Sobre canalizaciones y espíritus hambrientos

El fenómeno de canalización es un ingrediente fundamental de la New Age, una usina de ideas para la Ufología y un área de estudio para la Parapsicología; numerosos canalizadores han ofrecido su material, en algunos casos sin editar (casos como Seth Speaks, Cosmic Awareness y Ra Material), para que los lectores elaboren sus propias conclusiones; otros, en cambio, realizan una exégesis junto a una investigación y aportes adicionales que respaldan el material (los libros de Allan Kardec sobre Espiritismo, la serie The Wave de Laura Knight-Jadczyk junto a ZetaTalk de Nancy Lieder son los ejemplos más notables).

En nuestra búsqueda, empero, no hemos encontrado oferentes que pongan en jaque -o al menos en duda- el material que ellos mismos producen, en especial cuando aparecen conflictos en las proposiciones entre las sesiones; las dificultades en estas competencias informacionales surgen cuando una respuesta discrepa total o parcialmente con otra sobre el mismo tema de una sesión previa (nótese que no estamos contando los casos en que un presagio o anuncio premonitorio no se cumple o cuando material de distintas fuentes no coinciden en un mismo tópico).

Desde un punto de vista objetivo, como el que nos proporciona la Teoría de la Información del matemático Claude Shannon,(1) cuando una fuente emite un mensaje sobre un elemento, se podría caratular como confiable cuando el valor informado en el mensaje coincide con la propiedad interrogada del elemento;(2) hemos visto algo semejante cuando hablamos sobre los experimentos del astrofísico Jacques Vallée con la visión remota. La teoría del doctor Shannon hace uso del Algebra de Boole, que utiliza técnicas algebraicas para tratar expresiones de lógica proposicional.(3) El valor de confiabilidad de la fuente podríamos resumirla en la probabilidad de certidumbre o certeza que nos informa sobre un hecho o elemento; cuanto más alta dicha probabilidad, mayor nivel de certeza. El físico teórico Arkadiusz Jadczyk postula en el prólogo de La Onda I una interesante reflexión:
En otras palabras: puede haber transmisiones del futuro hacia el pasado, pero habrá pocos "receptores," y de esos pocos, aun menos estarán apropiadamente sintonizados. E incluso aquellos que lo estén pueden estar sujetos a la "estática." Aun sin estática, aquellos receptores que puedan recibir información pura experimentarán la estática de la "incredulidad" y de la distorsión de la sociedad después del evento.

Existe también otro aspecto que caracteriza dicha transferencia de información: las probabilidades que ésta incluye se relacionan con un
evento elegido; con la elección de uno entre muchos futuros posibles.
Por supuesto, el problema al que nos enfrentamos con las canalizaciones es que no siempre podemos aplicar la experimentación para concluir sobre su valor de certidumbre (y esta es una de las razones por la cual científicamente se descartan como fuente válida); propóngase como ejemplo cualquier enunciado canalizado que pretenda informar sobre las densidades superiores;(4) para un interesante paréntesis literario invitamos este extracto del relato Revelación Mesmérica de Edgar Allan Poe cuando se le pregunta al protagonista en trance ¿Qué es Dios?:
(Después de una larga pausa, entre dientes.) Lo veo... pero es una cosa difícil de decir. (Otra larga pausa.) No es espíritu, pues existe. Tampoco es materia, como usted la entiende. Pero hay gradaciones de la materia de las que el hombre nada sabe, en que la más basta impulsa a la más sutil, la más sutil invade la más basta. La atmósfera, por ejemplo, impulsa el principio eléctrico, mientras el principio eléctrico penetra la atmósfera. Estas gradaciones de la materia crecen en tenuidad o sutileza hasta que llegamos a una materia indivisa -sin partículas-, indivisible -una-, y aquí la ley de la impulsión y de la penetración se modifica. La materia última o indivisa no sólo penetra todas las cosas, sino que las impulsa, y de esta manera es todas las cosas en sí misma. Esta materia es Dios. Lo que el hombre intenta formular con la palabra «pensamiento» es esta materia en movimiento.
Y aunque podamos relacionar la materia última o indivisa con la Gravedad, carecemos de herramientas para poder evaluar la curva de certidumbre dado que las gradaciones de la materia -la cuarta densidad y las superiores- no son perceptibles en términos humanos; al menos no durante el estado de vigilia. Pero este ejemplo nos facilita introducir otro ingrediente en nuestro análisis: la forma en que se canaliza. La canalización entendida como la traducción de información proveniente de un interlocutor exógeno se puede llevar a cabo cuando el medium se encuentra en trance hipnótico (caso del Ra Material), o bien, cuando éste se encuentra en estado de vigilia (como ocurre con Cassiopaea); en este último caso, otro elemento a considerar es que la traducción puede ser llevada a cabo por más de una persona de manera simultánea: todos los participantes ofician de medium.(5) En el libro El Canto de Sirena de los Fantasmas Hambrientos se brinda esta atractiva descripción:
Se describe el proceso de canalización como la unión de las energías mentales de los participantes. Estas energías se perciben y traducen por el Guía y por el medium respectivamente.
Joseph Fisher, autor de la obra precedente, un libro sumamente informativo para cualquier ferviente interesado en material originado por procesos de canalización, propone como reflexión final el más encumbrado acercamiento crítico a cualquier información producida por mediums. El caso de Fisher reviste de una combinación de engaños, mentiras y manipulaciones que concluyen con el suicidio del autor. Curiosamente en sus exequias se menciona un claro episodio de targetting del sistema de control similar al ocurrido con Mac Tonnies, James E. McDonald o Don Elkins:
Fisher murió el miércoles 9 de mayo de 2001, saltando de un acantilado en Elora Gorge, cerca de su ciudad natal de Fergus, Ontario, Canadá. Una variedad de problemas personales, incluyendo una creciente lista de dificultades económicas, pareció haberlo empujado al límite. En una de sus últimas comunicaciones con su editor en jefe, Patrick Huyghe, señaló que las entidades estaban atacándolo por haber escrito este libro.
Para aquellos interesados en un resumen, se trata de una investigación de varios años en que Fisher asiste a sesiones donde una paciente (6) en estado de hipnosis comienza a oficiar como medium para diferentes entidades; Fisher graba regularmente las sesiones donde las distintas "voces" que se identifican como "guías" efectúan consultas y presagios, actuando como consejeros de los participantes. Luego de una serie de imprecisiones y contradicciones, Fisher comienza a dudar y pone a prueba las afirmaciones de estas entidades; en particular, y gracias a las desgrabaciones recolecta la información sobre los relatos de las anteriores vidas de los guías y viaja a distintos países para buscar datos que convaliden sus pasadas existencias; pero después de una concienzuda búsqueda encuentra graves discrepancias y resuelve retornar para enfrentar las mentiras de los guías e intentar quitar del trance a los demás participantes.

Al confrontar los hechos contra las maquinaciones de los guías sin lograr la más mínima retractación de sus engaños, el investigador resuelve retirarse definitivamente de las sesiones mientras que los demás asistentes deciden desestimar sus advertencias, considerando a las entidades como seres sublimes que buscan lo mejor para ellos y consultándolos sobre qué camino tomar en cada situación personal; la medium ha formado a su alrededor un séquito numeroso, que como participantes de una secta, ciegos y carentes de individualidad, consideran que Fisher no había profundizado lo suficiente en sus indagaciones para coincidir con los datos provistos por los guías. Sólo mucho tiempo después, Fisher logra contactar con algunos que han abandonado frustrados las sesiones, cuando su vida o sus afectos entraron en crisis. El libro concluye con una extraña enfermedad que afecta al autor en el momento de la redacción del borrador final.

Fisher efectúa unas concluyentes reflexiones sobre los mediums y el proceso de canalización; algunas de ellas fueron plasmadas en nuestro artículo inicial sobre parásitos etéricos, haciendo cierto énfasis en intentar conocer la naturaleza, propósito y origen de estas entidades parasitarias que asolan veladamente a la humanidad; hemos elegido las dos siguientes como corolario a nuestro primer análisis:
Con el beneficio de la retrospectiva, es difícil para mí entender que los mediums y canalizadores eligen conscientemente un camino tan peculiar que, por lo común, uno evitaría. Ninguna persona en su sano juicio correría el riesgo de asociarse, por no hablar de entregarse, a otra persona o a un grupo de personas sin primero asegurarse razonablemente de su carácter e intenciones. Sin embargo, para llevar a cabo el proceso mediúmnico, es requisito enviar una invitación al otro mundo y tener la disposición de ser controlado por cualquier descarnado que se quiera expresar. Quizá existirán inteligencias superiores que serán conscientes de la receptividad del medium pero quien contesta está en resonancia con el carácter del medium. En consecuencia, lo más probable es que el medium sólo atraiga al tipo de individuo desagradable que en la vida cotidiana sería rechazado o deliberadamente evitado.
En mi caso, después de haber sido cautivado por entidades que demandan ser guardianes del "desarrollo evolutivo," es fácil de ver, en retrospectiva, que su objetivo no era el crecimiento personal, sino la subversión psíquica. Sólo después de mi desilusión desperté al hecho de que las influencias que exterminan la propia individualidad sólo pueden obstruir el crecimiento personal. El verdadero desarrollo espiritual se logra no por dependencia ni por caer en la inconsciencia. El verdadero desarrollo espiritual se ejerce en el desafío cotidiano consciente, en la exigencia de la auto-disciplina, en el esfuerzo de la voluntad y de la conciencia tanto como sea posible. Cuando todo esté dicho y hecho, habrá un acceso directo al Nirvana. Pero en esta era narcisista de gratificación instantánea y soluciones rápidas, la gran decepción de la canalización es que podamos deslizarse sin esfuerzo a la Divinidad. Todo lo que tenemos que hacer es pagar el dinero, tomar nuestros asientos y soñar sobre como descarnados amorosos nos llevan a la iluminación.
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Entre senderos que resuenan y se bifurcan

