Pero, ¿a qué viene el laborar en la sombra? ¿Qué poderosas razones vetan a los altos ejecutivos de la cosmocracia el desenvolverse a cara descubierta? Salta a la vista que tanto el acontecer cosmogónico, como la aparatosa comedia ufológica, están diseñados a propio intento, en la inteligencia de que nunca se produzcan constataciones incontrovertibles acerca de la visita de razas transplutonianas, ni sobre la existencia de jerarquías incorpóreas consagradas full time a encarrilar los eventos cósmicos.
En el entendimiento de Don Elkins y Carla Rueckert, autores de Secrets of the UFO (parvo estudio publicado en 1977 y que, como otras obras maestras, pasó desapercibido), la realidad cosmosférica no se da a conocer sin subterfugios. Prefiere desplegar ante las criaturas, de forma premeditada, un subrepticio 50% de meros indicios no concluyentes, que parecieran avalar en parte la hipotética existencia del abrumador segmento de los entes inobservables. Es decir, lo Potencial (la masa existencial ya planeada, pero que todavía no ha surgido al campo de lo Manifestado), mas el insondable infiniverso archidimensional, a excepción del modesto fragmento físico que captan nuestros rudimentarios sentidos corporales (el “aldeano” cosmos espacio/temporal con el que estamos familiarizados).Hacemos una invitación personal a los pensadores duros a que flexibilicen sus sistemas de creencias y se animen a cruzar el umbral hacia una realidad imaginaria o compleja, tal cual propuso Gauss al introducir los números imaginarios: al igual que estos números, quizá la realidad tenga dos componentes, la física y la etérica... o aun más: como los cuaterniones de Hamilton; el prestigioso iniciado rosacruz Rudolf Steiner, planteaba en sus textos de antroposofía la presencia de diferentes cuerpos: físico, etérico y astral. Así que es posible, haciendo un esfuerzo mental y mediante las aplicaciones informáticas actuales, lograr una explicación coherente de lo que ocurre. Thomas Minderle en su estudio sobre las Dinámicas de las Egrégoras nos comenta:
Desde la óptica de las Dinámicas de las Egrégoras el tema es más complicado: la fase geométrica [material o corpuscular] no dice nada acerca de las características de la consciencia; para eso necesitamos la fase esotérica [no bariónica o inmaterial]. Matemáticamente hablando, mientras que la fase geométrica es real, la fase esotérica es imaginaria [o compleja]. Metafísicamente hablando, mientras que la fase geométrica es una propiedad del plano material, la fase esotérica es puramente una propiedad de la consciencia. La fase geométrica y esotérica no son más que los componentes real e imaginaria de una fase cuaterniana que caracteriza a la alineación de las dos funciones mentales y ondas materiales.La abducción etérica se podría caratular como una experiencia fuera del cuerpo (OBE) fozada: un proceso no autorizado por la víctima en donde se extrae loosh; podemos entenderlo como un proceso invasivo que se da generalmente durante las horas de reposo, cuando el nivel de alerta es bajo o inexistente; el sujeto pocas veces posee un recuerdo claro de lo ocurrido, sino un dejo o miedo de que algo sombrío ha acontecido. Dentro de los estudios médicos podemos encontrar los síntomas de las fobias nocturnas, donde el paciente siente miedo a dormir al querer evitar las pesadillas recurrentes; del libro Desarrollo del Mundo Interno del rosacruz chileno John Baines (Dario Salas Sommer), en el capítulo La mente y el computador cerebral se reseña un párrafo muy acertado, pero que por alguna curiosa razón no desea profundizar:
No interesa en este caso investigar la génesis de estos conflictos, ya que invariablemente se producen por situaciones no comprendidas, es decir, que se han experimentado solamente a nivel instintivo y emocional, y en algunos casos abarcando también el área intelectual onírica sin penetrar en su contexto significativo. Al no existir en ese instante una noción de significado comprensivo de lo que se está viviendo, la experiencia puede ser sentida de manera incontrolablemente angustiosa, traumática o destructiva. Este hecho es posible solamente por la existencia de un bajo nivel vigílico.Es interesante analizar los síntomas físicos que se padecen: desde una agitación leve, pasando hacia una taquicardia, hiperventilación, copiosa sudoración y estado febril (este síndrome se conoce como SUND); curiosamente, muchos de estos síntomas son equivalentes a los que padece durante una tortura física: en la mayoría de los casos la víctima carece de energía y vitalidad durante la actividad diurna, como si la fuerza vital hubiese sido drenada u ordeñada. Ahora bien, si una víctima se lograra despertar durante su padecimiento, tendrá pocas veces más que un leve recuerdo... una pantalla parece interponerse, similar a la que se encuentra en las recopilaciones de las ufólogas Barbara Bartholic y Karla Turner, a fin de evitar traer a la consciencia los detalles de lo ocurrido; es por ello que a veces se recurre a la hipnosis.
Grises o Grays: los estados de consciencia oniriformes son terreno de caza para las entidades etéricas parasitarias |
Abandonemos por un segundo tan cruel realidad y pasemos a los campos de la informática: en ambientes de depuración, prácticas forenses, criptografía y seguridad informática es común utilizar cotidianamente herramientas de virtualización; por ejemplo, un forense judicial puede congelar el estado de una máquina, serializarlo (convertirlo en ristras de bits), copiarlo a un disco, y generar múltiples copias; cuando se dictamine la realización de diferentes pruebas, el operador descongelará una imagen y la ejecutará en una máquina virtual realizando las verificaciones y controles propuestos.
Los hackers y crackers realizan procedimientos similares al congelar el estado de una computadora, serializarlo y someter dicha imagen a manipulación de manera de hacerse del control de la máquina; luego mediante un proceso similar, inyectan la imagen manipulada nuevamente en el hardware huésped; la máquina y sus usuarios no pueden fácilmente darse cuenta de esta brecha de seguridad, salvo que realicen un escrutinio en modo supervisor; del libro Los Extraños: abducciones extraterrestres en la Argentina del psiquiatra Néstor Berlanda y el psicólogo Juan Acevedo:
El cerebro funciona como el hardware de una computadora, es el sustrato físico, la parte orgánica y fisiológica donde se producen los fenómenos de las psiquis, que sería el software. La información generada por la psiquis genera, a su vez, el denominado psiquismo que es el conjunto de fenómenos que componen los factores subjetivos de la personalidad humana.Quizá el lector nos permita realizar una brava analogía... ¿podríamos atrevernos a ver el hardware como nuestro cuerpo físico o contenedor? ¿tal vez nuestro cuerpo etérico, sujeto a las más diversas manipulaciones por hackers espirituales sea extraído, serializado, replicado y sujeto a tortuosas pruebas para ser luego reinyectado al despertar? Pero si así fuese, no estaríamos lejos de plantear la validez de la Teoría de la Distorsión, que originalmente fue sugerida por canalización en las Sesiones Cassiopaea. (1) Ahora bien, ¿es posible ingresar en modo supervisor y permanecer en ese estado de alerta para suprimir definitivamente estas manipulaciones? (2)
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