En nuestra búsqueda, empero, no hemos encontrado oferentes que pongan en jaque -o al menos en duda- el material que ellos mismos producen, en especial cuando aparecen conflictos en las proposiciones entre las sesiones; las dificultades en estas competencias informacionales surgen cuando una respuesta discrepa total o parcialmente con otra sobre el mismo tema de una sesión previa (nótese que no estamos contando los casos en que un presagio o anuncio premonitorio no se cumple o cuando material de distintas fuentes no coinciden en un mismo tópico).
Desde un punto de vista objetivo, como el que nos proporciona la Teoría de la Información del matemático Claude Shannon,(1) cuando una fuente emite un mensaje sobre un elemento, se podría caratular como confiable cuando el valor informado en el mensaje coincide con la propiedad interrogada del elemento;(2) hemos visto algo semejante cuando hablamos sobre los experimentos del astrofísico Jacques Vallée con la visión remota. La teoría del doctor Shannon hace uso del Algebra de Boole, que utiliza técnicas algebraicas para tratar expresiones de lógica proposicional.(3) El valor de confiabilidad de la fuente podríamos resumirla en la probabilidad de certidumbre o certeza que nos informa sobre un hecho o elemento; cuanto más alta dicha probabilidad, mayor nivel de certeza. El físico teórico Arkadiusz Jadczyk postula en el prólogo de La Onda I una interesante reflexión:
En otras palabras: puede haber transmisiones del futuro hacia el pasado, pero habrá pocos "receptores," y de esos pocos, aun menos estarán apropiadamente sintonizados. E incluso aquellos que lo estén pueden estar sujetos a la "estática." Aun sin estática, aquellos receptores que puedan recibir información pura experimentarán la estática de la "incredulidad" y de la distorsión de la sociedad después del evento.Por supuesto, el problema al que nos enfrentamos con las canalizaciones es que no siempre podemos aplicar la experimentación para concluir sobre su valor de certidumbre (y esta es una de las razones por la cual científicamente se descartan como fuente válida); propóngase como ejemplo cualquier enunciado canalizado que pretenda informar sobre las densidades superiores;(4) para un interesante paréntesis literario invitamos este extracto del relato Revelación Mesmérica de Edgar Allan Poe cuando se le pregunta al protagonista en trance ¿Qué es Dios?:
Existe también otro aspecto que caracteriza dicha transferencia de información: las probabilidades que ésta incluye se relacionan con un evento elegido; con la elección de uno entre muchos futuros posibles.
(Después de una larga pausa, entre dientes.) Lo veo... pero es una cosa difícil de decir. (Otra larga pausa.) No es espíritu, pues existe. Tampoco es materia, como usted la entiende. Pero hay gradaciones de la materia de las que el hombre nada sabe, en que la más basta impulsa a la más sutil, la más sutil invade la más basta. La atmósfera, por ejemplo, impulsa el principio eléctrico, mientras el principio eléctrico penetra la atmósfera. Estas gradaciones de la materia crecen en tenuidad o sutileza hasta que llegamos a una materia indivisa -sin partículas-, indivisible -una-, y aquí la ley de la impulsión y de la penetración se modifica. La materia última o indivisa no sólo penetra todas las cosas, sino que las impulsa, y de esta manera es todas las cosas en sí misma. Esta materia es Dios. Lo que el hombre intenta formular con la palabra «pensamiento» es esta materia en movimiento.Y aunque podamos relacionar la materia última o indivisa con la Gravedad, carecemos de herramientas para poder evaluar la curva de certidumbre dado que las gradaciones de la materia -la cuarta densidad y las superiores- no son perceptibles en términos humanos; al menos no durante el estado de vigilia. Pero este ejemplo nos facilita introducir otro ingrediente en nuestro análisis: la forma en que se canaliza. La canalización entendida como la traducción de información proveniente de un interlocutor exógeno se puede llevar a cabo cuando el medium se encuentra en trance hipnótico (caso del Ra Material), o bien, cuando éste se encuentra en estado de vigilia (como ocurre con Cassiopaea); en este último caso, otro elemento a considerar es que la traducción puede ser llevada a cabo por más de una persona de manera simultánea: todos los participantes ofician de medium.(5) En el libro El Canto de Sirena de los Fantasmas Hambrientos se brinda esta atractiva descripción:
Se describe el proceso de canalización como la unión de las energías mentales de los participantes. Estas energías se perciben y traducen por el Guía y por el medium respectivamente.Joseph Fisher, autor de la obra precedente, un libro sumamente informativo para cualquier ferviente interesado en material originado por procesos de canalización, propone como reflexión final el más encumbrado acercamiento crítico a cualquier información producida por mediums. El caso de Fisher reviste de una combinación de engaños, mentiras y manipulaciones que concluyen con el suicidio del autor. Curiosamente en sus exequias se menciona un claro episodio de targetting del sistema de control similar al ocurrido con Mac Tonnies, James E. McDonald o Don Elkins:
Fisher murió el miércoles 9 de mayo de 2001, saltando de un acantilado en Elora Gorge, cerca de su ciudad natal de Fergus, Ontario, Canadá. Una variedad de problemas personales, incluyendo una creciente lista de dificultades económicas, pareció haberlo empujado al límite. En una de sus últimas comunicaciones con su editor en jefe, Patrick Huyghe, señaló que las entidades estaban atacándolo por haber escrito este libro.Para aquellos interesados en un resumen, se trata de una investigación de varios años en que Fisher asiste a sesiones donde una paciente (6) en estado de hipnosis comienza a oficiar como medium para diferentes entidades; Fisher graba regularmente las sesiones donde las distintas "voces" que se identifican como "guías" efectúan consultas y presagios, actuando como consejeros de los participantes. Luego de una serie de imprecisiones y contradicciones, Fisher comienza a dudar y pone a prueba las afirmaciones de estas entidades; en particular, y gracias a las desgrabaciones recolecta la información sobre los relatos de las anteriores vidas de los guías y viaja a distintos países para buscar datos que convaliden sus pasadas existencias; pero después de una concienzuda búsqueda encuentra graves discrepancias y resuelve retornar para enfrentar las mentiras de los guías e intentar quitar del trance a los demás participantes.
Al confrontar los hechos contra las maquinaciones de los guías sin lograr la más mínima retractación de sus engaños, el investigador resuelve retirarse definitivamente de las sesiones mientras que los demás asistentes deciden desestimar sus advertencias, considerando a las entidades como seres sublimes que buscan lo mejor para ellos y consultándolos sobre qué camino tomar en cada situación personal; la medium ha formado a su alrededor un séquito numeroso, que como participantes de una secta, ciegos y carentes de individualidad, consideran que Fisher no había profundizado lo suficiente en sus indagaciones para coincidir con los datos provistos por los guías. Sólo mucho tiempo después, Fisher logra contactar con algunos que han abandonado frustrados las sesiones, cuando su vida o sus afectos entraron en crisis. El libro concluye con una extraña enfermedad que afecta al autor en el momento de la redacción del borrador final.
Fisher efectúa unas concluyentes reflexiones sobre los mediums y el proceso de canalización; algunas de ellas fueron plasmadas en nuestro artículo inicial sobre parásitos etéricos, haciendo cierto énfasis en intentar conocer la naturaleza, propósito y origen de estas entidades parasitarias que asolan veladamente a la humanidad; hemos elegido las dos siguientes como corolario a nuestro primer análisis:
Con el beneficio de la retrospectiva, es difícil para mí entender que los mediums y canalizadores eligen conscientemente un camino tan peculiar que, por lo común, uno evitaría. Ninguna persona en su sano juicio correría el riesgo de asociarse, por no hablar de entregarse, a otra persona o a un grupo de personas sin primero asegurarse razonablemente de su carácter e intenciones. Sin embargo, para llevar a cabo el proceso mediúmnico, es requisito enviar una invitación al otro mundo y tener la disposición de ser controlado por cualquier descarnado que se quiera expresar. Quizá existirán inteligencias superiores que serán conscientes de la receptividad del medium pero quien contesta está en resonancia con el carácter del medium. En consecuencia, lo más probable es que el medium sólo atraiga al tipo de individuo desagradable que en la vida cotidiana sería rechazado o deliberadamente evitado.
En mi caso, después de haber sido cautivado por entidades que demandan ser guardianes del "desarrollo evolutivo," es fácil de ver, en retrospectiva, que su objetivo no era el crecimiento personal, sino la subversión psíquica. Sólo después de mi desilusión desperté al hecho de que las influencias que exterminan la propia individualidad sólo pueden obstruir el crecimiento personal. El verdadero desarrollo espiritual se logra no por dependencia ni por caer en la inconsciencia. El verdadero desarrollo espiritual se ejerce en el desafío cotidiano consciente, en la exigencia de la auto-disciplina, en el esfuerzo de la voluntad y de la conciencia tanto como sea posible. Cuando todo esté dicho y hecho, habrá un acceso directo al Nirvana. Pero en esta era narcisista de gratificación instantánea y soluciones rápidas, la gran decepción de la canalización es que podamos deslizarse sin esfuerzo a la Divinidad. Todo lo que tenemos que hacer es pagar el dinero, tomar nuestros asientos y soñar sobre como descarnados amorosos nos llevan a la iluminación.
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