Una importante cuestión que podría estar ligeramente asociada a la tecnología psíquica es que las emociones parecen trascender el tiempo lineal; requeriremos de cierta munición pesada para marchar con algún éxito en nuestra campaña, así que comenzaremos invitando los silogismos literarios del notable Jorge Luis Borges:
La explicación es obvia: El jardín de los senderos que se bifurcan es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts'ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, su antepasado no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos.
Esta compleja idea de series infinitas de tiempo puede conducirnos a una inquietante presunción: la Creación como tal ya existe de forma acabada y completa, con todas sus tramas y desenlaces, y la consciencia funcionaría como un selector entre las distintas ramificaciones posibles. Si por un momento el lector se anima a atravesar el pétreo dintel de nuestro aparente desvarío,(1) apreciará una construcción infinita dimensional —si lo prefiere, en un principio de sólo tres dimensiones— en donde todas las posibilidades del plano físico, con sus subjetivos éxitos y fracasos, coexisten de manera fraternal; para explicar mejor esto, Borges introduce los conceptos de John William Dunne, autor del libro An Experiment with Time (2) donde explica su teoría sobre la naturaleza del tiempo y la consciencia que denominó “serialismo:”
Este [libro] razona que un sujeto consciente no sólo es consciente de lo que observa, sino de un sujeto A que observa y, por lo tanto, de otro sujeto B que es consciente de A y, por lo tanto, de otro sujeto C, consciente de B... No sin misterio agrega que esos innumerables sujetos íntimos no caben en las tres dimensiones del espacio, pero sí en las no menos innumerables dimensiones del tiempo.

[Dunne] postula que ya existe el porvenir, con sus vicisitudes y pormenores. Hacia el porvenir preexistente (o desde el porvenir preexistente, como Bradley prefiere) fluye el río absoluto del tiempo cósmico, o los ríos mortales de nuestras vidas. Esa traslación, ese fluir, exige como todos los movimientos un tiempo determinado; tendremos, pues, un tiempo segundo para que se traslade el primero; un tercero para que se traslade el segundo, y así hasta lo infinito.
Podríamos entender a estos otros sujetos —que no caben en el espacio tridimensional— como entidades que han trascendido el nivel de consciencia humano. De existir estas entidades de consciencia superior, gozarían no sólo de una vista más objetiva del extraño laberinto del tiempo, sino también una capacidad de selectividad no secuencial y de acceso directo (pues experimentarían la cuarta densidad con una libertad tetradimensional); y si estas entidades tuviesen una desconsideración supina o intencionalidad espuria tal vez basadas en algún oscuro provecho de los crueles bucles y callejuelas sin salida, quizá hasta promoviesen el desconcierto y el extravío por los senderos de la depravación y la degeneración humana. El físico teórico Michio Kaku propone en su libro Hyperspace: A Scientific Odyssey Through Parallel Universes, Time Warps, and the Tenth Dimension una idea semejante:
Imagine un ser capaz de caminar por las paredes. No tendría que molestarse en abrir puertas; las atravesaría directamente. [...] Su automóvil nunca quedaría cerrado accidentalmente desde adentro; podría simplemente entrar atravesando la puerta del automóvil. Imagine un ser capaz de desaparecer o reaparecer a voluntad. [...] Imagine tener la visión de Rayos-X. [...] Sería capaz de ver accidentes ocurriendo a la distancia. [...] Imagine un ser capaz de alcanzar el interior de un objeto sin necesidad de abrirlo. [...] Sería aclamado como maestro cirujano por poseer la habilidad de reparar los órganos internos de sus pacientes sin nunca realizar cortes en la piel, reduciendo así muchísimo el dolor y el riesgo de infección. [...]

Imagine lo que haría un criminal con estos poderes. Podría entrar en el banco mejor vigilado. Podría ver los objetos valiosos a través de las enormes puertas de la bóveda, llegar a ellos y sacarlos de ahí. Después podría salir caminando mientras las balas de los guardias lo atravesaran. Con estos poderes, ninguna prisión podría detener a ningún criminal. No se nos podría ocultar ningún secreto. [...] seríamos omnipotentes.

¿Qué ser podría poseer tal poder digno de un dios? Un ser de un mundo de dimensiones superiores. Por supuesto, estas dotes están más allá de la capacidad de cualquier persona tridimensional. Para nosotros, las paredes son sólidas y las rejas de una prisión son irrompibles. Al tratar de atravesar las paredes sólo terminaríamos con una nariz lastimada. Pero para un ser de cuatro dimensiones, estas hazañas serían un juego de niños.
Tenemos entonces una idea de las posibles entidades que se pasean en las invisibles densidades superiores, y esta vez, no se menosprecie, informado casi en términos esotéricos por un integrante del bando cientificista; devolvamos el báculo a Borges quien tiene algo más con que persuadirnos:
Después reflexioné que todas las cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí [...]

El ejecutor de una empresa atroz debe imaginar que ya la ha cumplido, debe imponerse un porvenir que sea irrevocable como el pasado.
¿Lo creerás, Ariadna?—dijo Teseo—
El Minotauro apenas se defendió.(4)
Ahora bien, analicemos la otra cara de la moneda y veamos entonces que aquel sendero atroz debe poseer una bifurcación piadosa. ¿Cómo imponerse ese porvenir que pretendemos? (3) Si las emociones se desentienden del tiempo lineal entonces un marcado patrón emocional en el presente que resuene con el mismo patrón en aquella bifurcación del futuro es la clave; luego, si ambos concuerdan, surge un bucle de realimentación entre la situación actual y la futura que fomenta la licuefacción de ese futuro probable hasta su consolidación en el presente; en las Sesiones Cassiopaea se sostiene:
Si no hay final y tampoco hay principio, ¿qué cosa tenemos? El aquí y ahora que son también el futuro y el pasado. Todo lo que fue, es y será, sucediendo simultáneamente. Esta es la razón por la cual muy pocas personas en la tercera densidad son capaces de entender el verdadero concepto del viaje espacial, porque aun si el viajar por el espacio a través de su tercera densidad es una actividad tan imbuida de características espaciales propias de la tercera densidad como lo sería acostarse en la cama por la noche, en la comodidad de su propio hogar, la coordenada temporal es sustraída de la ecuación. Esta coordenada temporal es algo por lo que sienten tanto cariño como por su propia madre, no obstante, es la mayor ilusión que opera en su densidad. En forma repetida hemos dicho que no existe el tiempo, a pesar de lo cual, en razón de haber sido tan eficientemente programados para aceptar este concepto, no hay manera de que puedan liberarse del mismo, sin importar qué tan fuertemente lo intenten, ¿no es así? Imagínense viajando al espacio exterior. Estarían totalmente perdidos cuando se enfrentaran con la realidad de que todo es todo al mismo tiempo, ¿no lo creen?
Erróneamente se puede inferir entonces que es fácil la “creación de la propia realidad;” postulamos anteriormente que la resonancia emocional acentúa determinados escenarios en la esfera personal; pero ciertamente no es fácil y no viene sin esfuerzos concentrados de nuestra parte. En cierto modo, recibimos lo que brindamos a la vida, y sólo el sincero esfuerzo consciente provoca cambios en nuestro entorno que serán ciertamente positivos. Evitar poner empeño en ello, a través de ese malhadado instinto de rapiña humano, buscando de forma gratuita o por medio del oportunismo lo que debe obtenerse con esfuerzo, es decir, obrar sin impecabilidad, nos convierte en alimento.

Remarquemos entonces que nuestra idea de fondo no es “hacer algo específico para obtener algo específico” como se indica en la mayoría de los textos sobre Creación de la Propia Realidad: esto no se diferenciaría demasiado de un ritual: una conducta mecánica orientada a producir un cambio forzado en la naturaleza a cambio de un negociado energético; deseamos remarcar la idea de la necesidad de estar alerta de cómo la realidad externa refleja parcialmente (dado que es compartida) el paisaje interno y la fuerte necesidad de higiene emocional para mantener un sincronismo positivo sobre nuestra porción de realidad; en este sentido, Thomas Minderle nos advierte sobre las estacas del determinismo en las que se apuntala cualquier desenlace: (5)
Téngase en cuenta que la resonancia emocional sólo se ocupa de la parte sincrónica y probabilística de la vida: lo que todavía está abierto al cambio. También existe la causalidad y el lado determinista que incluye todos los efectos físicos de las causas físicas que, no importa cuánto intente curvar la probabilidad, no pueden ser anulados o deshechos.

