La infraestructura edilicia del Cosmos (II)

Ciertamente sería complicado para un gélido témpano imaginar la fluidez de un caudaloso río o la ingravidez de la neblina a la luz de un rápido amanecer. La extraña idea de que nuestro universo físico sea tan sólo una porción congelada de una realidad plásmica o energética mayor no debiera ya sorprendernos; aquello que sí debiera preocuparnos —como humanidad consciente— es si podemos seleccionar o quizá reencausar un determinado fragmento de un espacio-tiempo aun inmanifiesto.

Si perseguimos esta curiosa sospecha, y la asociamos a nuestro rudimentario análisis sobre el serialismo del tiempo promulgada por el ingeniero aeronáutico John W. Dunne, podremos arribar sin mayores esfuerzos al concepto del Espacio de Variantes (1) del físico ruso Vadim Zeland. Por el momento, sólo mencionaremos esto, aunque en breve profundizaremos cómo es posible que ambos científicos hayan recibido en sus sueños estas extrañas ideas sobre la naturaleza de la realidad. No nos cabe duda que Parmeneides hubiese reconocido a ambos como iatromantis que reciben educación en el mundo imaginal. (2)

Previamente vimos que el concepto de Puntos Coordenados del Seth Material coincide con el de  Ventanas (3) en las Sesiones Cassiopaea; es altamente probable que dicho término haya sido recogido por Fredric Grant Irland, ávido lector de material ufológico y canalizador original del material. (4) Si rastreamos el origen del término, vemos que fue nuestro respetado John Keel quien lo mencionó en su libro Our haunted world:
Las actividades de estas entidades se limitan esencialmente a ciertas áreas específicas del planeta, donde aparecen y reaparecen siglo tras siglo. "Los ángeles mantienen sus antiguos lugares," escribió el poeta Francis Thompson. Con lo cual, hay muchos lugares "embrujados" alrededor del mundo, evitados por el hombre antiguo o sacralizados por él. Estos son lugares geográficos precisos, y cualquier persona indagando en la historia y la tradición encuentran miles de relatos de fantasmas, demonios, monstruos y platillos voladores divisados a pocos kilómetros y que cubren mil años o más de tiempo.
Para los investigadores en OVNIS esos lugares son Ventanas: puntos de entrada para las naves espaciales desde algún lejano planeta. Los ocultistas enseñan que estos son Pasadizos: puntos débiles en la envoltura etérica de la Tierra a través del cual los seres de otros contínuo espacio-tiempo se filtran hacia nuestra realidad. [...]
Hay literalmente miles de estos puntos débiles en nuestro planeta. Actividades paranormales y sobrenaturales en estas áreas parecen estar controladas por factores cíclicos complicados. Periódicamente, el infierno se desata en todos estos lugares a la vez, y luego tenemos una ola de avistamientos de OVNIS, apariciones, duendes, repentinas desapariciones inexplicables de animales y seres humanos, incendios misteriosos, e incluso una forma de locura en masa.
De acuerdo a nuestra investigación, hemos de coincidir mayormente con la visión ocultista de los eterianos, dado que aun gran parte de los ufólogos sostiene la idea de extraterrestres (la dificultad con la palabra extraterrestre es precisamente la misma que con la alegoría del gusano en la maceta, (5) brinda un aspecto distorsionado y a la vez tranquilizador del problema: en definitiva, un punto de vista antropocéntrico). No obstante, esta visión ocultista no difiere demasiado de la científica; en el libro Universos Paralelos del físico teórico Michio Kaku leemos (cap. V: Portales dimensionales y viajes en el tiempo):
Aunque Einstein creía que los agujeros negros eran demasiado increíbles para existir en la naturaleza, demostró con ironía que eran aun más extraños de lo que podía pensarse, teniendo en cuenta la posibilidad de que en el centro de un agujero negro se encuentren agujeros de gusano. Los matemáticos los llaman «espacios múltiplemente conectados.» Los físicos los llaman «agujeros de gusanos» porque, tal como un gusano perfora la tierra, crean un atajo alternativo entre dos puntos. A veces se les llama «portales o pasadizos dimensionales.» Se llaman como se llamen, es posible que un día proporcionen el medio definitivo para el viaje interdimensional.
Empero, la idea académica propone la interconexión de un continuo espacio-tiempo tridimensional con otro, cuando la idea de Ventana o Punto Coordenado corresponde a la de un vínculo o corredor entre diferentes densidades de la materia. De ser este aparente delirio válido, podríamos ofrecer un principio de comprensión sobre la tecnología psíquica aplicada a la transmogrificación (que en las Sesiones Cassiopaea se propone con el acrónimo TdARm o Transdimensional Atomic Remolecularization); afortunadamente en las sesiones de Jane Roberts, Seth se explaya con claridad al respecto:
Los puntos de energía concentrada se activan por medio de intensidades emocionales que están perfectamente dentro de vuestro alcance normal. Los propios sentimientos y emociones activan estos puntos coordenados, aunque no los reconozcan. Por consiguiente, se añade una mayor cantidad de energía a ese pensamiento o sentimiento original, y se acelera su proyección hacia la materia física, independientemente de la naturaleza del sentimiento.

