevernos a tomar el papel de la agredida cretona, y asociar a las cochinillas con factores atacantes conocidos; estos podrían tomar el papel de situaciones, personas e incluso animales que nos ponen en una drama de drenaje emocional con los cuales debemos lidiar de manera cotidiana, pero el verdadero agresor, aquel que inteligentemente se dedica a buscar el punto débil, permanece en tinieblas. Debemos considerar la posibilidad de este factor exógeno y elaborar estrategias que lo consideren en nuestra realidad cotidiana, porque la defensa mecánica y reactiva sólo nos terminaría secando.

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La interfaz espiritual (II)

Jacques Vallée en más de una oportunidad se aventuró como observador en varios experimentos parapsicológicos. Si bien su área de investigación siempre estuvo relacionado a las matemáticas, en especial a las ciencias de la computación, encontró una forma creativa de mezclarse con los investigadores de lo paranormal, y eso sin mencionar su extensa trayectoria en el análisis de UFO o en sus palabras: fenómenos aéreos anómalos.

El doctor Vallée estableció una interesante racionalización informática sobre los procesos de Visión Remota, esto es, la capacidad de elucidar un objeto o lugar sin los sentidos físicos, utilizando lo que comúnmente se denomina como percepción extrasensorial; su hipótesis de trabajo gira alrededor de una simple cuestión que en informática se conoce como técnicas de recuperación de información (information retrieval). La forma de explicar fácilmente esto se relaciona a cómo una típica computadora almacena y recupera bits, siendo un bit la unidad mínima de información (la abstracción de un valor binario 0 ó 1, es decir, como un interruptor: apagado o encendido).

Dentro de los componentes electrónicos de las computadoras se encuentra la RAM o memoria de acceso aleatorio; las pastillas de RAM trabajan como una interfaz para acceder, reorganizar y manipular la imagen de los estados binarios electromagnéticos; los tipos iniciales de RAM evolucionaron de burdos interruptores mecánicos (como los relés), pasando por lámparas incandescentes, núcleos de ferrita, a conjuntos (arrays) electromagnéticos como los actuales, donde la imagen binaria es almacenada en material sólido dieléctrico. Es interesante analizar esto desde una perspectiva más amplia: obsérvese que el estado de la computadora -la imagen binaria de sus procesos- no es física sino electromagnética, y las pastillas de RAM son simples interfaces físicas que facilitan la lectura y escritura.

El ojo entrenado tal vez pueda observar una curiosa analogía con respecto al cerebro y la mente humana; del notable aunque también cuestionable libro War in Heaven de Kyle Griffith:
Una mente está en el cerebro del cuerpo físico,(1) y la otra está en el alma [conformada de materia] astral, y ambas tienen consciencias separadas. Normalmente, la mente astral es consciente mientras el cuerpo duerme, en cambio, mientras la mente física está despierta la astral se apaga. Aunque es posible en determinados estados de conciencia alterada que las dos mentes puedan estar conscientes simultáneamente.
Durante su presentación en The Software of Consciousness, Vallée incursiona en esta idea, basándose en una caótica investigación que desarrolló junto a Ingo Swann y Richard Bach (decimos caótica porque así la define Vallée luego que la primer fase de descubrimientos fuese interferida, donde investigadores e investigados cayeron en grandes disputas emocionales y financieras, y los resultados terminaran como clasificados por las agencias gubernamentales, sin que pudiesen publicarse determinadas conclusiones).

En definitiva, en términos informáticos hay básicamente dos formas de acceder a un bit: directamente, leyendo el dato en la celda de memoria o indirectamente, accediendo a la dirección informada en una celda de memoria. Con los resultados obtenidos en la investigación, era concluyente que los investigados obtenían datos a través de medios no físicos entonces, ¿de qué forma lo hacían?

Direccionamiento directo
Direccionamiento indirecto
El doctor Vallée concluye con que es necesario conformar un nuevo modelo de entendimiento de la consciencia, con el objetivo de dar explicación a ésta u otras investigaciones del campo de la percepción extrasensorial. ¿La consciencia interpela a otra consciencia que conoce el dato a buscar? En el caso de un experimento doble ciego, ninguna consciencia conoce dicho dato hasta que el experimento concluye y se contrastan los resultados, ¿entonces la inquieta consciencia se adelanta en el tiempo en que alguna otra conozca dicho dato?

¿Tal vez existe un repositorio universal de información donde se encuentren todos y cada uno de los posibles estados de un determinado universo en un tiempo dado? Si esta base de datos global existiese, una consciencia con determinado Conocimiento (ya sea consciente o en su esencia) podría obtener cualquier información simplemente accediendo por medio de las coordenadas o parámetros de búsqueda, y explicaría casos como el de Michel de Nostradamus. ¿Podríamos incluir aquí el concepto teórico de Campos Morfogenéticos del doctor Rupert Sheldrake, aquellos bancos con información que son utilizados como datos estructurales por los organismos vivos? Carl Friedrich von Weizsäcker postula en Tiempo y Conocimiento (Zeit und Wissen) de manera elegante su teoría de física digital:
En el sentido de la física tradicional, la información no es ni materia ni energía. En cambio, la idea de información nos lleva a dos aspectos contrarios a la materia: forma y consciencia.
En cualquier caso, la simple explicación bioquímica del cerebro y la memoria pareciera ser insuficiente. ¿Tal vez, y aquí especulamos, el cerebro es una interfaz con un grado de densidad más sutil? Si así fuera, sería posible para nuestra mente, en determinados estados, acceder a repositorios externos y explicar la telepatía... al fin y al cabo, ¿nada más marginal que intercambiar mensajes configurados en grafos de plasma quizá? Del libro Los Brujos Hablan de John Baines:
En la mente tenemos la puerta de entrada a lo que conocemos con el nombre de cuarta dimensión o plano de la energía. Todo lo que puede ser imaginado por el hombre es una realidad en el plano de la energía y por lo tanto puede llegar a realizarse en el campo material.