Si usted choca su coche, y luego intenta sostener una sensación de alivio, no espere que el accidente se revierta mágicamente, porque lo hecho hecho está; en el mejor de los casos, podrá atraer una recuperación médica fácil junto a una rápida solución legal y financiera del accidente. Cualquiera que sea el futuro probable que usted intente atraer debe incorporar el presente y el pasado preexistente.

Los pensadores de la Nueva Era se equivocan cuando tratan de ignorar los problemas existentes en la actualidad y piensan que por cerrar sus mentes desaparecerá de su realidad. No es así, la ley no funciona de esa manera. Puede configurar el futuro, pero realmente no se puede cambiar el pasado.
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Parásitos etéricos (III)

Rastrear el origen del acceso de las entidades parasitarias puede llevar a oscuros pozos de sufrimiento y renegación propia durante la infancia; este aspecto poco estudiado en ufología, religión o demonología, reviste de fundamental importancia dentro de la psicología, dado que los traumas infantiles son las semillas de los trastornos en la adultez. (1)

En la actualidad pocos ufólogos han conectado los traumas psicólogicos con los procesos de abducción; quizá se deba a que en el campo ufológico impera el estudio de fenómenos de avistamientos o anomalías aéreas. La conexión con las aberraciones psíquicas durante las observaciones, llámense fenómenos de desrealización o despersonalización, fueron expuestas principalmente por el doctor Jacques Vallée quien no tardó en relacionarlas con sus estudios en parapsicología; cuando años más tarde propuso la teoría del sistema de control en su libro Dimensions (Crónicas de Otros Mundos), el Hilo de Ariadna nos conectará con los sincronismos del doctor Carl Gustav Jung.

Cualquier estudio serio sobre la obra del doctor Jung requiere mínimamente del conocimiento sobre los trabajos iniciales de la neurosis del doctor Sigmund Freud e inevitablemente —como tercero en discordia— el marginado doctor Wilhelm Reich y su energía orgón. Sin necesidad de ponernos académicos, resulta imprescindible notar que estos tres doctores de la mente hallaron una conexión entre las enfermedades psicosomáticas y los traumas infantiles; es evidente que los trastornos de ansiedad y la distorsión de la energía orgón están directamente vinculados, y si nos atreviéramos a enlazar los fenómenos poltergeist quizá estemos en la ruta de su eventual correspondencia con los hambrientos habitantes de Cuarta Densidad: una neurosis puede entenderse como el sangrado emocional de una víctima, y si hubiese predadores de nivel superior que se alimentaran de estas úlceras, ¿qué otro comportamiento que el fraguado de sincronismos negativos para aumentar los picos de miedo y ansiedad? Louis Proud en su notable libro Dark Intrusions nos informa al respecto: (2)
Claramente, los fenómenos poltergeists corresponden a los espíritus imperfectos que pertenecen a la categoría de ruidosos y bulliciosos. La mayoría —si no todas— de estas entidades responsables por la parálisis del sueño son de naturaleza detrimental.
Pero en el caso Enfield, era obvio que más de una clase de entidad estaba envuelta. Luego de la separación de sus padres, un evento que causó a la familia mucha ansiedad y stress, un grupo de entidades —quizá tanto como diez— se anexaron a Janet [la hija de 11 años del matrimonio]. Varios mediums que las visitaron, comentaron que las auras de Janet y su madre estaban teniendo pérdidas de energía, que los poltergeists usaban para manifestarse. [...] Los poltergeists son entonces “vampiros energéticos, como los son la mayoría de las entidades responsables de ataques de parálisis del sueño. No sería ilógico concluir que aquellos más abiertos a la posesión por entidades malsanas sean personas que de algún modo estén emocionalmente traumadas o sexualmente frustradas. Janet probablemente estaba sufriendo de ansiedad y depresión. Y además estaba alcanzando la edad de la pubertad, cosa que también debería de ser considerada.
Pero esta clase de ataques podría llamar la atención a más de un investigador y revelar así la clase de salvaje victimario... el ápice estratégico de Cuarta Densidad de orientación negativa intenta inteligentemente pasar desapercibido: es preferible actuar con subrepción y enfocar los esfuerzos en zonas o acontecimientos que permanezcan en las penumbras del pasado, donde jamás nos atraveríamos a iluminar y cuestionar situaciones que se encuentran emocionalmente ligadas a nuestros afectos infantiles. La antorcha que llevaría luz a las sombrías y abandonadas habitaciones del niño traumatizado sería portada por la psiquiatra Alice Miller, de quien nos hemos referido en varias oportunidades, en especial cuando intentamos hilvanar por qué la humanidad encuentra satisfactorio obedecer ciegamente o plegarse en movimientos sociales, políticos o religiosos que debiliten su ya limitada libertad; Miller comenta en El Drama del Niño Dotado:
Muchas personas conservan durante toda su vida este sentimiento de culpa, esta sensación opresiva de no haber satisfecho las expectativas de sus padres. Es más fuerte que cualquier intento por explicar, desde una perspectiva intelectual, que la tarea de un niño no puede consistir en satisfacer las necesidades de sus padres. No hay argumento capaz de contrarrestar estos sentimientos de culpa, pues tuvieron su origen en una etapa muy temprana y de ella recaban su intensidad y contumacia. Sólo en una terapia reveladora podrán ir disolviéndose lentamente.
La mayor de las heridas —no haber sido amado por lo que uno era— no puede curarse sin el trabajo del duelo. Puede ser negada con más o menos éxito (como por ejemplo en la grandiosidad y la depresión), o reabierta constantemente en la compulsión a la repetición. Encontramos esta última posibilidad en la neurosis obsesiva y en la perversión. Las reacciones de desprecio de los padres ante el comportamiento del niño permanecen registradas en él y almacenadas en su cuerpo como recuerdos inconscientes.
Analicemos fríamente lo siguiente: ¿qué paciente puede sanar si no se reconoce enfermo? Cuando hablamos de la enfermedad del Wetiko descrita por Paul Levi, del arquetipo del vampiro estudiada por la psicóloga Barbara Hort, o cuando nos referimos a los arcontes denunciados como los reconfiguradores de la humanidad en los Textos Gnósticos, estuvimos exponiendo el flagelo de los parásitos etéricos o envolturas exógenas desde diferentes perspectivas: una plaga silenciosa que parasita los espacios mentales y de la que lamentablemente nos hemos acostumbrado, aunque su presencia nos resulta aun invisible: un Síndrome de Estocolmo que ha nacido en los albores de nuestra existencia, donde la presión moral nos ha hecho doblegarnos frente al agresor. La doctora Miller prosigue en Salvar tu Vida: la Superación del Maltrato en la Infancia:
Para el niño pequeño sus padres son como dioses todopoderosos, omniscientes y bondadosos. Siempre. Cuando vive experiencias que contradicen esta imagen, cuando el padre bondadoso le grita o le pega, el niño intenta «explicar» los motivos culpándose a sí mismo para salvaguardar la integridad de esos dioses que necesita para sobrevivir. Este empeño infantil se corresponde con la actitud de muchas corrientes religiosas y filosóficas que se esfuerzan también por conservar esta imagen infantil de Dios.
¿Por qué el buen Dios sacrificó a su hijo y permitió que lo crucificaran? Para redimirnos de nuestros pecados. ¿Por qué nos prohíbe la capacidad de comprender inmediatamente después de crearnos (de nuestro nacimiento), antes de que la persona «peque»? Con seguridad por nuestro bien. No necesitamos entender sus razonamientos porque creemos en su amor. ¿Por qué permite que haya guerras, maltrato infantil y absurdos asesinatos si siendo todopoderoso seguro que podría ayudarnos? Porque somos malvados y no merecemos nada mejor. Uno podría continuar y escribir con estas un lindo librito para niños. Pero no tiene nada que ver con la realidad de un adulto capaz de sentir y que no necesita en su vida estas contradicciones tan evidentes.
¿Adónde pretendemos llegar? Un parásito requiere del debilitamiento de las barreras que naturalmente protegen de la agresión a fin de colonizar al huésped; en nuestro estudio previo sobre el FRV (la frecuencia de resonancia del alma), vimos que un balanceado FRV conlleva una personalidad afable e impasible centrada en la objetividad, pero agresiones crónicas durante el desarrollo temprano, cuando el infante es coercitivamente adoctrinado por sus padres o tutores, lleva al debilitamiento o total nulificación de las barreras de defensa: un ataque deliberado o una negligencia encubierta del núcleo parental hacia el infante arrastra al FRV a las zonas de miedo y pavor; finalmente, las semillas de la humillación y carencia de amor propio se siembran cuando la sombra de la moral culpógena es caracterizada en psicopáticos delineamientos religiosos como el honrar al agresor: el Antiguo Testamento Bíblico ha sostenido en la sociedad occidental durante milenios el sometimiento al victimario:
«Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar» (Exodo 20, 12)
Observemos que este desdeñable adoctrinamiento perpetúa el abuso como herencia familiar: los hijos hoy traumatizados serán los victimarios padres del mañana, pero existe también el otro lado de la moneda, y es que a pesar de encontrarse en la edad adulta, el individuo de una forma u otra seguirá infligiéndose el material traumático mientras no tenga la voluntad de empatizar con estos fantasmas del pasado; el resultado de este ciclo urobórico será entonces el destilado de emociones detrimentales que, con lentitud pero de manera persistente a lo largo de toda su existencia, nutrirá a las entidades negativas de Cuarta Densidad; pero el opresivo aleccionamiento parental ofrecerá a través del bajo FRV lo que informáticamente se conoce como back-door o puerta trasera: una secuencia programada ad-hoc para evitar las medidas psíquicas de seguridad y acceder así al núcleo del sistema mental.(3) ¿Acaso es posible abducir a un individuo que manifieste un alto y vasto FRV? Un individuo que no se somete al agresor, que se conoce a sí mismo y se encuentra atento de su entorno posee una formidable defensa psíquica; en las sesiones de Cosmic Awareness se nos refuerza este punto de vista:
Los Aliens promueven la idea que se piense en ellos como dioses, como salvadores o como autoridades a las que se debe obedecer sin voluntad propia. Y esto se extiende a las víctimas que eligen abducir: ellos prefieren a los sumisos, sobre todo a los que ceden su voluntad ya sea por miedo, por devoción o por un desviado aprecio que se asemeja a la autoridad paternal; los Aliens desprecian a aquellos que ven objetivamente lo que son; es muy difícil que ellos abduzcan a una entidad que es objetiva, que le es hostil, sabiendo que su Conocimiento le fortalece interiormente. Por eso, la docilidad y mansedumbre fue tan fomentada en las religiones teocráticas.
El bajo FRV conduce a una
mente mecánica y manipulable
¿Observar la situación desde una perspectiva superior tal vez nos permita una visión objetiva? Un espíritu errante acude a la llamada de la humanidad en las orillas de un profundo cambio de consciencia; para ello, necesita encarnar en una familia, y debe beber las aguas del olvido de Leteo; de las posibles opciones restringidas que se le brinden, quizá se someta a aquellas que le conduzcan a un desasosiego y alienación, tal vez para evitar quedarse dormido e ingresar en el ciclo de las encarnaciones de Tercera Densidad. Pero el desbalance que se origina en una elección en contra de sí mismo tiene repercusiones que son inmediatamente aprovechadas por la jerarquía nefasta. Si la ufología se pudiese entender como la protociencia que estudia la liberación del alma de la mecanicidad a la que se ha confinado a la humanidad, podríamos reconocer aquella famosa frase: “sólo la Verdad os hará Libres” o también “sólo impedirá ver la verdadera Luz dejar fuera a la Oscuridad.”