En otras palabras, estos puntos son como generadores invisibles de energía que se activan cuando un pensamiento o sentimiento emocional con la suficiente intensidad entra en contacto con ellos. A su vez, estos puntos intensifican la causa que los activa de una manera bastante neutra.
[...] en ciertas condiciones, pueden llegar a condensarse en forma de materia. Aquellas unidades electromagnéticas que tengan la suficiente intensidad activan automáticamente los puntos coordenados subordinados de los que hemos hablado. Por tanto, estas unidades se aceleran y se condensan en materia mucho más rápido, hablando en vuestros términos, que las unidades de menor intensidad. [...] 
Cada pensamiento o emoción, por tanto, existe como una unidad de energía electromagnética o como combinación de ellas en ciertas condiciones, y, con la ayuda de los puntos subordinados, frecuentemente emergen en los componentes básicos de la materia física. Esta aparición como materia física ocurre como «resultado» neutro, independientemente de la naturaleza del pensamiento o emoción dados. Las imágenes mentales, acompañadas de una emoción intensa, son por tanto un anteproyecto a partir del cual aparecerán –hablando en vuestros términos– los correspondientes objetos, condiciones o acontecimientos físicos.
La Cornucopia o
Cuenco de la Abundancia
Y esta es una hebra valiosa de información: la coordinación de pensamientos y emociones en una zona ventana los condensa hacia la realidad física. Puede ser entonces que las festividades y reuniones en emplazamientos sagrados, que más tarde degeneraron en rituales, tengan su raíz en este preciado conocimiento. Ahora bien, estas Ventanas no sólo son emplazadas geográficamente sino que también aparecen estructuradas de forma cronológica y estarían relacionados al período de 19 años conocido como Ciclo Metónico (6) en honor al astrónomo griego Meton de Atenas (aunque ya era conocido por los babilónicos y chinos); la antropóloga Bethe Hagens sostiene al respecto:
También sostenemos que una razón importante por la cual los constructores megalíticos estaban tan interesados ​​en la astronomía y el cálculo preciso de las fases solares y lunares fue que dentro de estos cálculos se computaba la predicción de "pulsos" de energía a través de la red en diferentes épocas del año. El capitán Bruce Cathie, piloto de avión e investigador prolífico sobre la red energética de Nueva Zelanda, ha teorizado durante años respecto al patrón armónico pulsante de la red y cómo podría relacionarse con avistamiento de OVNIS y fenómenos de "luces en el cielo." [...] Podemos plantear la hipótesis de los latidos del corazón de Gaia. Los antiguos evidentemente modelaron sus días sagrados y las fiestas locales para entrelazar estos acontecimientos entre la red y los campos de energía del sistema solar.
Curiosamente estos 19 años corresponden al múltiplo de 9,6 años conocido por los ufólogos como Ciclo Forteano en honor a las oleadas de fenómenos anómalos que había denunciado en sus obras Charles Fort; (7) y este ciclo nos lleva a la interesante idea de los nodos gravitacionales de tres cuerpos, cuando la Tierra, el Sol y la Luna se encuentran alineados.
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