Permítasenos concluir con una cita de un borrador en progreso sobre La Tecnología Confrontando al Reino Etérico (4) que aúna el pensamiento rosacruz de Rudolf Steiner y las corrientes cristiano-escatológicas:
Es nuestro egoísmo que imagina que somos buenos y que el mal está “allá afuera,” por lo que seremos los elegidos para la buena vida gratificante siguiente. No: sería muy perjudicial cualquier tecnología que hiciese que nuestras vidas fuesen prósperas y sencillas, mientras que nos situemos en una actitud cómoda y pasiva.
La misión más profunda de la humanidad consiste en descubrir activamente la verdadera Libertad y la esencia del Amor. Para lograr eso, somos una mezcla de los Cielos y la Tierra, de la Luz y la Oscuridad, donde tenemos que entender estas diferencias y, finalmente, tomar decisiones conscientes. Debido a que somos esta mezcla destinada por Dios, debemos permanecer en equilibrio mientras nuestra conciencia penetra en la sub-naturaleza [cuarta densidad de orientación pasiva] hasta lograr elevarse hacia la super-naturaleza [cuarta densidad de orientación activa].
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Resonancia vibracional (III)

Podríamos aventurar que el verdadero don que potencialmente se logre al descender a densidades inferiores, consiste en la conquista propia a través del conocimiento interior; en las entregas previas, hemos visto que el conocimiento equivale al rango de cobertura, mientras que nuestra élan vital consiste en la amplitud del FRV del alma: conocer protege, no sólo porque al observar objetivamente reconozcamos el caos de nuestra realidad entrópica sin pretender que sea algo diferente, sino porque al entenderlo en profunidad, el grado de certidumbre externa deviene en asertividad interna.

En primer lugar, la asertividad nos conduce a mantener el balance interno, de forma de evitar que se involucren emociones negativas al analizar una perspectiva desfavorable de la realidad, pero que al mismo tiempo la atención mental logra bloquear; esta nula inversión emocional facilita utilizar las energías psíquicas así ahorradas en atraer la realidad positiva con la que resolvamos resonar emocionalmente. Y en segundo lugar, vemos que el orden puede emanar del caos al no desatender la realidad objetiva e intentar percibirla tal como es, evitando los filtros de la subjetividad y el hipnótico trance consumista con el que se nos trata de adoctrinar socialmente.

Pero si brindamos cierta licencia a las teofanías de Orfeo Angelucci, tal vez logremos reconocer una razón adicional para este -en palabras de Doris Lessing- descenso a los infiernos: en su prolongada ausencia de la vida humana, habiendo experimentado un OBE durante 7 días seguidos, Angelucci recuerda comulgar con entidades de consciencia superior de orientación positiva, con descripciones coincidentes a la de los Elfos del profesor Tolkien, en una realidad muy semejante a la atmósfera feérica de Lothlorien; (1) para enfatizar la realidad física de la cuarta densidad se le informa a Angelucci:
"Es todo una cuestión de la escala de vibración en la que se esté funcionando", explicó. "La tasa vibratoria de la materia densa que constituye el sustrato del planeta Tierra es extremadamente baja, por lo tanto, los cuerpos terrenales son lentos, densos y pesados. El índice vibratorio aquí es bastante más alto y la materia tan tenue que parece desde un medio físico denso como el vuestro, inexistente; pero como ahora te encuentras en un cuerpo con una tasa vibratoria en correspondencia, los fenómenos de este mundo te son tan reales como tu mundo de la Tierra."
Durante su etérica estadía en lo que se entiende como el planetoide Ceres en las fronteras del Cinturón de Asteroides entre Júpiter y Marte, Angelucci es informado que el planeta Tierra es actualmente una triste prisión de reos cósmicos, reencarnaciones de aquellas almas de orientación de servicio egótico que con su furia destruyeron su propio planeta y del que sólo quedan los restos en órbita; curiosamente, esta explicación coincide en las Transcripciones Cassiopaea cuando se comenta sobre Lucifer y la Llegada de los Caídos a la Tierra (2) desde el quinto planeta:
P: (Laura) Dijeron la otra noche que había un planeta entre Marte y Júpiter que fue destruido y se convirtió en el Cinturón de Asteroides. ¿Fue este planeta alguna vez habitado por seres conscientes?
R: Sí.
P: ¿Qué hizo que este planeta sea destruido?
R: Energía psíquica.
[...]
P: ¿Cuál es el origen de la raza aria?
R: El quinto planeta que ahora se conoce como el
Cinturón de Asteroides.
P: ¿Cuándo llegaron a la Tierra?
R: ¿Hace 80.000 años? Difícil para nosotros de usar su sistema de medición.
[...]
P: El planeta que fue destruido entre Júpiter y Marte, que ahora conocemos como el Cinturón de Asteroides, dijeron que fue destruido por la energía psíquica. ¿Podrían aclarar esto?
R: Los ocupantes de ese planeta, muchos de los cuales son sus antepasados del ​​alma, simplemente decidieron desarrollar un ambiente tan enfocado en el servicio a sí mismo que su realidad quedó tan super cargada negativamente que causó que su planeta fuese destruido dado los niveles de energía tan intensa, que colapsaron la estructura atómica del planeta, causando su explosión física.
P: ¿Se hizo esto tecnológicamente o fue estrictamente hecho por el poder de la mente?
R: Son una y la misma.
P: ¿Hicieron algo así como arrojar bombas?
R: No, no. Esto fue hecho a través de energía psíquica. Fue previsto de forma transitoria el peligro de que suceda lo mismo en su planeta. Aunque estamos bastante seguros de que no ocurrirá dado que vemos toda la realidad, pasado, presente y futuro
[las divinidades plerómicas o de sexta densidad son omniscientes de los futuros posibles]. Pero, hay que entender también que incluso desde nuestra perspectiva particular, toda realidad es, no obstante, fluida. Todavía hay muchas opciones de las realidades y los posibles futuros y posibles pasados ​​y presentes posibles. Pero nos sentimos bastante seguros de que ese destino en particular no caerá sobre su planeta, aunque sí el entonces conocido como Kantek.
En otro exótico sincronismo literario con esta visión, el profesor Tolkien hilvanó varias leyendas nórdicas en su relato sobre El Akallabeth (o «La Sepultada»), más tarde conocido como La Caída de Númenor, un cuento de la Segunda Edad donde los Altos Hombres de Númenor esclavizan a los hombres menores de la Tierra Media e intentan desafiar a las Potestades Creadoras de Valinor, y son entonces reprimidos, logrando huir algunos para crear los Reinos de Anor y Gondor pero viendo su anterior mundo destruido y desapareciendo los senderos hacia las Tierras Imperecederas.(3) En este sentido y resonando con el libro de Isaías 14:12-14, se le informa a Angelucci: (4)
"El tiempo es una dimensión, como sus científicos ahora conjeturan correctamente. Pero es sólo una dimensión cuando se aplica a las distintas densidades de la materia. En los estados absolutos, o no materiales de la conciencia, el tiempo es inexistente. Así que digamos que en uno de los marcos dimensionales del tiempo, hubo una vez un planeta en el sistema solar, llamado Lucifer; era de la densidad menos material que cualquiera de los planetas. Su órbita se extendía entre Marte y Júpiter. Entre los seres etéreos, o huestes celestiales, se lo llamaba la Estrella de la Mañana. Y entre todos los planetas era el más radiante: el nombre del príncipe de este planeta que brillaba también era Lucifer, un hijo amado de Dios."
Orion hizo una pausa y la tristeza más profunda se reflejó en sus ojos, y luego continuó: "Las leyendas de la Tierra sobre Lucifer y sus huestes son verdaderas; el orgullo y la arrogancia crecieron en los corazones de muchos Luciferinos. Descubrieron los secretos de la materia y también el gran Secreto de la Palabra Creadora. Finalmente buscaron convertir esta fuerza omnipotente en contra de sus hermanos que eran menos egoístas, y también contra los seres etéreos y contra el mismo Cosmos, tal fue su deseo el gobernar el Universo. Ya conoce el resto de la leyenda: cómo Lucifer y su seguidores fueron arrojados de su alto estado. En palabras más simples, los Luciferinos fueron entonces arrojados hacia la encarnación material: "cayeron" en las formas más densas de evolución material, lo que es la evolución animal de la Tierra."
El punto que pretendemos rescatar es que el Secreto de la Palabra Creadora bien puede tratarse de la resonancia vibracional, y que su descubrimiento y aplicación carente de higiene mental o impecabilidad puede llevar a una situación semejante; como se le explica a Angelucci el amor es más fuerte que la vida y más profundo que las insondables profundidades del tiempo y el espacio, y tal vez sea la razón por la cual tantos peregrinos hayan decidido embarrarse en los lodos de la tercera densidad para oportunamente hacer esta advertencia, previo al cambio de densidad. Y en este sentido, el cambio de densidad de consciencia quizá no se trate de un evento exógeno sino de un proceso de emergencia y de escisión de realidades; el investigador y escritor Daniel Ruzo lo expresó así en El Testamento de Nostradamus: (5)
Para los astros de nuestro sistema planetario, se produce cada 25.824 años solares. Para nosotros, es la repetición del lapso de “nuestra única vida,” la que vivimos y podemos recorrer millones de veces, para aprovechar todas sus posibilidades. Esto es posible porque con relación a los astros es otro nuestro “tiempo,” como es otro también el de los átomos que constituyen nuestro cuerpo físico. Los que “recordamos” formamos una gran familia. Los que no “recuerdan” quedan encerrados en los límites del tiempo de los relojes, que no puede explicar la profecía; en los limites del espacio de la geometría euclideana, que no puede explicar las geometrías no-euclideanas; y en límites de la férrea repetición de la causalidad, que no explica la “casualidad” ni el “accidente.”
Esta posibilidad humana de diferentes conciencias no es una ilusión ni una elaboración mental. Hemos experimentado algunas veces un cambio de consciencia en nosotros mismos; desgraciadamente ha durado pocas horas. Quien lo experimenta puede estar seguro de que se trata de verdadera conciencia, superior a la que llamamos normal, 1° por la felicidad especial que nos embarga; 2° porque creemos imposible perder ese estado y volver a la conciencia diaria; 3° por la seguridad que nos da de que ésa es la verdadera conciencia humana; 4° porque nos aparta de todas nuestras preocupaciones del mundo físico. Este proceso se encuentra explicado en el libro más difundido en todos los idiomas de la Tierra. Es San Pablo el que divide a los hombres en tres niveles de conciencia según su “sabiduría:” el de los “príncipes de este mundo,” que están dormidos, los “perfectos” que hablan sabiduría y que ya no duermen, y los “verdaderos adoradores,” que sin vanas palabras dan testimonio de la virtud y del poder de Dios porque han sido transformados. 
Esta idea de que cierta familia de humanos poseen la certidumbre interna de que un gran acontecimiento está próximo a suceder coincide con diferentes enfoques sobre eventos apocalípticos o de alcance planetario, en relación a la polarización de la humanidad: empatía vs. psicopatía, y evidentemente, no sólo es un fenómeno recurrente en nuestro planeta (e.g. los mitos sobre la Caída de la Atlántida, el Diluvio Universal, la Epopeya de Gilgamesh o el Arca de Noé que quizá todas provengan de un mismo acontencimiento), (6) sino como se le enseña a Angelucci, ocurrió previamente a la destrucción del planeta Kantek/Lucifer:
"Estuvimos entre los que no se unieron a los Luciferinos en su revuelta contra los ejércitos etéreos," explicó gentilmente. "Así que, aunque los Luciferinos hicieron pedazos nuestro planeta radiante en el holocausto de la guerra, nosotros entramos en el plano etéreo, en las octavas superiores no materiales como hijos liberados del Creador, mientras que los ejércitos de Lucifer cayeron en el sueño de la mente aprisionada en la materia en el planeta oscuro de los dolores."
Cuando Angelucci recuerda aspectos de la realidad de aquel mundo (tal vez de otra encarnación), se le responde con conceptos que coinciden graciosamente con las visiones de Robert Monroe, cuando comenta sobre los seres etéreos que habitan la Tierra en el supuesto año 3000 y que recurren a "contenedores" o cuerpos físicos, reservados para ocasiones en que requieran individualizarse en la superficie planetaria:
"Esta es una pequeña parte de lo que queda de ese mundo. Mencionas no estar familiarizado con muchas cosas, como los truenos y relámpagos y la cercanía del horizonte. Estas condiciones son nuevas para ti. Porque nosotros nos encontramos en uno de los más grandes planetoides del destrozado Lucifer. Es de tan sólo unos pocos cientos de kilómetros de diámetro, y por ello, la cercanía del horizonte, los truenos y relámpagos y el juego constante de los fenómenos de color en la atmósfera, siendo el resultado de las perturbaciones magnéticas, debido a la proximidad de otros asteroides; las nubes que ves arriba no son las nubes como las conoces en la Tierra, sino que sirven para ocultar los restos de nuestro planeta destrozado. Sólo pocas veces dejamos nuestro estado etérico del ser y entramos en nuestro antiguo marco de tiempo en manifestaciones individualizadas como nos ves a nosotros ahora."
El concepto de senderos escondidos a través de los que es posible ingresar en el plano etéreo también fue comentado en los escritos del profesor Tolkien, y que hemos hablado oportunamente como la Apertura del Cielo; Charles Upton profundizó al respecto en su tratado ufológico de Cracks in the Great Wall (Grietas en la Gran Muralla, en alusión al debilitamiento del velo entre el plano físico y el etéreo) basado en las enseñanzas del libro El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos de Réne Guénon.

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Resonancia vibracional (II)

En la entrega previa sobre la vibración del alma o FRV (frequency resonance vibration),(1) logramos vincularlo a la élan vital y al sistema de creencias asociados al individuo: el miedo y el sometimiento reduce la capacidad de anclar procesos creativos en la realidad consensuada, mientras que los traumas, en especial aquellos que yacen ignorados y por tanto no resueltos en la profundidad del subconsciente, drenan de manera continua la energía creativa transformándola en loosh; podríamos resumir nuestro punto de vista en tres simples reglas:
  1. la percepción, anticipación y la atención consciente selecciona o bloquea posibilidades;
  2. la resonancia emocional, los supuestos arraigados y las creencias subconscientes atraen posibilidades;
  3. la élan vital actúa como la carga mangnética que atrae o repele posibilidades sobre las que se resuena emocionalmente.
Cuando hablamos sobre los contextos de realidad hicimos la analogía informática de que se podrían considerar como el sistema operativo mental; enfatizamos este punto de vista, dado que cualquier proceso creativo (producto del software mental) tendría un desempeño pobre e incluso detrimental si la plataforma sobre la que se ejecuta está viciada. En este sentido, la pista correcta en más de una oportunidad nos la proporciona la equivocación; y si hay algo que abunda en la vida humana son los errores. Pero la equivocación, como el doctor Freud descubrió, es mucho más que el mero error, dado que necesita del discernimiento para distinguirlo del traicionero inconsciente: el acto fallido permite reconocer que los seres almados no somos los dueños completos de la botonera del cuerpo humano... hay dedos accionantes que desconocemos como propios: de sus Obras Completas, en el capítulo sobre la Psicoterapia de la Histeria leemos:
El material psíquico patógeno parece pertenecer a una inteligencia equivalente a la del yo normal. A veces, esta apariencia de una segunda personalidad llega casi a imponérsenos como una realidad innegable. [...] Hemos dicho que este material [patógeno] se comporta como un cuerpo extraño y que la terapia equivaldría a la extracción de un elemento exógeno de los tejidos vivos. [...] el grupo psíquico patógeno no se deja extraer limpiamente del yo. Sus capas exteriores pasan a constituir partes del yo normal, y en realidad, pertenecen a este último tanto como a la organización patógena.
Del mismo modo que un sueño desasosegado bien puede ser la picadura energética de alguna alimaña etérica, que encuentra apetecible las caóticas emociones oníricas del soñador empedernido, otros seres más sofisticados alteran u operan sobre las zonas oscuras del subconsciente, reptando incesantemente en la cacería de las hebras nerviosas que puedan dispararse en un evento que la ingenua vista pondere de manera inofensiva; el único mantra al que damos amparo es al de estar atentos: a ganarle incasablemente terreno al lodo inconsciente, y si es posible, convertirle en humus mental para que allí germinen y encuentren sustrato las semillas de la creatividad, el trabajo mancomunado y la interdependencia; del libro Dianética de Lafayette Ron Hubbard (cap. La Meta del Hombre):
Cuanto más consciente es el hombre, menos es un instrumento de "apretar un botón." En estado aberrado y reducido, puede hacérsele actuar, naturalmente, en un grado limitado, como una marioneta; pero entonces se entiende que cuanto más aberrada esté una persona, más se acerca al coeficiente de inteligencia de un animal.
Remover a estos indeseables cohabitantes forma parte del trabajo interior, y como vimos requiere de cuotas generosas de conocimiento interior y aprendizaje sobre la realidad entrópica en la que habitamos. La regla práctica es sencilla: estas entidades viven de las emociones negativas, promulgando el bajo FRV. Es entonces por medio de la intención y la transmutación de las emociones negativas en positivas cuando será posible elevar momentáneamente el FRV, que decantará en una mejor disposición de ánimo, aumentando la intuición y lucidez mental y reduciendo la pasividad y reactividad. A su vez, elevando el FRV de neutral a un humor positivo se facilitará entonces la conexión con los futuros probables positivos, incluso proporcionando ciertas líneas de comunicación con las entidades de consciencia superior positiva; de manera semejante, elevar el FRV de negativo a neutral, requiere de una dosificación del proceso, de forma de desanclar gradualmente del estado depresivo y reactivo, como si de una caja de cambios se tratara; del libro El Lenguaje de los Sentimientos de David Viscott:
Nuestros sentimientos son la reacción a lo que percibimos por medio de los sentidos y dan forma a nuestras reacciones frente a lo que percibiremos en el futuro. La persona que lleva dentro una gran dosis de enojo no resuelto, por ejemplo, pueden tender a hallar en el mundo que encara es un mundo también lleno de enojo y con ello justificar y perpetuar su propio sentimiento.

Creo que de esto cabe inferir que el mundo es en buena parte el que nosotros mismos nos creamos. En realidad, el mundo se halla mucho más bajo nuestra influencia de lo que la mayoría de nosotros advierte. Cuando asumimos la responsabilidad de nuestros sentimientos, asumimos, además, nuestra responsabilidad frente a nuestro mundo. En la comprensión de nuestros propios sentimientos reside la clave del dominio de nosotros mismos, la verdadera independencia, lo cual significa lograr el único poder real que merece ser obtenido. Si bien la idea implica que cada uno de nosotros actúa en forma autónoma, también significa que cada uno puede hacer mucho para reconstruir las piezas inconexas de su vida y llevarlas a una armonía. Sospecho, en verdad, que si cada uno aceptase la responsabilidad de poner orden en su propio mundo emocional, el mundo más amplio podría adquirir también mayor realidad, armonía y aun paz.
Esto debería resonar como una valiosa hebra de conocimiento para aquellos errantes peregrinos que entiendan como desdichado su trascender en estos parajes terrestres; cuanto más decadente parezca ser su suerte, más poderoso es el reverso de la moneda: han de comprender que su propia maquinaria mental ha sido vulnerada para confeccionar esta desventura, y por lo tanto, tan sólo reconociendo esto y poniéndose a trabajar en exonerar los traumas que resultan en manantiales de élan vital con que nutren a las entidades parasitarias que evitan la cicatrización de estas úlceras emocionales, más rápido podrán cambiar su realidad.(2)

El Grial como la Consagración Real,
nótese que se abdica no sólo la
corona sino el báculo de poder
Quizá la regla de aplicación más importante a considerar es que cuando se sopesen las múltiples posibilidades negativas sobre un acontecimiento futuro, no se crea en el fondo que dichas posibilidades son inevitables, y por lo tanto se disparen las emociones de aprensión y pavor; es decir, que cuando el conocimiento ilumine aquellas graduaciones más bajas en la escala del FRV, no se aplique un sistema de creencias detrimental que desencadene emociones nocivas, ya que de esta forma se estarán anclando situaciones negativas con las cuales se reenfatizará la creencia sobre los contextos de realidad. La diferencia estriba entre la prudencia y la paranoia: entre la anticipación mental y la especulación emocional. Es posible estar atento a las posibilidades negativas pero manteniendo una nula inversión de las propias emociones.

El hecho de anticiparse a las posibilidades negativas, nos proporciona la atención consciente sobre ellas, y dado que la atención bloquea, se previene su manifestación; manteniendo una actitud balanceada, impasible y prudente (en vez de paranoide y temerosa), se evita que ingresen al juego las emociones que se asocien a dichas posibilidades negativas, y esto concluye en que se previene atraerlas. Luego de advertir consistentemente que esta técnica conduce a buenos resultados, más allá de la expectativa consciente de los problemas en cada caso, la confianza subyacente en esta técnica asegura que las propias emociones y el élan vital, resuene y atraiga respectivamente, con el futuro que se desea experimentar.

Y en consonancia con la posibilidad de llevar esta técnica a una escala planetaria (¿quizá logrando un retorno a la realidad edénica como la visión de Robert Monroe, Kenneth Ring, John Keel o Neville Goddard?), invitamos a reflexionar sobre las palabras de Thomas Minderle en su introducción a las Dinámicas de las Egrégoras:
Este es el estudio de las Dinámicas de las Egrégoras: cómo las vibraciones influyen en la experiencia, y viceversa: cómo la experiencia influye en las vibraciones. La simplicidad de correspondencia entre la vibración del alma y la experiencia personal esconde la naturaleza asombrosa de sus implicaciones. Por ejemplo, la dinámica de reinos explica cómo nuestras experiencias diarias son los efectos finales de procesos hiperdimensionales: por qué la gente con mentalidad de víctima y aquellos con patrón de victimario se atraen entre sí, cómo la disonancia entre individuos atrae desencadenantes sincrónicos de confrontación, cómo aprender una lección antes de tiempo impide que se manifieste en la experiencia, por qué un corazón puro protege del peligro, y cómo los caminos de individuación en el próximo Cambio son diferentes grados de, precisamente, el mismo fenómeno.
En la próxima entrega, meditaremos sobre las implicancias del FRV y el eventual cambio de densidad al que se está encaminando nuestra realidad planetaria.

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Resonancia vibracional (I)

Supongamos por un iluminado momento estar rodeados de mentiras, pero no limitemos el engaño a elementos más allá de nosotros mismos: comprendamos que formamos parte y que activamente soportamos y damos forma a la ilusión. Conjeturemos entonces que hemos introyectado o aprehendido, casi sin tener noción consciente, la idea soberana de que no es posible la existencia de un camino alternativo; en este sentido, Donald A. Mackenzie en Indian Myth and Legend nos comenta:
En el cuarto Veda, el Atharva-veda, el renacimiento de la fe en las fórmulas se acentúa. Este libro, que no recibió en un primer momento el reconocimiento como una obra inspirada, se trata principalmente de una colección de métricas de encantamientos muy antiguos; muchos se asemejan a los que han sido recogidos por folkloristas en las tierras altas de Escocia y en otras partes de Europa. Los himnos del Rigveda revelan las creencias y aspiraciones de los pensadores religiosos avanzados de su época. Atharva-veda contiene los gérmenes de la religión popular: las fórmulas mágicas cantadas para disipar o invocar a los espíritus que molestan o ayudan a la humanidad, pero enseña que el Universo es sostenido por el sacrificio y la exaltación espiritual de los brahmanes, y que el poder brahmánico podrá ser ejercido por el uso de amuletos apropiados; aunque los seres humanos pueden terminar manipulados por los espíritus invocados mediante fórmulas.
Pero estas curiosas ideas de que el plano físico deba ser sostenido por el sacrificio y que los seres humanos pueden terminar manipulados por los espíritus invocados fueron comentadas en más de una oportunidad: nuestro estratificado punto de vista del Cosmos, entiende que el plano físico es el tenebroso sótano de una casa con una planta baja a media luz y otro exaltado piso bien iluminado; "en la casa de mi Padre hay muchas habitaciones" nos dice Juan 14:2 y sin ganas de ponernos eclesiásticos entendemos que las densidades de consciencia estarán en relación con esto. Atrevámonos a vislumbrar con cierta vehemencia la oscuridad de la catacumba en la que sombriamente habitamos: si logramos acostumbrar los ojos y ver con cierta objetividad las penumbras de la tercera densidad, quizá podamos distinguir la velada luz en los ascendentes peldaños, e intentar elevarnos paso a paso.

Según Robert Monroe, la vida orgánica fue un diseño intencional para cosechar la energía vital, denominada loosh, que surge del conflicto durante la subsistencia, aunque también aquella proveniente de la melancolía y soledad, así como la derivada de la devoción y adoración, siendo éstas formas destiladas del loosh más deseado y exquisito; según entendemos, estas serían las razones por las cuales en las Sesiones Cassiopaea se alienta al trabajo en grupo y a evitar toda clase de rituales.

De acuerdo a lo que se le comunica a Monroe, los granjeros cósmicos de energía equiparon a los animales con colmillos, garras, celeridad y destreza con el fin de prolongar el combate víctima-predador y así incrementar la producción de loosh; hemos visto que esta situación se reproduce en los sacrificios rituales a lo largo de la historia humana: en otras palabras, cuanto más prolongado el sufrimiento, mayor fuerza vital es procesada por el organismo, y más suculento el caldo aurífero cosechado por los arcontes; deberíamos ver con ojos más abiertos la escalada armamentista mundial, entonces ya como un juego estratégico planetario, donde el supuesto poderoso guerrero es un insignificante peón ceniciento sometido a unas garras nefastas; en el Diccionario Enciclopédico de los Upanisads editado por Swami Parmeshwaranand se refuerza este punto de vista:
Todos los que viven (en este mundo) son los sacrificados. No hay nadie vivo que no efectúe yajfia (sacrificio). El cuerpo es (creado) para el sacrificio, y surge del sacrificio y cambia según el sacrificio (yajfia).
La cosmovisión rosacruz entiende con suma claridad que el cuerpo es creado, surge y cambia según yajfia: es así que el condimento picaresco a la elan vital de Bergson es la energía recolectada durante el acto sexual: nacemos y surgimos de este acto y todo dicta que la utilidad humana, a vista de los granjeros cósmicos, es gestar más y más humanos para poblar la granja humana para luego efectuar una cosecha hiperdimensional; nuestra investigación nos ha conducido a que el amor cortés, en palabras del escritor Jorge Luis Borges: renunciar a la Costumbre, (1) es el posible camino de salida, en su cuento La Secta del Fénix nos alienta en este sentido:
El Secreto es sagrado pero no deja de ser un poco ridículo; su ejercicio es furtivo y aun clandestino y los adeptos no hablan de él. No hay palabras decentes para nombrarlo, pero se entiende que todas las palabras lo nombran o, mejor dicho, que inevitablemente lo aluden, y así, en el diálogo yo he dicho una cosa cualquiera y los adeptos han sonreído o se han puesto incómodos, porque sintieron que yo había tocado el Secreto. En las literaturas germánicas hay poemas escritos por sectarios, cuyo sujeto nominal es el mar o el crepúsculo de la noche; son, de algún modo, símbolos del Secreto, oigo repetir. Orbis terrarum est speculum Ludi reza un adagio apócrifo que Du Cange registró en su Glosario. Una suerte de horror sagrado impide a algunos fieles la ejecución del simplísimo rito; los otros los desprecian, pero ellos se desprecian aún más. Gozan de mucho crédito, en cambio, quienes deliberadamente renuncian a la Costumbre y logran un comercio directo con la Divinidad [...]
Los cátaros comprendieron muy bien esto cuando vemos que los perfecti se negaban a traer nuevos esclavos al Valle de Lágrimas; es más, la analogía cristiana de que la humanidad nace y muere por el pecado parece tener un fundamento cóptico en las escuelas mistéricas egipcias; no perdamos de vista que las altas enseñanzas masónicas y los principios rosacruces provienen de antiguas corrientes de pensamiento previas a esta versión de la humanidad. Lamentablemente muchas escuelas rosacruces y neognósticas interponen a esta válida enseñanza, rituales y ceremonias sazonadas con dosificaciones profusas de mantras e invocaciones para transmutar la energía sexual, siendo ocultas invitaciones a la predación por parte de entidades parasitarias de consciencia superior; Bronte Baxter nos puede aclarar más al respecto:
[...] Más tarde nos enteramos del significado de esas palabras sin sentido, estos mantras, que se trataban de nombres de deidades. Se nos enseñó una técnica de meditación avanzada con la palabra sánscrita "Namah" que en esencia significa "postrarse ante ti." La meditación a través de mantras es una forma de entrega, de adoración y prosternación a los que se autodenominan como dioses: "Postrarse ante ti."

[...] Me gustaría sugerir que la meditación con mantras convierte a los humanos en zombies quienes sirven a la agenda de los dioses, y que
ésta consiste en conseguir más seres humanos y por tanto más energía devocional humana. Esto explica el fenómeno común del proselitismo religioso: los fundamentalistas cristianos, las sectas de iniciados, incluyendo la meditación trascendental, y los seguidores de otras escuelas. Siervos de "Dios," que no son otra cosa que extensiones de los dioses tenebrosos con la necesidad de atraer más reclutas; las entidades nefastas que se mueven a través de estos siervos están llenas de celo, hambrientas y con la mente llena de una abrumadora necesidad de procurarse alimento energético.
La Muerte del Rey Arturo: no se
concentre la vista en el deceso,
sino al igual que los ojos del Rey,
en el Angel que porta el Grial
Si entendemos la caída edénica como la interposición del cuerpo orgánico con ADN modificado por estos dioses macabros, podemos efectuar un interesante ejercicio del pensamiento: el modelo edénico original quizá aun resida en potencia entre aquellas hebras entrelazadas de nucleótidos cuatripartitos pero que hoy todavía no se expresan; tal vez el conocimiento y la atenta guardia sobre nuestra elan vital puedan reactivar la expresión selectiva de estos genes; y esto quizá resuene con las ciencias informáticas, en la que existe una oscura rama de conocimiento sobre la programación que produce código automodificable.

Bien parece que el ADN es al cuerpo físico lo que la resonancia vibracional (de las siglas en inglés FRV: frequency resonance vibration, pulsación vibratoria interna en el Material Seth) es al cuerpo etérico; esta frecuencia de resonancia denota la naturaleza cualitativa en la respuesta a un espectro de posibles experiencias; la acepción más cercana en la psicología moderna podría asociarse a la personalidad (que ya incluiría el carácter y hábitos) del individuo: a menor FRV la respuesta tiende a la mecanicidad y reactividad, y por lo tanto se es más manipulable y subjetivo, generalmente anclándose en un modelo víctima-predador; mientras que al incrementar el FRV, se exhibe una robusta estabilidad emocional, manifestando una personalidad afable y objetiva. No obstante, la resonancia vibracional no es la única componente que define o modifica la probabilidad de ocurrencia de los eventos que experimentaremos, Thomas Minderle en su segundo volumen de Transcending the Matrix Control System nos explica:
La persona promedio puede tener un espectro débil y dispar cercano a la mitad de la escala de frecuencias, mientras que las entidades oscuras tienen un espectro de alta amplitud agrupado en las frecuencias más bajas, en oposición a los seres positivos, que estará agrupado en las frecuencias más altas. Ahora bien, cuando más pronunciada la amplitud, más fuerte afectará a la realidad de la experiencia local.
Las personas que tienen un fuerte pero sórdido FRV afectarán el carácter sincrónico negativo de su realidad local, a un grado tal que las experiencias altamente improbables serán atraidas, y por lo tanto, se manifestarán eventos extraños de carácter traumático e incluso perturbador. En cambio, cuanto más pronunciada sea la amplitud de un FRV elevado, la realidad ajustará los eventos como por arte de magia para que concuerden con las necesidades y deseos del individuo.
¿Pero qué pasa si la amplitud es débil? Si la frecuencia es alta pero de muy baja amplitud, luego tendrá poco efecto sobre la realidad local; de hecho, se puede desconectar del flujo sincrónico dado que la señal de emisión es débil.
Este último comentario esclarece por qué la falta de asertividad y confianza propia, junto a la carencia de atesoramiento de la elan vital, constituyen la brecha de seguridad más influyente, dado que sería semejante a tener el más excelso reproductor de audio pero con un disfuncional amplificador de escasa de potencia, y en consecuencia, desprovisto de sonido o, peor aun, lleno de ruido; en artículos previos sobre la estructura subyacente habíamos analizado esta perspectiva, entendiendo la adquisición de conocimiento como la capacidad de ampliar el espectro de frecuencias, asociado a la capacidad de percepción y con el objetivo de anclar procesos creativos en la propia realidad local.

En la siguiente entrega nos proponemos ahondar en las formas de elevar el FRV e incrementar su amplitud.

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La hipótesis criptoterrestre: los Eterianos

Bajo el notorio influjo del célebre Jorge Luis Borges, discurridor y exornador de elegantes misterios, quien intuyó en su breve cuento del Tema del traidor y del héroe que la historia conspira a copiarse a sí misma, hemos de exponer una realidad de la que tal vez falten, en sus palabras, «pormenores, rectificaciones, ajustes; y haya zonas que no fueran reveladas aún», y no obstante represente el próximo nivel al cual arribe nuestro planeta; nos motiva esta clase de introducción pues concuerda con los contrapesos de aquel relato, ya que tantos investigadores han concluido abruptamente sus investigaciones (junto a sus vidas) al exponerlo al público, del mismo modo que el personaje Kilpatrick:
De esos laberintos circulares lo salva una curiosa comprobación, una comprobación que luego lo abisma en otros laberintos más inextricables y heterogéneos: ciertas palabras de un mendigo que conversó con Fergus Kilpatrick en día de su muerte, fueron prefiguradas por Shakespeare, en la tragedia de Macbeth. Que la historia hubiera copiado a la historia ya era suficientemente pasmoso; que la historia copie a la literatura es inconcebible...
Portada del libro
The Cryptoterrestrials
Mac Tonnies en su libro póstumo The Cryptoterrestrials propuso la existencia de una raza humanoide originaria de la Tierra y que ha coexistido junto a la humanidad durante miles de años; esta perspectiva no es nueva, y otros autores como la ufóloga turca Farah Yurdozu han sugerido tangencialmente algo semejante al estudiar los genios o djinn árabes; estas entidades hacen uso de cierta tecnología que nos supera, aunado con capacidades psíquicas para permanecer ocultos: los eterianos disfrazan sus verdaderos orígenes, sosteniendo la mentira de que sólo son curiosos visitantes del espacio exterior. Ya sea que estos seres sean extraterrestres o nativos de la Tierra es una cuestión de perspectiva: si son extraterrestres pero han existido aquí por más tiempo que la raza humana, entonces es posible considerarlos una especie autóctona; y si estos seres se parecen más a las hadas mágicas que a visitantes del espacio, es porque su tecnología es lo suficientemente avanzada, tal vez en concordancia a nuestro subjetivo concepto de magia. Tonnies desencadena una intersante cuestión en el capítulo The Abduction Epidemic:
Un motivo central en los informes sobre abducciones, como también en los relatos folclóricos de secuestros por seres no humanos, es el objetivo de producir un vástago "híbrido," un niño humanoide con la posibilidad de actuar como puente entre la sociedad humana y la exógena. [...]
El "programa de hibridación" recopilado de estos casos implica algo alarmante: su avanzado conocimiento en genética. Si ellos fuesen un aspecto desconocido de nosotros mismos, su habilidad en la genética no tendría que adelantarse a la nuestra propia. Y lo que se vislumbra más enervante es que seamos genéticamente compatibles. [...]
Bajo la hipótesis criptoterrestre, el "programa de hibridación" bien podría consistir en desarrollar híbridos "réplicas," adaptados a tareas orientadas a la supervivencia, como ser infiltrarse en la sociedad humana. Y esto plantea una más interesante inquietud: si los típicos encuentros cercanos involucran criptoterrestres parecidos a los humanos, como los Grises, ¿quién puede decir que no habría una galería de villanos progresivamente más extraños al acecho detrás del telón?
Pero cuando hablamos de la Cuarta Densidad, indicamos que corresponde a lo que se denomina en las teorías ufológicas de los doctores Hynek y Vallée como plano psíquico o en la jerga esotérica/rosacruz mundo etéreo; para llevar algo de luz sobre esto, resumimos el pensamiento rosacruz, los conceptos del Material Ra y Cassiopaea y la terminología shamánica/tolteca:

Zona
Región
Plano
Densidad
Orientación
Capacidad perceptiva
1
Empírea
Espiritual
Quinta a Séptima
Creativa
Incognoscible
2
Etérea
Psíquico
Cuarta Densidad
Neutra
Desconocido
3
Elemental
Físico
Primera a Tercera
Entrópica
Cognoscible

Rozando un tanto el tono eclesiástico, ¿nos hemos preguntado alguna vez por qué un Dios benigno crea un mundo en el que la única manera de sobrevivir es a través de quitar la vida a otros organismos vivientes? Y no seamos cínicos de reducir el problema a no ingerir alimentos provenientes de animales. ¿De negarse a comer, cuánto tiempo permanecería con vida? Se puede amar a los animales y cuidar plantas de interior y flores en el jardín, pero cada vez que se ingiere alimentos, estamos destruyendo la vida de algo: una conciencia, que siente y desea vivir, tanto como lo deseamos nosotros. Alimentarse es un requisito para la vida orgánica: es el hilo que une la existencia en el plano físico; pero más que un hilo es una cadena, que nos esclaviza a la velada ley: debemos consumir para subsistir; cualquier insurrección se castiga con la muerte. ¡Bienvenidos a una visión objetiva de la biología!

De ser posible el reconocimiento de esta perspectiva, nos veremos en la necesidad espiritual de buscar; esta búsqueda es un tanto más especial que la semántica a la que nos limita el lenguaje: en los términos de Théun Mares o Carlos Castaneda estaríamos al acecho de una respuesta que nos amplíe tan nefasta —al menos en principio— visión de la realidad. El dogma masónico, nos brinda una pista inicial: es el Gran Arquitecto quien ha diseñado esta maquinaria infernal; por supuesto, este ilustre monarca no se ensucia las uñas en la materia inmunda en la que nos encontramos confinados, pero eso sí, requiere del eficiente núcleo operativo junto a su tecnoestructura —en las palabras de Henry Mintzberg— para que el ápice estratégico reluzca en la pulcritud celestial digna de trastornada devoción; aquí ya podemos vislumbrar, acaso sin las nieblas de la resonancia límbica, los niveles superiores del plano psíquico; Tonnies postula:
He especulado que las diversas formas de vida con que se topa un abducido se pueden entender en los términos de una "sociedad colmena" con drones construidos para realizar tareas especializadas. Dado el actual nivel de investigación transgénica, es tentador preguntarse si los criptoterrestres han estado usando técnicas similares por siglos. [...]
Uno de los preceptos de la hipótesis criptoterrestre es que han desarrollado una "tecnología de la conciencia" (tomando la frase de Whitley Strieber) que, a los efectos prácticos, nos supera enormemente. Uno de los logros de esta tecnología consistiría en la habilidad de habitar o albergar cuerpos a voluntad: muy semejante a la forma en que un científico hoy en día controla remotamente el brazo de un robot.
Los escritores de ciencia a ficción se han debatido sobre los métodos para colonizar un planeta como Marte. En definitiva, podría elegirse en terraformar el ambiente a uno parecido al nuestro... pero también podríamos decidir modificarnos a nosotros mismos para tolerar las inclemencias involucradas.
Una civilización como la criptoterrestre tal vez pudiera permanecer en órbita y comenzar a poblar la superficie con formas de vida semi-autónomas: como drones orgánicos. [Bajo el concepto de telepresencia] ir de un lugar a otro sería tan sencillo como loggearse en un drone humanoide que se encuentre en las cercanías de donde queremos llegar. [...]
Una clase de civilización criptoterrestre como la que describo parece remota pero el concepto general está en práctica en la actualidad: si nuestras sondas telerobóticas se hacen cada vez más sofisticadas y pilotadas cerebralmente, en algún punto se convertirán en indistinguibles de las criaturas vivientes, y será en ese momento que alcancemos la "Singularidad" tan propugnada por los tecno-progresivos como el robotista Hans Moravec y el inventor Ray Kurzweil.
Si bien este es tan solo un bando del plano psíquico: el de aquellos que han decidido orientarse en el servicio a sí mismo, y esta orientación concuerda con el conocido left-hand path que en Demonología se entiende como el Sendero de la Mano Izquierda, y que en la escuela tolteca se denomina el Camino del Poder... muy semejante a la ruta perseguida por el personaje Dean Corso en la película La Ultima Puerta (The Ninth Gate), cuando se tropieza con el siniestro camino de salida de la realidad grosera, para ingresar en el de las manipuladoras huestes etéricas.

No obstante, es evidente que existe y trabaja activamente en el negocio de la batalla espiritual el bando de servicio al prójimo: hemos hecho nuestra labor consciente al reunir las luminosas perspectivas sobre la realidad etérico-creativa a la que puede acceder nuestro planeta, y de los ilustrados autores que describen las regiones empíreas del Cosmos. Aunque ciertamente su influencia parece verse disminuida en la Tierra, quizá Meade Layne, en su informe The Ether Ship Mystery and its solution pueda guiarnos en la razón:
Existe alrededor de cada planeta y todo cuerpo en la vastedad del Cosmos, un mundo etéreo. Los planetas se encuentran gobernados por estos seres eterianos. Cada planeta, incluida La Tierra, está bajo la égida o control de su contraparte etérica. Todas esas extrañas naves celestiales provienen de las regiones etéricas de cada planeta en particular. [...] Cualquier objeto proveniente de una región exógena a cada planeta debe pasar por la región etérica de La Tierra y ser autorizados por las potestades eterianas para su control.
¿Empieza a cobrar sentido nuestra confinación física en la siberia cósmica? Una legión de orientación negativa profita la energía emocional de los seres orgánicos y cobra peaje existencial a las entidades espirituales de servicio al prójimo que decidan encarnar para ayudar a encender la llama de la libertad a los habitantes de un planeta en eventual graduación a una realidad superior.